Series: reseña de «Tu amigo y vecino Spider-Man» («Your Friendly Neighborhood Spider-Man»), de Jeff Trammell (Disney+)

Series: reseña de «Tu amigo y vecino Spider-Man» («Your Friendly Neighborhood Spider-Man»), de Jeff Trammell (Disney+)

La serie explora la historia del origen de Peter Parker y sus primeros días usando la identidad de Spider-Man en una línea de tiempo alternativa dentro del MCU.

Tras tantas remakes, secuelas, adaptaciones, films animados y vueltas y más vueltas a la calesita para contar la misma historia, YOUR FRIENDLY NEIGHBORHOOD SPIDER-MAN toma una ruta relativamente original para escaparle a ese problemas. Dos, en realidad. La primera tiene que ver con volver a los orígenes y contar la historia de Peter Parker con un estilo de animación bastante tradicional, que remeda al cómic clásicos de la saga (la etapa original de Steve Ditko y John Romita) y, sobre todo, mantiene algunas de sus tradiciones originales, aunque trasladadas a un tiempo presente que incluye videotransmisiones, selfies y un humor propio del veloz chit-chat actual de Marvel. Y la segunda –rara, pero bienvenida– es que esta versión pasa de largo casi por completo toda la historia del origen del personaje.

Sí, a los 10 minutos del primer episodio, ya Peter Parker es Spider-Man, con una versión rudimentaria y old school del traje, pero con casi todos los trucos ya aprendidos. La serie se saltea –con menciones o en algunos casos, ni siquiera eso– todo el proceso conocido: la muerte del tío, la tortuosa adaptación a la picazón de la araña en cuestión y todo el proceso de ir aprendiendo qué son sus misteriosos poderes, cómo utilizarlos y el asunto de cómo vestirse. Al eternamente distraído Peter lo pica una versión multiverso de la araña en su primer día en su nuevo colegio y «seis meses después» ya lo tenemos instalado como El Hombre Araña, aunque recién ahí empezando a hacerse famoso. Parece que por fin alguien entendió que no tenía sentido volver a contar la misma historia del origen cien mil veces y la resumió a toda velocidad.

MINIMOS SPOILERS DEL PRIMER EPISODIO Respetando el formato de paneles de las novelas gráficas, con un ritmo trepidante y una acumulación de casos a resolver a razón de tres o cuatro por episodio, el asunto central aquí pasa por el ingreso de Parker a trabajar en la Osborn Corp., bajo el mando de su admirado Norman Osmond quien pronto descubre su doble vida y se pone a trabajar con él. Habrá una amiga del alma (Nico Minoru), un interés romántico (Pearl Pangan), el novio de Pearl (Lonnie Lincoln), el hijo de Norman (Harry) y otros personajes que se mezclarán en su vida (Nota: los que conocen el «lore» de Spider-Man sabrán quienes son estos personajes, aunque aquí no siempre se ciñen al canon). Y como eje narrativo se puede advertir que en algunos casos que Spider-Man resuelve en las calles siempre aparece un logo en común que le llama la atención. FIN DE SPOILERS

Presentada como una versión en una línea de tiempo alternativa de la historia (digamos que es eso, yo ya me perdí en el multiverso), TU AMIGO Y VECINO SPIDER-MAN funciona bien intentando acercarse a un público un poco más chico en edad que el de las películas. Si bien hay decenas de guiños y de easter eggs para los duchos en la materia, la serie funciona muy bien como entretenimiento para los que tienen menos de 12, 13 años. En ese sentido, este Hombre Araña hace recordar a la serie de animación de los años ’60-’70, no solo por usar como referencia su clásico leit motiv musical, sino por el tono general que se busca, más accesible y menos violento que los de live action. Aún comparada con las dos SPIDER-MAN animadas recientes, esta versión Fase V del MCU sorprende por su ligereza.

Lo que no termina de cuajar del todo es la combinación entre ese estilo retro y la necesidad de llenar cada episodio de canciones pop actuales, cuyo tono y ritmo (rap y pop muy 2000) tiene más que ver con una consideración comercial que con una orgánica. Y lo mismo pasa con la cantidad de asuntos que se resuelven o complican –en especial los de las vidas de los adolescentes– a partir del uso de «vivos» de redes sociales y recursos de ese tipo. Si bien es cierto que tienen mucho que ver con la manera en la que el mundo funciona hoy, en esta serie que hace una apuesta formal por un estilo clásico –si se quiere, «a la antigua»–, bien se podrían haber limitado los celulares, las pantallas y los mensajes de texto. Pero lo retro, parece, tiene un límite.