Estrenos: crítica de «Norita», de Jayson McNamara y Andrea Tortonese

La vida de Nora «Norita» Cortiñas, una de las más reconocidas de las Madres de Plaza de Mayo, es el centro, el eje y el corazón de este documental sobre su vida que funciona como homenaje y, también, como repaso y recordatorio de sus esfuerzos, sus batallas y las de muchas mujeres que, como ella, han luchado por la «aparición con vida» de sus hijos y el castigo a los culpables de las desapariciones forzadas de personas durante la dictadura cívico-militar de la Argentina.

Codirigido por McNamara y Tortonese, con algunas animaciones mezcladas entre los materiales de archivo, los testimonios y las imágenes de Cortiñas y de las Madres a lo largo de los años, el documental es informativo, claro, didáctico y quizás pensado para un público internacional. Hay algún testimonio en inglés, aparece Jane Fonda entre sus productores (además de varios argentinos radicados en los Estados Unidos como los hermanos Andy y Bárbara Muschietti, y el músico Gustavo Santaolalla, quien compuso la música incidental) y se organiza de un modo tal que va integrando, a la vez, lo personal y lo político.

Entre los temas que se tocan están los problemas generados por la lucha de «Norita» en su seno familiar, ya que ella misma admite no haber estado presente para su otro hijo, su marido y hasta sus nietos, al dedicarse a tratar de saber la verdad acerca de qué le pasó a Gustavo Cortiñas, el hijo que ella siguió buscando hasta su muerte, en mayo de este mismo año. A la vez el documental incorpora la participación de Norita en la lucha de las mujeres por la aprobación de la Ley del aborto seguro, legal y gratuito, lo que se muestra como una suerte de traspaso y transmisión entre generaciones de esa tradición feminista de salir a la calle a pelear por derechos.

La palabra incansable suena a lugar común pero ver a estar mujer de más de 90 años seguir yendo a marchas, manifestaciones, reuniones, viajes, eventos y similares es impactante. Fueron casi 50 años de dedicación a una causa que estuvo plagada de derivaciones histórico-políticas (el documental resume los datos más conocidos de la dictadura, el Juicio a las Juntas de los ’80, los indultos de los ’90 y el regreso de los juicios vía Néstor Kirchner en los 2000) y que hoy se encuentra, llamativamente, puesta en discusión por las autoridades políticas negacionistas.

De Nora decían que, antes de la desaparición de su hijo, «no sabía ni ir a cobrar un cheque al banco». Educada para ser madre y ama de casa (coser, cocinar, atender a su marido) se vio enfrentada, a mediados de los años ’70, a tener que salir a la calle para enfrentar, directamente, a una dictadura militar junto a otras madres en similar situación. Hay pocas personas que hayan hecho un recorrido así en la historia. Seguramente, como dice Marcelo –el otro hijo, el que sobrevivió y al que ella termina pidiéndole disculpas–, todos habrían preferido que eso no sucediera, pero sucedió. Y Norita estuvo siempre ahí, poniéndole el cuerpo a todas las dificultades.