Estrenos online: crítica de «Me heriste» («You Hurt My Feelings»), de Nicole Holofcener (Max)

Estrenos online: crítica de «Me heriste» («You Hurt My Feelings»), de Nicole Holofcener (Max)

Cuando una escritora se entera que a su marido no le gusta la novela que está escribiendo entra en una crisis de la que le cuesta salir. Con Julia Louis-Dreyfus, Tobías Menzies y Michaela Watkins. Estreno de Max.

Las comedias humanistas de Nicole Holofcener se apoyan, casi todas, en los detalles y malos entendidos que complican las relaciones entre las personas. Su personajes son, por lo general, burgueses, profesionales, escritores o artistas, gente de un relativamente buen pasar económico. Y las cosas que los perturban pasan por sus frustraciones personales y laborales, por la manera en la que ese mundo que para casi todos los demás se presenta casi como ideal, para ellos no lo es. O no lo viven de ese modo.

ME HERISTE es una comedia burguesa que se mete en una zona complicada de analizar ya que, en más de un sentido, parece un tema menor. Su eje pasa por cómo los distintos personajes se sienten dañados psicológicamente por cosas que les dijeron: pequeñas mentiras «piadosas», rechazos laborales, frustraciones con su profesión o comentarios hirientes. Y si bien es un tema que hoy puede considerarse parte de esta excesiva hipersensibilidad que existe respecto a las relaciones entre las personas, lo que es innegable es que a los personajes los paraliza, los atormenta, no les permite seguir normalmente con sus vidas.

Todo sale a la luz cuando Beth (Julia Louis-Dreyfus), una escritora que ha escrito una respetada memoir y está teniendo problemas para conseguir publicar su segunda novela, de ficción, se entera que a su marido, Don (Tobias Menzies), su nuevo trabajo no le gusta. No es que él se lo admita sino que ella lo escucha casualmente mientras Don habla con su cuñado Mark (Arian Moayed). La revelación la shockea porque durante todo el proceso de creación él le decía que el libro era fantástico y que el problema era que los editores no lo entendían. Saber que a su marido no le gusta lo que escribe es un golpe fuertísimo para Beth, uno que, quizás porque la conecta con rechazos del pasado, le hace preguntarse si quiere seguir con él.

No es la única que, de golpe, se ve plagada de inseguridades y dudas respecto a su carrera. El propio Don, que es psicólogo, no solo va notando a muchos de sus pacientes disconformes con él (algunos se lo dicen a la cara, a otros los escucha casualmente) sino que él mismo se da cuenta que no está trabajando del todo bien. Su cuñado Mark, actor, se siente igual de inseguro al empezar a trabajar en una película nueva, mientras que su mujer, Sarah (Michaela Watkins), la hermana de Beth, atraviesa una frustración más bien ética ligada a su trabajo como decoradora de interiores de casas de gente con mucho dinero.

Son situaciones que afectan a los cuatro. En realidad, a los cinco, ya que hay que incluir también al hijo de Don y Beth (Owen Teague), que está escribiendo una obra teatral y atravesando un desengaño sentimental. Lo que ME HERISTE se pregunta, a grandes rasgos, es si lo mejor para mantener una buena relación con los que uno quiere es de vez en cuando «mentir» para apoyarlos o si lo más sensato es ser honestos y decirles lo que uno piensa. ¿Hace bien Don en apoyar a Beth aún cuando su novela no le gusta? ¿O debería decirle la verdad? Darle confianza a un ser querido para subir su autoestima puede parecer lógico pero, ¿qué pasa cuando esa persona se da cuenta de que su esposo, padre o madre no cree realmente en lo que le dice? O cuando se topa con la realidad y descubre que no es tan bueno como le han hecho creer.

La realizadora de AMIGOS CON DINERO y UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD sabe meterse en los detalles de esta comedia humana que se va volviendo más amarga con el correr de los minutos, aunque sin perder del todo el humor. Hay detalles muy puntuales sobre la vida de los personajes que la realizadora captura a la perfección (la forma en la que Don y Beth comparten platos, el contradictorio personaje de la madre de Beth y Sarah, algún paciente de Don), mientras que otras situaciones están más jugadas en busca de efecto, más que nada para causar algún quiebre o revelación que complique o resuelva un asunto entre los personajes. Lo interesante de la película es, también, que pese al cariño que la directora siente por sus personajes, no deja nunca de ser crítica con algunas de sus actitudes. Lo que les sucede es para ellos muy fuerte, es cierto, pero en el contexto de las cosas no deja de ser un tanto banal.

Lo que esta woodyallenesca comedia de neurosis neoyorquina logra es hacer un retrato grupal, casi generacional, de personas (blancas y de clase media) de 40 y 50 años que atraviesan algunas de las tantas crisis de la mediana edad, plagadas de inseguridades, dudas, temores, momentos de narcisismo y la sensación complicada de no saber a ciencia cierta si uno es bueno en lo que hace. Beth da un taller literario para jóvenes alumnos y allí cada uno de ellos escribe un texto, la mayoría de los cuales tienen que ver con experiencias traumáticas que vivieron. Algunas son situaciones duras, frente a las cuales Beth se da cuenta que su propio trauma, un padre que abusaba de ella verbalmente –acerca del cual escribió su memoir–, quizás no sea tan importante. Pero ME HERISTE intenta probar lo contrario. A veces las palabras pueden herir mucho más de lo que uno imagina.