Cannes 2025: crítica de «Amour Apocalypse» («Peak Everything»), de Anne Émond (Quincena de Cineastas)

Cannes 2025: crítica de «Amour Apocalypse» («Peak Everything»), de Anne Émond (Quincena de Cineastas)

por - cine, Críticas, Festivales
18 May, 2025 10:00 | Sin comentarios

Un hombre angustiado y deprimido por el futuro ligado al cambio climático conoce una mujer con la que intenta cambiar su estado de ánimo. Con Patrick Hivon y Piper Perabo.

Así como el cambio climático es real también lo es la ansiedad y hasta la depresión que puede despertar en aquellos que se sienten especialmente afectados por el tema. En PEAK EVERYTHING, expresión que se refiere al punto en el que el mundo ha alcanzado su capacidad máxima para extraer o producir ciertos recursos –tales como petróleo, minerales e incluso alimentos–, el término funciona en doble sentido, ya que ese «pico máximo» es el que alcanza el protagonista, Adam (Patrick Hivon), en su preocupación por lo que estima es un inminente colapso del sistema. Aquí el tema es tomado en serio y a la vez a la ligera en una película que funciona de a ratos, cuando profundiza en las angustias del personaje, pero que pierde fuerza cuando intenta resolverlas mediante mecanismos probados y terapéuticos propios de la comedia romántica.

Adam es un tipo solitario de 45 años, dueño de una perrera en un pequeño pueblo de Québec. Tiene un solo amigo, una amable pero tensa relación con su padre y una empleada que abusa de su timidez e inseguridad para no trabajar nada y manipularlo sexual y emocionalmente. Preocupado por el cambio climático y por su salud, hace ejercicios, va a terapia –donde descarga como un vendaval y con lujo de detalles todas sus angustias respecto a un colapso mundial ante una terapeuta que hace dibujitos en un papel–, compra medicamentos para la ansiedad y la depresión, y pasa mucho tiempo frente a una curiosa lámpara que supuestamente tiene efectos terapéuticos.

En un tono que arranca de un modo cómico, Adam llama al teléfono de la compañía que vende las lámparas creyendo que allí calmarán sus angustias, sin darse cuenta que en realidad se trata de un centro de ayuda técnica. De todos modos, la chica que lo atiende, Tina (Piper Perabo), es amable, comprensiva y lo escucha. No solo eso. Poco después lo llama para ver cómo está y se inicia entre ellos una suerte de amistad/romance telefónico a distancia. A partir de un incidente climático que tiene lugar donde Tina trabaja, Adam deja todo, va a buscarla y allí inician una relación in real life que le da al protagonista algunas alegrías pero también lo mete en una serie de problemas.

AMOUR APOCALYPSE, como la película se llama en francés, es bastante certera a la hora de describir las preocupaciones de su protagonista, alguien que no puede pensar en un futuro posible y que ve todo en términos apocalípticos. El problema principal del filme de Anne Émond pasa por el facilismo de linkear esa preocupación a una serie de traumas familiares y psicológicos, a su soledad y a su imposibilidad de pensar un futuro mejor para sí mismo, como si lo del estado del mundo fuera apenas una forma indirecta de elaborar otro tipo de angustias. Y si bien es cierto que puede haber conexiones entre ambos ejes («estoy mucho tiempo dentro de mi propia cabeza, escuchando el sonido de mi voz«, dirá en un momento), el problema que lo preocupa no deja de ser real. Y los propios protagonistas lo sentirán en carne propia.

Película romántica mezclada con drama psicológico, film de suspenso climático combinado con una pícara comedia sexual (hay personajes secundarios que funcionan a modo de comic relief como en un film hollywoodense tradicional), PEAK EVERYTHING no logra meterse a fondo en el tema que trata ya que prefiere utilizarlo como una suerte de raro McGuffin que lleva al protagonista a actuar para encontrar el amor en lugar de quedarse esperando angustiado el fin del mundo. Y asume que por la vía romántica, las cosas podrán solucionarse. Ojalá así sea, pero honestamente suena un poco más complicado que eso.