Estrenos: crítica de «Leyenda feroz», de Denise Urfeig y Mariano Frigerio
En los ’90, la película «Tango Feroz» fue un enorme éxito de público que generó amores y odios. A 30 años de su estreno, este documental va tras las razones de aquel fenómeno inesperado. En el Gaumont.
Con motivo de los 30 años del exitoso estreno de TANGO FEROZ se realizó una remasterización del film y se produjo este documental, que se estrena unos meses después, primero en BAFICI y luego en cines. La idea de la película es simple y efectiva: hablar con los principales protagonistas de esa experiencia (director, actores, productor, músicos, etcétera) y recordar aquellos momentos en detalle, acompañando esos relatos con imágenes del film (restaurado) y, acaso lo más interesante de todo, recorriendo los escenarios en los que se filmó la película ahora, muchas veces «fundiendo» o mezclando las escenas del rodaje y del film en sí con esos escenarios tal como se ven actualmente.
Y, en ese sentido, funciona. Marcelo Piñeyro, Fernán Mirás, Cecilia Dopazo, Leonardo Sbaraglia, Imanol Arias y muchos otros que trabajaron en TANGO FEROZ recuerdan las complicaciones del rodaje, las experiencias vividas, anécdotas curiosas de la filmación, problemas presupuestarios, los miedos del estreno, el éxito inesperado y así. Dentro de este anecdotario lo más rico –por lo inusual en proyectos de este tipo– está en las miradas contrarias a la película, especialmente de parte de músicos que conocieron a Tanguito (el recientemente fallecido Javier Martínez, Ricardo Soulé, Litto Nebbia por email) y que no quisieron ser parte del proyecto ya que no reconocen allí la verdadera historia, por más ficcionalizada que esté.
No es una película que busque analizar en profundidad cuestiones estéticas o narrativas específicas de TANGO FEROZ más allá de los cambios que tuvieron que hacerse en función de no contar con los permisos para usar determinadas canciones e historias. El documental apela más que nada a la nostalgia y, como el título lo deja en evidencia, a la «leyenda», ya no de Tanguito sino de la película construida alrededor de su figura. La actualidad dramática del cine argentino acrecienta esa mitología ya que, más allá de gustos o preferencias estéticas, lo que se homenajea tiene que ver también con el pasado y los recuerdos de cada uno. Y TANGO FEROZ es la demostración de que existe una gran conexión entre el cine nacional y la gente.
«…existía una gran conexión entre el cine nacional y la gente»… cuando el cine se hacía para la gente y no para el snobismo de los festivales.