
Series: reseña de «The Last of Us: Temporada 2/Episodio 2», de Craig Mazin y Neil Druckmann (Max)
Violento y shockeante, el segundo episodio de la temporada parece más bien un cierre, con un brutal ataque de las criaturas y una muerte inesperada. Con Pedro Pascal, Bella Ramsey y Kaitlyn Dever. En HBO y Max.
Esta crítica contiene spoilers del Episodio 2. Para los que no jugamos al videojuego, el episodio titulado «Through the Valley» no solo es espectacular e impactante sino toda una sorpresa. No tanto, estimo, para los que conocen la historia original y saben que la brutal muerte de uno de los protagonistas iba a llegar más temprano que tarde. Pero imagino que, aún para ellos, el impacto es innegable. Es que uno podía imaginarse, por esas cosas de las adaptaciones de formato, que los guionistas habrían modificado la historia y llevado este momento tenso, violento y dramático para más atrás en la serie, o quizás, hasta borrarlo de un plumazo. Pero lo mantuvieron al inicio para satisfacción de los fans de las transposiciones fieles y los shockeados espectadores que no se imaginaban que nada menos que Pedro Pascal iba a terminar tan rápidamente su paso por THE LAST OF US.
A mitad de camino entre un episodio de acción pura y constante, una devastadora despedida personal y una reflexión sobre la manera en la que la violencia se propaga a través de generaciones a partir del infernal concepto de la venganza, el segundo episodio compacta en apenas 50 y pico de minutos lo mejor que la serie tiene para dar: drama humano, espectacularidad visual, acción constante y algunas inteligentes ideas acerca de cómo la humanidad puede mostrar, casi en paralelo, su mejor y su peor cara.

El episodio junta dos hechos impactantes que otros guionistas habrían separado en varios episodios. Por un lado, una enorme cantidad de zombies se despabilan de un sueño helado (estaban enterrados bajo la nieve) cuando se cruzan con Abby (Kaitlyn Dever), quien se escapa de ellos y es rescatada por Joel (Pascal), el hombre al que quiere matar como venganza por la muerte de su padre, años atrás, al final de la primera temporada. Sorprendida al topárselo, Abby convence a Joel y a Dina (Isabela Merced) de ir a la casa en la que ella para con sus colegas y escapar así de las bestias. El no imagina lo que le espera.
Pero los zombies los abandonan y marchan a Jackson Hole, donde los humanos los esperan armados hasta los dientes como en un combo de LAS DOS TORRES de la saga EL SEÑOR DE LOS ANILLOS y algún capítulo centrado en los White Walkers llegando al Muro y a Castle Black en JUEGO DE TRONOS. Pero por más pelea que le presenten a los miles de atacantes, tarde o temprano el muro caerá y habrá que luchar mano a mano por las calles, con la temible mordida al alcance de cualquier cuello. La brutal pelea tendrá cientos de víctimas pero los principales sobrevivirán. Golpeados, diezmados y con el pueblo destrozado, pero ganarán la batalla. Lo que no saben aún es que Joel, uno de sus líderes, ya no estará para ayudarlos.

En el medio queda Ellie (Bella Ramsey), que sale en misión reconocimiento pero no se topa en principio con ninguna de las dos situaciones. Hasta que llega a la casa en la que está Abby, su gente, Dina y Joel justo en el momento en el que la chica lo tortura brutalmente. Ellie no logra detener lo que pasa y ve como matan a Joel aelante de sus narices. Previsiblemente jura vengarse, perpetuando un ciclo de violencia que seguirá adelante. Ya no entre hombres y bestias, sino entre los propios humanos, incapaces de poner freno a sus impulsos más revanchistas. En la brutal escena de la muerte de Joel, los amigos de Abby más de una vez le piden que pare, que afloje su crueldad para con él. Pero la mujer, sacada, no escuchará razones. No importa si Joel la salvó de morir a mano de los zombies, el objetivo es matarlo «lentamente» y está dispuesta a hacerlo.
Casi como un western de acción, el episodio de THE LAST OF US que dirigió Mark Mylod (quien había hecho varios de JUEGO DE TRONOS) no solo presenta dos escenas violentas de enfrentamiento –una masiva y la otra más íntima y personal– sino que abre la puerta a una saga en continuado de acciones y reacciones. Uno podría dividir las batallas en dos: una con humanos y la otra contra bestias. Pero el objetivo de la serie es probar que entre una y otra no hay tantas diferencias. De hecho, las bestias atacan con un objetivo animal, alimenticio puro, instinto de supervivencia. El de los humanos es mucho peor: lo hacen a conciencia, creyendo de algún modo absurdo que están haciendo justicia.
Porque matan a yoel ahora por tu culpa ya no me voy a ver la serie