Cannes 2024: crítica de «When the Light Breaks», de Rúnar Rúnarsson (Un Certain Regard)
En este drama islandés un hombre muere en un accidente y su fallecimiento lo sufren su novia y su amante, que no se conocen entre sí.
Las tres primeras escenas de este contenido pero a la vez emocional drama islandés ponen al espectador en zona para el drama que se viene, a tal punto que debería ser mostrada en escuelas de cine cuando se quiere explicar cómo crear personajes, drama e intriga en apenas poco más que cinco minutos y con poquísimos diálogos.
En la primera escena Una (Elín Hall) y Diddi están juntos mirando la puesta de sol, visiblemente enamorados. Pero enseguida queda claro que lo suyo es un affaire y que el promete dejar a su novia pronto, cosa que no ha hecho y que piensa hacer en un viaje que está a punto de encarar (cada uno vive en una ciudad distinta). Luego van a la casa de él y tienen sexo pero cuando escuchan ruidos Una huye dejando un par de zapatos. En la tercera esdena, Diddi hace un viaje en auto y, cuando se mete en un túnel, una violenta explosión se lo lleva puesto, matándolo al instante.
Todo está planteado ahí para ser aprovechado por cualquier tipo de género. En el caso de este pequeño film islandés se hará de una forma menos centrada en la intriga y en las sospechas y más por el lado del dolor. Hay una muerte y una viuda oficial (bah, novia, pero viuda al fin) y una tercera que fue secreta amante del fallecido, algo que solo un amigo en común parece saber. La angustia carcome a ambas pero mientras Klara (Katla Njálsdóttir) puede llorarlo y sufrir abiertamente Una tiene que hacerlo en silencio. Es cuando está sola o en algún momento especial que puede soltar públicamente su dolor.
WHEN THE LIGHT BREAKS es un film sobre la angustia, el duelo y esos secretos de pueblo que enredan todo. Nadie dice nada porque el dolor de Klara es tal que sería irresponsable o irrespetuoso complicarlo todo aún más. De hecho, Klara la busca a Una porque se da cuenta que fue íntima de Diddi, pero eso no hace más que enredar las cosas e incomodarla, al menos al principio. Es que uno sabe que ya está establecido el dispositivo por el cual la verdad podría ser revelada, por lo que al drama personal se le suma esa tensión, que sostiene una narración que fuera de eso es módica y escueta, y que solo se extiende por 82 minutos.
Es que pese a ese disparador casi propio de un thriller o de negra comedia de enredos, lo que Runnarson construye es una cosa muy distinta. Un retrato sobre la solidaridad, los amigos, el dolor y las maneras en las que las personas pueden conectarse entre sí por más supuestas diferencias que haya entre ellas. De manera humanista, tierna y para los cánones islandeses bastante emotiva, WHEN THE LIGHT BREAKS logra ser una película noble sobre cómo el amor y el dolor muchas veces van de la mano.