Estrenos: crítica de «Inmaculada» («Immaculate»), de Michael Mohan

Estrenos: crítica de «Inmaculada» («Immaculate»), de Michael Mohan

por - cine, Críticas, Estrenos
29 May, 2024 10:30 | Sin comentarios

En este film de terror, Sydney Sweeney encarna a una monja que viaja a un convento en Italia en el que están sucediendo algunas cosas extrañas y peligrosas.

En muy poco tiempo Sydney Sweeney se convirtió en una de las más grandes estrellas del cine contemporáneo. Los motivos pueden ser varios –películas exitosas, un buen marketing a través de redes sociales y presentaciones públicas, elecciones variadas de films y otros atributos que son más obvios y evidentes–, pero lo cierto es que la chica llegó para quedarse por un tiempo, especialmente a partir del éxito de ANYONE BUT YOU, que le siguió a apariciones rutilantes en series como THE WHITE LOTUS y EUPHORIA, además de la película indie REALITY, entre otras.

INMACULADA, de hecho, es un proyecto personal, que ella misma ayudó a concretar. No es, para nada, un título difícil en el mercado comercial –es un film de terror de temática religiosa, de los que hay varios–, pero por algunos apuntes de su trama, aseguran, no les fue fácil sacarlo adelante. Lo que cuenta parte de un esquema bastante tradicional del subgénero religioso del terror. Tras una escena inicial que deja en claro que el convento italiano en el que transcurrirá la historia es un lugar oscuro y peligroso, vemos a la joven estadounidense Cecilia (Sweeney) llegarse hasta allí.

Más allá de estar ubicado en un paraje idílico y alejado, ya de entrada Cecilia se topa con una mezcla de monjas mayores y otras más jóvenes que no tardan en dejar evidencia de las tensiones que existen en el lugar. A Cecilia la tratan bien, de todos modos, y de a poco se hace amiga de una de las novicias jóvenes (y, sí, un poco rebelde) que es un tanto desconfiada y frontal con las madres superioras que manejan el lugar. Pronto descubriremos que allí se tejen unos planes tenebrosos y que Cecilia es la gran apuesta para llevarlos a cabo. No revelaré mucho más, pero calculo que pueden imaginar para qué la quieren utilizar.

Más cerca de EL BEBE DE ROSEMARY que de muchas sagas de terror religioso llenas de mitologías y sucesos extravagantes, INMACULADA se sostiene en base al misterio y al suspenso, a las vivencias que le hacen preguntarse a Cecilia qué es lo que realmente está sucediendo allí y, al darse físicamente cuenta, tratar de combatirlo. Recién cuando las cosas se vuelvan más directamente problemáticas, Mohan apretará el acelerador y entregará una media hora final ya sí más cercana a algo que es, a la vez, repulsivo, anticlerical y seguramente blasfemo.

Con buena parte de la película hablada en italiano, INMACULADA tiene entre sus personajes principales al Padre Tedeschi (Alvaro Morte), cuya amabilidad deja demasiado en evidencia que guarda algunos secretos, y a una serie de monjas que la protagonista usualmente ve de lejos o en pesadillas –hay varias pesadillas aquí– y que tienen un aspecto inquietante, con sus rostros cubiertos por completo con una tela roja.

En la última parte Mohan suelta las amarras –y Sweeney también, consagrándose allí como una verdadera «reina del grito»–, aparecen las armas, la sangre, los cuchillazos, más sangre y la posibilidad de escapar de ahí, algo que Cecilia desea desde hace tiempo. Pero no será fácil porque, pese a su aspecto frágil, quienes manejan el convento tienen sus recursos para impedirle moverse. Y la batalla pasará por allí. Por combatir lo que sea que en ese convento tienen planeada para esta buena y dulce chica de Michigan que un día se fue a Italia y no eligió el mejor de los paisajes para vacacionar.