Estrenos online: crítica de «Culpa cero», de Valeria Bertuccelli y Mora Elizalde (Disney+)
Cuando se revela que parte de su obra es plagiada, una famosa escritora de libros de autoayuda entra en crisis en esta oscura comedia dramática protagonizada por Bertuccelli, Cecilia Roth y Justina Bustos. En Disney+
A Valeria Bertuccelli no le molesta interpretar personajes incómodos, que no son particularmente amables. Berta Müller, la escritora que encarna en CULPA CERO, es una de ellas. Es una autora de best sellers del tipo autoayuda –la definen en una entrevista como «filósofa y gurú»–, un tanto antipática y creída, y un poco «subida al caballo» de su éxito y su reconocimiento. Y eso es, apenas, una parte de las zonas oscuras de un personaje que la actriz saca adelante como solo ella puede hacerlo: tornándola relativamente tolerable, entendible en sus miedos y en sus confusiones.
Pero si uno toma distancia del punto de vista, queda bastante claro que estamos ante una criatura bastante monstruosa. Y de a poco se irán revelando algunos secretos que lo confirman. Muy poco después queda claro que su asistente, Marta (Justina Bustos, con acento cordobés), no la tolera demasiado y está enojada por ni siquiera aparecer en la dedicatoria de su libro. Cuando un día sale a la luz que algunos textos de su última novela fueron plagiados de autores reconocidos o son frases célebres de personajes famosos, se entenderán los motivos. Y Berta, en vez de avergonzarse por lo sucedido, se enoja con su asistente. Allí queda claro un secreto aún más oscuro: que es Marta la que en realidad escribe sus libros a modo de ghostwriter.
Bertuccelli no plantea su historia dentro de los códigos tradicionales de este tipo de comedias dramáticas, con sus arcos previsibles, sus crisis de relaciones y sus recomposiciones. Es una exploración psicológica a la que le fuerzan un tono cómico mediante, entre otras cosas, una omnipresente banda sonora que intenta darle un tono ligero a lo que a todas luces es un drama. A lo largo de sus 106 minutos suceden cosas bastante terribles –Berta puede ser muy ácida y maltratadora con mucha gente– y se desvelan zonas negrísimas de los personajes, por lo que esa ligereza solo puede verse como irónica.
Cecilia Roth encarna a una amiga abogada de Berta que trata de lidiar con ella cuando la mujer entra en una espiral entre agresiva y autodestructiva, ya que al hacerse público su plagio se transforma en una «autora cancelada», al punto que su propia editorial retira sus libros del mercado, lo cual la hace estallar. Y Marta, mientras tanto, en lugar de reaccionar o enojarse por la situación difícil en la que la han puesto, se culpa a sí misma por su error, por haber «plagiado mal» y puesto en peligro la reputación de Berta.
Esta enredada serie de relaciones puede parecer un poco extraña, de entrada, pero luego uno agradece que CULPA CERO no siga los lineamientos clásicos de un guión tradicional. De hecho, uno no tiene idea para donde puede disparar cada escena ya que ninguna de las tres protagonistas principales actúa o se comporta de una manera particularmente amable. Cuando se reencuentran con una vieja amiga que está tratando de salir de una adicción, queda bastante clara la crueldad con la que actúan. Y habrá luego una escena excelente con Fabiana Cantilo que también pondrá en evidencia su falta de empatía.
Inteligente y bastante áspera en lo que respecta a la mirada que tiene con sus personajes aunque un poco espasmódica en su manera de avanzar narrativamente, CULPA CERO –escrita por las codirectoras junto a Malena Pichot– siempre intenta llegar a algo honesto respecto a lo que cuenta, con todas sus contradicciones, incomodidades y ambigüedades. Es el retrato de una mujer en crisis que encuentra la solución a sus problemas de la manera menos pensada y el de una cultura que se deja manipular demasiado fácilmente por las narrativas del éxito, sin importar lo que en el fondo escondan.
Excelente película. Inclasificable.
La escena de la conversación telefónica de Bertuccelli caminando por la calle, en plano secuencia, es extraordinaria.
Pésima película.
Aburrida. Sin ritmo ni timing de comedia, un mal endémico en el cine nacional que pretende pertenecer al género. Los diálogos tienen pausas inverosímiles, Cecilia Roth es una máscara irreconocible, Garabal hace lo único que sabe hacer: decir sus lineas sin expresión alguna, Bertuccelli es la Tana Ferron con plata y Justina Bustos hace el acento cordobés cuando se acuerda.
Totalmente de acuerdo.
Es excelente película, la quimica entre Bertuchelli y Roth traspasa la pantalla, ironica, fresca, invita a la reflexión, una joyita
Por fin uno que la entiende…
Excelente pelicula , personajes que actualmente encontramos en nuestra vida actual
A mi no me gustò para nada pero hay que reconocer que bien hace su personaje Valeria, tanto que uno siente una antipatìa terrible hacia ese tipo de personas. Cecilia Roth es una buena actriz, làstima como se ha desfigurado la cara tratando de verse mas joven. Una pena.
si, es una pena lo de cecilia y perdio mucho la expresion. no me gusto mucho la peli, como casi siempre en el cine argentino el personaje siempre redobla nunca intenta mejorar en nada. una verdadera psicopata
No me gusto. Encima ya cdo un director o el q da la idea sobre q pelicula hacer, hace algo referido al mundo intelectual, de escritores sobre todo, no atrae a la mayoria de la gente q va a verla. Aparte a mi particularmente no me intereso nada de lo q se hablaba o decia en la pelicula ni me causo gracia. Es mas, me retire antes porq no la soportaba mas. Y eso q soy de ver muchas peliculas argentinas, ya q tengo predileccion por ellas porq me siento representado. Pero la verdad q en esta no. Es mi opinion..
O se que fue a ver una película de temática que no le interesa, no terminó de verla y encima opina, bah, dice que no le gustó.