
Cannes 2025: crítica de «Death Does Not Exist» («La mort n’existe pas»), de Félix Dufour-Laperrière (Quincena de Cineastas)
Este film de animación se centra en las consecuencias que tiene para una mujer un atentado político que terminal mal y la obliga a huir a un bosque mágico.
Este enigmático film de animación experimental se centra en una lucha social que se va transformando en ecológica y con elementos fantásticos. Lo que cuenta, en términos concretos, es el fracaso de un intento revolucionario iniciado por un grupo de personas contra los poderosos y millonarios del lugar en el que viven. Ese violento ataque no termina bien y muchos de los atacantes mueren o se escapan del lugar. La protagonista es Hélène, una mujer que se fuga hacia un bosque en el que empieza a vivir situaciones más propias de una fábula.
Una vez allí, sin embargo, se reencuentra con Manon, una compañera de esa frustrada batalla y, en medio de un embiste paralelo que tiene que ver con el mundo animal y la ecología, intentan analizar qué pasó y qué pueden hacer ante un mundo en constante cambio y aparente destrucción. Mezclando debates políticos con comentarios más personales e ingresando de a poco en un mundo más alterado formalmente y con elementos propios de la fábula, Hélène va tratando de reacomodar su pensamiento y, a la vez, sobrevivir.

Intrigante, con una animación elegante, estilizada y por momentos experimental –en casi nada se acerca al fotorrealismo–, LA MUERTE NO EXISTE es un film extraño, por momentos un tanto impenetrable y, en otros, intentando ser más directo en lo que respecta a las posibilidades de una acción política en un contexto en el que tanto las diferencias socioeconómicas como la realidad material del planeta son igualmente importantes.
Animación para adultos, exploración visual y metáfora de acción política, DEATH DOES NOT EXIST es más que nada una curiosidad dentro del panorama de Cannes. No es el tipo de film de animación de autor accesible como lo fue FLOW el año pasado, sino que intenta ubicarse en un margen que corre por afuera de los circuitos comerciales. Aunque su estética pueda volverse repetitiva y hasta confusa, es una película por momentos fascinante de ver y nunca deja de sorprender con alguna idea inesperada. Y eso no es poco…