Estrenos: crítica de «Criaturas: línea de extinción» («Elevation»), de George Nolfi
Un hombre y dos mujeres deciden arriesgarse fuera de la seguridad de su hogar en las alturas para enfrentarse a criaturas monstruosas que aniquilaron al 95 por ciento de la población. Con Anthony Mackie y Morena Baccarin. Estreno en cines: 29 de noviembre.
Dentro de un panorama de estrenos de cine de género bastante mediocre, CRIATURAS: LINEAS DE EXTINCION se destaca por su propuesta económica, modesta y medianamente efectiva. Entre el film de terror, de suspenso y de ciencia ficción, el film de George Nolfi no se dedica, como muchas producciones recientes, a sacudir constantemente a los espectadores sino que se mueve de un modo más humano, más discreto y de bajo perfil. Sí, es una película sobre un grupo de sobrevivientes de un desastre que tiene que luchar contra unas gigantescas criaturas que han matado al 95 por ciento de la población, pero su propuesta es más cercana a UN LUGAR EN SILENCIO o esas sagas en las que un pequeño grupo de personas tiene que avanzar y esconderse de monstruosos «bichos» para no ser liquidados.
Los «bichos» en cuestión –los llaman Reapers–, son unas criaturas que en apariencia surgieron desde el mismísimo fondo de la Tierra –hay agujeros que así parecen probarlo– y aniquilaron a casi todo el mundo. Los que sobrevivieron lo hicieron en alta montaña porque estos monstruos (que son una mezcla de los de ALIEN, DEPREDADOR, JURASSIC PARK, AL FILO DEL MAÑANA y tantos otros), por algún motivo inexplicable, no suben más allá de los 8.000 pies (unos 2.400 metros). Es así que las comunidades de humanos viven en pueblitos de montaña que parecen sacados de un western: sin luz eléctrica ni servicios, pero en una relativamente apacible –y visualmente espectacular– calma.
Los protagonistas del film viven en las alturas de las Montañas Rocosas cercanas a la ciudad de Boulder, Colorado, tres años después del caos. Y la película se encarga durante un buen rato de mostrar la belleza panorámica del paisaje. Eso sí, pronto quedan claros los riesgos. Un niño llamado Hunter (Danny Boyd Jr.), sale a dar un paseo por la zona, sin querer descenderá al nivel de altura de los bichos, y será perseguido por uno de ellos, que estará a punto de alcanzarlo. Hunter vive con su padre Will (Anthony Mackie, el nuevo Capitán América del mundo Marvel), un hombre viudo, quien está especialmente preocupado por un tema de salud de su hijo, que tiene problemas respiratorios y se está quedando sin filtros de oxígeno para su tratamiento. Esto tiene una sola solución: bajar al hospital de la ciudad de Boulder a conseguirlos. Hacer eso, sin embargo, bordea lo imposible.
El relato se organizará en función de ese viaje. Allí irá Will junto a Katie (Maddie Hasson), una chica del pueblo que era amiga de su fallecida esposa, y Nina (Morena Baccarin), una científica entre alcohólica y deprimida que viene hace años tratando, infructuosamente, de encontrar algo que mate a estos Reapers, a los que las balas no parecen hacer daño alguno. Así, además de buscar soluciones para el niño, el grupo comando bajará con intenciones de llegar al antiguo laboratorio de Nina en el que, ella dice, cree que puede hallar una respuesta al tema, una en la que viene pensando y trabajando hace tiempo. Y así los tres se lanzarán a la aventura, con los consecuentes riesgos y peligros del caso, que Nolfi restringe a cuatro o cinco escenas de acción que ocupan buena parte de la segunda mitad de un film que, si no se cuentan los créditos finales, apenas supera los 80 minutos.
Lanzado en cines en los Estados Unidos con poca repercusión –este tipo de películas de género de mediano presupuesto hoy suelen salir directamente en plataformas–, ELEVATION no sorprende por casi ningún lado, pero logra contar su historia sin apelar a recursos gastados como grandes despliegues militares y hasta sus tiempos son llamativamente tranquilos para los ritmos narrativos actuales. Claro que hay escenas de acción que demuestran que no es sencillo escapar de estas criaturas, riesgos varios (no es fácil esconderse de ellos porque tienen además una suerte de tentáculos) e intensidades propias de alguna película de la saga JURASSIC PARK, pero hay un respeto por los procedimientos clásicos de un relato que se agradece.
Algo llamativo del film es que, más allá de ser una película post-apocalíptica, los escenarios por los que transcurren conservan una elocuente belleza, que es mostrada por Nolfi y su DF constantemente en planos abiertos, generales y hasta con drones. Es raro para este tipo de relato, no muy distinto a uno de zombies, que las cosas no tengan un aspecto ruinoso y destruido. Pero acá, por el lugar en el que transcurre la aventura, por el poco tiempo que pasó entre el hecho en sí y la historia que se cuenta, o porque alguien tomó la decisión creativa de cambiar el registro visual del género, se trata de un film de aspecto muy distinto a sus pares.
CRIATURAS… tendrá sus previsibles sorpresas, sus giros narrativos quizás inesperados, su intención de transformarse en alguna saga de varias películas, sus aparentes caprichos (el tema de la altura, por ejemplo) y sus escenas excesivamente casuales. Pero el experimentado Nolfi (director de LOS AGENTES DEL DESTINO y THE BANKER, además de guionista de BOURNE: EL ULTIMATUM, entre otras) logra darle una cierta credibilidad y tensión a esta historia de supervivencia. Uno podría cambiar el eje de la trama y modificar a las criaturas por algún desastre natural o inundaciones que obliguen a la gente a vivir en las alturas, y podría contarse una historia muy parecida. Y no sería tan de ciencia ficción como suena…