Cannes 2024/Estrenos online: crítica de «Jim Henson: el hombre y las ideas» («Jim Henson: Idea Man»), de Ron Howard (Disney+)
Este documental del realizador de «Apollo 13» se centra en la vida y la carrera del creador de los Muppets y de otros proyectos artísticos experimentales menos conocidos. Desde el 31 de mayo por Disney+.
Para los que crecimos en los años ’70 y ’80 del, ejem, siglo pasado, las creaciones de Jim Henson fueron parte fundamental de nuestra infancia. Seguramente, siendo niños, no teníamos idea de quién se trataba este hombre alto, flaco y desgarbado que los había creado, pero veíamos sus personajes, sus criaturas. Algunos lo hicieron, a partir de lo que acá se conoció como PLAZA SESAMO. Otros –como es mi caso– gracias al posterior SHOW DE LOS MUPPETS. Este documental realizado nada menos que por Ron Howard –admirador y seguramente fan en su momento– recorre la vida personal y la carrera de Henson, ocupándose de sus creaciones más conocidas pero también de todas sus otras facetas creativas, algunas más populares y otras de corte más experimental.
Titiritero, dibujante, permanente disparador de ideas y proyectos, un workaholic cuya dedicación y obsesión por el trabajo le trajo a la vez satisfacciones y problemas, Henson era un tipo de pocas palabras y mucha acción, una persona con un enorme mundo creativo interno pero no necesariamente un tipo demasiado comunicativo. Encontrando una veta creativa en el cine experimental y en la publicidad gracias a su inventiva y sus iniciales muñecos, Henson era un fanático de la televisión que quería llegar a trabajar en ella y fue hallando en una serie de muñecos –que luego fueron derivando en lo que conocemos como los Muppets– la manera de representar algo así como su mundo personal en la antiguamente llamada «caja boba».
Con una mujer con la que tenía en principio una gran relación –luego, con los cambios, presiones y la fama la cosa se complicaría– y cinco hijos que terminaron todos trabajando con él, Henson fue pasando por distintos tipos de proyectos creativos en unos años ’60 tumultuosos en los que sus propuestas tenían cierto eco en el panorama cultural amplio y progresista de la época, mundo en el que el hombre se sentía, dentro de sus posibilidades, a gusto. Algunas tragedias personales y decisiones creativas lo fueron llevando a dedicarse más y más a los célebres muñecos, quienes empezaron a hacerse famosos dentro del programa infantil llamado en inglés SESAME STREET, en el que participaban.
Tiempo después y tras un complicado proceso –nadie quería financiarle la idea–, Henson pudo montar su show exclusivo con los Muppets, algo que hizo desde un estudio en Londres desde mediados de los ’70 y mediante financiación privada. Poco después, la serie pasaría a estar entre las más vistas de todo el mundo, dándole una enorme popularidad. Pero más a los personajes que a él. Conocidos en América Latina como la Rana René, la Señorita Piggy, Figaredo y así –en España los personajes tuvieron nombres en algunos casos muy distintos y a la serie se la conoce como LOS TELEÑECOS–, pronto pasaron a protagonizar películas y se armó una enorme industria alrededor de ellos. Más adelante Henson decidió tomar nuevos riesgos, montar una compañía propia (The Creature Shop) y hacer animatronics y películas como EL CRISTAL OSCURO y LABERINTO, poco antes de su temprana muerte.
El documental no se sale de lo clásico, con entrevistas a muchos de sus hijos, a su gran compinche y compañero de aventuras Frank Oz, a otros colaboradores, a la actriz Jennifer Connelly (muy joven protagonista, con David Bowie, de LABERINTO), entre otros, y con un material de archivo importante, en el que se puede ver en detalle el proceso creativo y el esfuerzo físico por detrás de la creación de esos muñecos y esos shows. Hay también mucho material de sus cortos y otras instalaciones con las que coqueteó y experimentó.
EL HOMBRE Y SUS IDEAS no presenta grandes controversias ni descubrimientos ya que Henson era un tipo amable, esforzado y dedicado a su trabajo. Más allá de un divorcio que tuvo sus inconvenientes, una atención muy dividida entre el trabajo y su familia, y su poca atención a la salud, estamos hablando aquí de un tipo creativo, inteligente, amable, gracioso, noble y generoso. No hay escándalos en esta película y no solo porque sea un proyecto oficial armado por «sus propios dueños», sino porque nada de lo que pudo haber hecho en su vida Henson fue más problemático que lo de cualquier persona. O eso parece.
Es por eso que Howard hace bien en dedicarle casi todo el tiempo a su arte, ya que el genio de Henson pasó por ahí. Sus bellas canciones (hay temas de los Muppets, como «It’s Not Easy Being Green» o «The Rainbow Connection» que son clásicos de todos los tiempos), sus personajes, su sentido del humor, los detalles de cómo sus criaturas se volvieron icónicas –muchas veces por casualidad o a partir de accidentes– y la riqueza del universo creado con los Muppets y fuera de ellos son la herencia de este gran personaje de la cultura que fue Jim Henson y que este documental homenajea como se lo merece.