Cannes 2025: crítica de «L’Engloutie» («The Girl in the Snow»), de Louise Hémon (Quincena de Cineastas)

Cannes 2025: crítica de «L’Engloutie» («The Girl in the Snow»), de Louise Hémon (Quincena de Cineastas)

por - cine, Críticas, Festivales
15 May, 2025 02:07 | Sin comentarios

A fines del siglo XIX, una maestra llega a una aldea montañosa para dar clases a los niños y allí se enreda en una serie de situaciones impredecibles.

Una aldea montañosa en pleno invierno ubicada en algún lugar recóndito de Francia en el que la gente habla en un curioso dialecto es el escenario de esta extraña y sugerente película. Hacia ese lugar en medio de la nada y que parece habitado por no más que unas 20, 30 personas, llega Aimée, una maestra de escuela que viene a enseñarles a los pocos niños que viven allí a leer y escribir en francés. En lúgubres cuevas y rodeada de un ambiente tenso e inquietante que no la hacen sentir para nada bienvenida, Aimée intenta hacer lo suyo. Como puede…

Mientras el frío arrecia, llegan avalanchas de nieve y muere el patriarca del lugar (es curioso el lugar que eligen para enterrarlo), Aimée se va acomodando a la vida en la comunidad. Los niños son simpáticos, los pocos hombres jóvenes que viven allí son curiosos pero no agresivos, y con las que más problemas tiene Aimée es con un par de ancianas que descreen por completo de su tarea y le hacen la vida imposible. No les gusta que bañe a los niños, no entienden la necesidad de que sepan leer y se manejan con rituales un tanto oscuros que esta mujer laica y preparada no comprende. Y que terminan por fastidiarla.

Pero lo civilizado y lo natural, lo educado y lo salvaje empiezan a mezclarse a partir del deseo y las tensiones sexuales. Y una vez que eso aparece en el ambiente, las cosas se empiezan a complicar aún más. Y allí ya no es muy claro de qué lado está la razón, la locura, la ciencia y la superstición, y si esos conceptos siquiera tienen algún valor en ese contexto. Hémon construye un universo de película de terror, pero prefiere direccionar el tono del film hacia lo enigmático, lo raro e incomprensible. La naturaleza actúa de modos raros, gente desaparece misteriosamente y todo empieza a adoptar un aire a pesadillesca fábula, con un ataúd que parece observarlo todo y quizás hasta actuar sobre los acontecimientos.

El escenario –en un formato 4:3 que da aún más sensación de agobio y encierro– es quizás el principal protagonista de este film que pone en discusión y hace chocar creencias místicas y costumbres arraigadas en aldeas alejadas de toda civilización (es curioso como allí vocalizan de un modo diferente hasta el sonido que hacen los animales y como solo reconocen dos lugares en todo el mundo, Argelia y California) con la información que esta mujer educada y correcta viene a traerles. El film atraviesa en un momento el cambio de siglo y ese es el marco apropiado para esta serie de desencuentros, si se quiere, culturales.

Otra película parece empezar cuando las pulsiones sexuales de todos entran en juego y allí Hémon oscurece aún más el relato, haciéndolo entrar en un tono enigmático y por momentos indefinible, en especial en función de la rotunda oscuridad de los interiores. Coqueteando con lo fantástico o con los febriles delirios de la protagonista, THE GIRL IN THE SNOW se va enrareciendo por demás pero sin perder de vista ese ángulo, ese choque de culturas que la organiza.