Cannes 2024: crítica de «Wild Diamond» («Diamant Brut»), de Agathe Riedinger (Competencia)

Cannes 2024: crítica de «Wild Diamond» («Diamant Brut»), de Agathe Riedinger (Competencia)

por - cine, Críticas, Festivales
15 May, 2024 09:09 | Sin comentarios

En este drama, una joven influencer francesa con muchos seguidores en las redes sociales hace un casting para un «reality show» y sueña con volverse famosa de verdad.

Ser una influencer en redes sociales puede tener sus beneficios, pero también sus costos. Lo que aparece en las pantallas y en los videos que estas personas publican apenas es una parte, menor, de sus vidas. Se dedican a eso, sí, pero para alcanzar sus objetivos deben atravesar situaciones difíciles, costosas, dolorosas. De eso va WILD DIAMOND, la opera prima de Agathe Riedinger que se presentó en competencia en Cannes. Se trata de un drama bastante realista acerca de las experiencias de una chica de solo 19 años que tiene decenas de miles de followers en Instagram y TikTok gracias a su imagen y a sus videos sensuales y sus bailes. Se ha hecho sus operaciones estéticas y se ha aplicado las cosas que tiene que aplicarse para lucir, en su opinión, más «deseable y atractiva». Se ha comprado las luces y los teléfonos necesarios. Pero no vive de eso. No lo logra. Para sobrevivir en una economía precaria como es la de su familia tiene que hacer otras cosas.

DIAMANT BRUT relata sus experiencias. Con sus amigas, con su hermana menor que la admira, con su madre con problemas económicos que no entiende qué es lo que hace siempre vestida “como una puta” (sic) y pendiente de su teléfono, y con algún novio que parece quererla pero la obliga a un tipo de elección que Liane (Malou Khebizi) no está dispuesta a dar. Para ella, lograr generar ingresos económicos por esta vía no es solo una necesidad de ser vista y admirada físicamente. Es una forma de vida con la que reemplazar los ocasionales robos en shoppings y otros “curros” que la mantienen apenas a flote.

El gancho de la opera prima de Riedinger pasa por un misterioso llamado. Un día, de la nada, a Liane la llama una representante de un conocido reality show televisivo. Dice que ha visto sus videos online y que quiere hacerle un casting para la novena temporada de su show. Para Liane es lo que siempre esperó: la posibilidad de salir “de la mala”, de aportar para ella misma y para su familia, de salir de esos niveles “menores” de adulación de redes (tiene sus fans pero tienden a ser excéntricos y pocos) para alcanzar un estrellato real, modelar, abrirse a oportunidades de negocios y tal. Tiene la entrevista esperada, un tanto brusca pero en apariencia exitosa. Y a lo largo de la película lo que veremos será, más que nada, lo que pasa mientras Liana espera ver, como dice la frase, “si pasó la audición”.

DIAMANTE EN BRUTO se pone a analizar un tema muy actual y complejo de la vida contemporánea. No solo la necesidad de reafirmar la identidad a partir de la apreciación de desconocidos en redes sociales, sino la de darse cuenta que a partir de eso se puede salir de “la mala”, encontrar alguna salida económica que le permita a una influencer sostenerse. Lo que tiene para ofrecer en ese «mercado», como imaginan, no es mucho más que bailes y poses sexys en vestidos escuetos cuyo objetivo fundamental parece ser el de generar deseo ajeno. Pero en ciertos sectores sociales el cuerpo es un arma con el que participar del “mercado” y a Liane no le quedan muchas otras opciones. Sus operaciones estéticas (tiene algunas y quiere más) son sus cartas de triunfo, su forma de llegar a ser algo que no es.

La realizadora tiene una postura inteligente respecto a Liane y a lo que hace. No la juzga, no la cuestiona. La sigue en su cotidianeidad complicada, mostrando que es un camino difícil pero sin necesariamente volver todo cruel en exceso. Su día a día es complicado por todos los frentes, pero Liane es, con sus modos un tanto bruscos, bastante resistente y hará lo necesario para triunfar. ¿Es discutible su deseo de fama y admiración física? Lo que Riedinger parece decir es que no le corresponde a ella decidir al respecto. Es el personaje el que lo hace y la realizadora la sigue en las consecuencias de su decisión, en su desesperación por recibir el llamado deseado y por dejar todo lo demás de lado en función de eso. Aún a las personas que la quieren.

WILD DIAMOND no será una película perfecta pero es una más que digna opera prima francesa, en plan realismo sucio casi dardenniano, que toca un nervio muy presente en una generación que parece vivir por y para las redes sociales, jóvenes pendientes de ser valorados y reconocidos allí para luego, con suerte, saltar a los medios supuestamente más importantes. Lo que debería hacer Liane en el reality show quizás no sea mucho más valioso que lo que hace por su cuenta, pero espera recibir allí la recompensa por sus sacrificios. Lo que es claro es que, más allá de sus decisiones, el mundo le impone un modo de actuar del que es muy difícil salir. Si no se vende a sí misma, Liane cree, caerá en el olvido. Pero también en la miseria. La fama online puede parecer banal, pero para muchos es una tabla de salvación ante la crisis. Acaso la única que les queda.