
Streaming: crítica de «Black Box Diaries», de Shiori Ito
Una joven periodista que fue violada por un colega adulto cuenta su historia, en primera persona, a lo largo de los años que le tomó llevar el caso ante la justicia. El film es uno de los 15 precandidatos al Oscar a mejor documental.
En 2015, una periodista japonesa de 26 años –pasante en la agencia Thomson Reuters– se encontró con un famoso periodista de la TV llamado Noriyuki Yamaguchi. La película no contará bien qué es lo que pasó allí hasta más cerca del final, pero lo que podemos ver de entrada es un video de cámaras de seguridad mostrando cómo un hombre saca a una tambaleante mujer de un taxi y la mete un tanto a la fuerza en un hotel. BLACK BOX DIARIES es el intento de Shiori Ito –la víctima de esa violación, a su vez protagonista y directora del film– de contar sus vivencias a lo largo de los varios años en los que se ha dedicado a tratar de llevar a la justicia a su victimario.
Desde una inicial y shockeante conferencia de prensa hasta un juicio, pasando por incontables idas y vueltas con las denuncias policiales y legales, además de complicaciones personales y emocionales, BLACK BOX DIARIES va siguiendo, paso a paso, los distintos estadios del caso desde la perspectiva de la víctima. El film incluirá sus intentos por denunciar a Yamaguchi, la dificultad para que las autoridades le presten atención (el periodista era bastante amigo de Shinzo Abe, entonces Primer Ministro japonés), las no necesariamente positivas reacciones familiares y sociales, y pondrá bastante énfasis en la publicación del libro que Ito escribió sobre el tema, en 2017, cuando el #MeToo ayudó a que su caso empiece a ser escuchado y tomado en cuenta. Junto a eso, el film de Ito irá mostrando las distintas y complejas alternativas legales del caso.

Pero BLACK BOX DIARIES no es un documental sobre un caso y no tiene una búsqueda periodística tradicional. En ese sentido, se puede decir que tiene muchos «agujeros narrativos», silencios y ni siquiera trata de cotejar información con el acusado. No es esa la búsqueda del film y eso queda claro desde su título: es un autorretrato, un diario que sigue el recorrido emocional de la protagonista a través de los años en los que viene lidiando con aquel hecho, incluyendo varios momentos incómodos. A tal punto es así que algunos detalles de lo que pasó recién se escuchan en su voz cerca del final del film. Y tampoco son muy específicos: Ito no quiere, desde el propio film, volver a revictimizarse o atravesar una y otra vez la experiencia.
La curiosidad principal de la película pasa por la primera persona. Han habido otros documentales sobre abusos y violaciones, y varios de ellos se centraron en la dificultad de llevar a la justicia a hombres poderosos y muy bien conectados. El caso de Ito es poco común ya que, al ser dirigido por ella misma –acompañada por una camarógrafa a lo largo de los años–, eso le permite un nivel de intimidad inédito. La escuchamos hablar por teléfono con personas cuyas respuestas incomodan o emocionan. La vemos festejar una decisión y tener lo que parece ser un ataque de pánico ante otra. Y así, a lo largo de años de unos años muy movilizantes. Se trata de un documental que fue filmado durante el proceso y no a posteriori, por lo que –más allá de las decisiones de edición que son posteriores– sigue los vaivenes narrativos del caso en tiempo presente.
Como sucede en muchos de estos autorretratos, hay cierto grado de auto-exposición que puede resultar un tanto incómodo, pero a la vez es cierto que el caso de Ito va más allá de una situación estrictamente personal. Se trata de un hecho que fue, y en cierto modo sigue siendo, muy relevante en Japón por sacar a la luz una larga historia de violencia, abusos y agresiones masculinas que muchas mujeres prefieren callar, más aún en esa cultura que en la occidental, para no enfrentar una muy consolidada estructura patriarcal. Y ese dato no es menor. Por más que, en lo estrictamente narrativo, BLACK BOX DIARIES tenga una estructura de diario personal, en lo profundo es un testimonio que le habla a toda una sociedad.