Estrenos online: crítica de «The Killer (2024)», de John Woo (Max)

Estrenos online: crítica de «The Killer (2024)», de John Woo (Max)

El director de Hong Kong realiza una remake de su propia película de 1989 situada en la Francia actual y con algunos cambios sustanciales en la trama. Con Nathalie Emmanuel, Omar Sy y Sam Worthington. En Max.

A lo largo de la historia han habido algunos directores que filmaron dos versiones de una misma película, como es el caso de Alfred Hitchcock, Raoul Walsh, Cecil B. de Mille o Frank Capra, por citar solo a los más conocidos. Son menos los que lo han hecho cambiando radicalmente de locaciones y de idioma (está Michael Haneke con FUNNY GAMES, por ejemplo, o George Sluizer con sus dos versiones de EL RAPTO), ya que ese tipo de reversiones de éxitos «extranjeros» suelen hacerse en Hollywood con nuevos realizadores al mando. El caso de esta remake de THE KILLER, de John Woo, tiene otras particularidades, ya que la original de 1989 fue muy exitosa internacionalmente y ya han pasado 35 años desde entonces.

Estos dos son problemas importantes y complicados de resolver. El primero es que, como dice la frase, las comparaciones son odiosas y John Woo ya no está atravesando por el gran momento creativo que tuvo en los años que van desde A BETTER TOMORROW, de 1986, a MISION: IMPOSIBLE 2, del 2000 (en esos años hizo además BULLET IN THE HEAD, HARD BOILED y CONTRACARA, entre otras), en el que se inserta la original THE KILLER. Y el segundo es que los aportes creativos novedosos que sus films de Hong Kong trajeron al cine entonces hoy ya son de uso común, parte del lenguaje habitual de las películas de acción de cualquier origen. Es más, se podría argumentar que es un estilo que ha quedado un poco viejo en relación a lo que actualmente se hace en films como la saga JOHN WICK.

Pese a eso –y a no contar con un protagonista con el carisma de Chow Yun-fat– hay que decir que esta remake es bastante más digna de lo que podría haber sido, especialmente si se tiene en cuenta que se lanzó directamente via distintas plataformas de streaming en todo el mundo y con mínima publicidad previa. Con París como escenario de la trama y un cambio fundamental en el género del papel protagónico (ahora la asesina protagonista es mujer y la interpreta la actriz inglesa Nathalie Emmanuel), THE KILLER 2024 recupera por momentos parte de la magia que hizo clásico al cine de Woo.

Hay muchas otras circunstancias específicas de la trama que fueron modificadas, pero lo que marca su principal diferencia es que, al cambiar al género de la protagonista y no transformar la historia de amor en una entre dos chicas, se altera parte de la lógica del relato original. La protagonista, Zee (Emmanuel), es acá una asesina profesional que trabaja a las órdenes del irlandés Finn (Sam Worthington) y que tiene como tarea liquidar a los enemigos de un narcotraficante llamado Gobert (el mismísimo Eric Cantona). En un enfrentamiento que tiene lugar en un club nocturno Zee liquida a casi todos sus rivales brutalmente pero, en medio del caos, deja accidentalmente ciega a una cantante llamada Jenn (Diana Silvers). Luego, en lugar de buscarla para liquidarla y cumplir su objetivo de no dejar testigos, la intentará proteger.

Es que, en paralelo a los actos de Zee, un detective de la policía llamado Sey (la estrella francesa Omar Sy) ha liquidado a otro narco que está conectado con la tal Jenn –la relación la establecen a partir de un demo de una supuesta canción original suya que en realidad es un cover de «Let’s Live for Today«, de The Grass Roots– y termina topándose con la misteriosa Zee, mujer que sus colegas consideran un mito y la llaman «la Reina de los Muertos». Es así que, mientras Zee intenta proteger a Jenn y entender cuáles son las motivaciones de su jefe Finn, Sey las buscará aún cuando sus jefes en la policía parecen tener otras intenciones.

La compleja trama –que se enreda tres veces más todavía– es en realidad una excusa para armar una serie de escenas de acción violentas, muchas de ellas con la acostumbrada maestría en el uso de la cámara lenta del veterano Woo. Si bien las modas del cine de acción con influencias asiáticas hoy tomó otras características –golpes con huesos quebrados, lucha cuerpo a cuerpo, disparos desde muy cerca–, el realizador de 77 años sigue fiel a la escuela clásica de Hong Kong, más cercana a los llamados mexican standoffs y acrobáticas balaceras a distancia. Y palomas, claro. Lo que la nueva película no tiene es el costado épico, sangriento y grandilocuente, de la original.

Lo que sí Woo mantiene en esta versión son algunas de las características del personaje original y de su mundo, con una iglesia desconsagrada como lugar de reflexión, con las palomas en cuestión girando por los cielos, algunas características típicas de persona solitaria (aquí ella juega a los crucigramas) y un solo amigo, un viejo modisto que le prepara unos atuendos al estilo «Matrix» (Tchéky Karyo) como confidente. El personaje de Sy, que en la película mezcla francés e inglés permanentemente, está un tanto desdibujado respecto al original, ya que la trama intenta darle por momentos el lugar de relevo cómico, algo que tiene más que ver con las características del actor de AMIGOS INTOCABLES que con la lógica de la trama.

Lo que sí es muy distinto, obviamente, es el final. Pero no diré más nada acerca de los importantes cambios. Solo comentaré que representan las diferencias entre la lógica cruda y directa de los viejos films de Hong Kong con la características más amables y en plan franquicia del cine de género actual, más preocupado en vender una marca que en hacer necesariamente buenas películas. Este relanzamiento de THE KILLER terminó siendo bastante digno, es cierto, pero no estoy muy convencido de que haya tela para armar una saga a partir de esto.