BAFICI 2025: crítica de «Tom’s 2nd Suicide», de Karni Haneman

BAFICI 2025: crítica de «Tom’s 2nd Suicide», de Karni Haneman

por - cine, Críticas, Festivales
06 Abr, 2025 09:43 | Sin comentarios

Tom es una chica que quiere suicidarse. Kobi es un chico que logra evitarlo. Pero ella volverá a intentarlo. Y Kobi hará lo posible por disuadirla. ¿Podrá?

Esta película israelí que se presenta en la competencia internacional del BAFICI en carácter de estreno mundial es una seca comedia dramática centrada en las experiencias, a lo largo de un día, de dos personas que se conocen en una situación muy particular en la vida de ambos. Tom (interpretada por la propia directora) es una chica que, apenas arranca la película, está sentada dentro de un auto por un largo tiempo. Pronto entendemos la situación: está intentando suicidarse ahí dentro. Kobi (Adam Avidan) también advierte lo que pasa y empieza a golpear la ventana. A Tom no le queda otra que frenar el intento.

En su minimalista retrato de dos personas un tanto perdidas y confundidas en el mundo, Haneman construirá una suerte de road movie en la que ambos irán conociéndose de a poco. Kobi quiere saber los motivos del intento de suicidio de Tom, pero ella no parece tener muchas explicaciones. «No me gusta mi vida», es lo único que atina a decir. Y lo conmina a seguirlo en un segundo intento de matarse. Kobi tampoco parece muy convencido en hacer el esfuerzo de sacarla del plan ya que a la chica se la ve muy decidida.

Parcos, ambos, van metiéndose en situaciones curiosas a lo largo de las horas. La más llamativa es el encuentro con otro joven que está intentando también suicidarse. ¿Podrá Kobi acerca cargo de salvar a los dos? Con humor seco, reminiscente a las películas de Jim Jarmusch (hay planos que parecen copiados de STRANGERS IN PARADISE) o de Aki Kaurismaki, TOM’S 2ND SUICIDE va armándose de a poco, comenzando de una manera en exceso artificial, de un formalismo un tanto forzado, pero con el correr de los minutos va encontrando la humanidad que ambos personajes esconden en su fachada desganada, entre abúlica y depresiva.

Singular comedia existencial, con algunos toques de humor llamativos (la referencia a EL CLUB DE LA PELEA es muy divertida), la película de la realizadora de FUCK YOU JESSICA BLAIR (2017) puede comenzar de una manera un tanto pretenciosa y en exceso controlada, pero cuando los personajes logran trascender ese riguroso corset para mostrar un mínimo resquicio de emoción, la película respira y brilla.