Estrenos online: «Apocalipsis en los trópicos» («Apocalypse in the Tropics»), de Petra Costa (Netflix)

Estrenos online: «Apocalipsis en los trópicos» («Apocalypse in the Tropics»), de Petra Costa (Netflix)

por - Críticas
14 Jul, 2025 03:55 | 1 comentario

Este documental se centra en el crecimiento y el poder de la Iglesia Evangélica en Brasil y cómo ha llegado a ser una de las fuerzas más relevantes en la política de ese país.

Pocos días antes del estreno de APOCALIPSIS EN LOS TROPICOS en Netflix, el presidente argentino Javier Milei conducía la ceremonia de apertura de un templo evangélico en la provincia del Chaco, una de las más pobres del país y la que mayor porcentaje de población tiene profesando esa religión: se calcula que más de un 25 por ciento del total. Una de las provincias más pobres del país y relativamente cercana a Brasil, el Chaco –como buena parte del noreste de la Argentina y especialmente el litoral– es donde las iglesias evangélicas pentecostales más han ingresado y, si se quiere, evangelizado. La presencia de Milei en ese lugar no es para nada casual. Y al ver APOCALIPSIS EN LOS TROPICOS uno puede trazar una línea de pensamiento y de acción política que intenta acercar aún más las conexiones entre las ideas liberales (no necesariamente religiosas, al menos no en su origen) y la población evangélica.

En su nuevo documental sobre la última y tumultuosa década política en Brasil, la realizadora de AL FILO DE LA DEMOCRACIA –un film centrado fundamentalmente en el juicio político y la destitución de Dilma Roussef, el caso que llevó a la cárcel al actual presidente Lula Da Silva, y la llegada a la presidencia del outsider Jair Bolsonaro– pone el eje en el importante rol que la Iglesia Evangélica ha tenido en esos cambios, llevando a la religión –en especial, al fanatismo religioso– a ser una pieza fundamental en la arquitectura política de esa nación, tradicionalmente laica y secular en su organización política. Como es sabido, este tipo de iglesias en Brasil son conocidas desde hace décadas y Costa traza rápidamente su historia y su conexión con Billy Graham, el tele-evangelista estadounidense que supo convocar decenas de miles de personas en sus visitas a Brasil décadas atrás.

Resumiendo y simplificando bastante un asunto más largo y complejo, la película explica los motivos por los que este tipo de iglesias –que, a diferencia del cristianismo tradicional, proponen la acción política directa– ha crecido, en especial entre las poblaciones más pobres del país que no se sentían representadas por el catolicismo y, mucho menos, por los movimientos tercermundistas (Teología de la Liberación) u otros modos de acción política del llamado progresismo. En medio de esa «evolución», Costa se detiene en la convocante figura del pastor Silas Malafaia, un influyente pastor evangélico que fue uno de los líderes que apoyó de entrada la figura de un Bolsonaro, un político de tercera línea que poco y nada tenía que ver con la religión, pero que se prestó rápidamente (bautismo y cambio de nombre mediante) a la posibilidad de ser votado por una población evangélica que supera el 30 por ciento de los habitantes del país vecino.

La prédica anticomunista de Malafaia conectó rápidamente con la de Bolsonaro, el hombre fue ungido presidente y APOCALIPSIS EN LOS TROPICOS analizará lo que pasó durante esos años, en especial los ligados a la pandemia del coronavirus durante la cual Brasil casi no tomó medidas preventivas y dejó todo librado a la suerte, a Dios o –en imágenes shockeantes– a las creencias de cada habitante. De ahí en más, y siempre con Malafaia como figura organizadora del relato (quien le da muchas entrevistas a la producción), Costa pondrá el eje en la liberación de Lula de la cárcel y las elecciones de 2022 que lo volvieron a consagrar presidente, ocupándose de la manera conflictiva, brutal y religiosamente inspirada en la que se trató de voltearlo mediante un golpe de estado bastante similar en su forma a lo que sucedió en el Congreso estadounidense cuando Donald Trump perdió con Joe Biden.

Con un tono personal –uno que acostumbra a usar en su cine y que la aleja del documental más periodístico tradicional que se usa para contar este tipo de historias–, Costa va analizando los hechos, pensando en voz alta sus implicancias, tratando de entender los motivos del crecimiento de los evangélicos e interpretando las maneras que esa conexión entre religión y política ha hecho estragos en el funcionamiento de Brasil de los últimos años. Para una mujer educada en la ciencia, como ella misma admite, se trata de un fenómeno un tanto inexplicable pero a la vez innegable que trata de entender de la manera más abierta posible. Y el documental hace, o trata de hacer, una distinción entre la fe del pueblo –y consiguientemente de los votantes– y las manipulaciones de sus líderes y pastores.

Viendo lo que pasa allí, en los Estados Unidos y lo que bien podría suceder –en un playbook aprendido casi de memoria– en la Argentina, APOCALYPSE IN THE TROPICS se convierte en un doloroso documento de un cambio de época en la que la mayoría de los valores que llevaron adelante Occidente durante buena parte del siglo XX parecen estar esfumándose por completo. Los alegatos/sermones de Malafaia respecto a la batalla contra el marxismo cultural son idénticos a los que aquí hacen personas como Agustín Laje. Y lo mismo pasa con el uso de las fake news, la manipulación online, las presiones de los líderes evangélicos a los políticos a cambio del apoyo de sus fieles (exigían tener un miembro en la Corte Suprema y lo lograron, entre otras cosas) y, en paralelo, los modos en los que los políticos se desesperan y contradicen –inclusive el propio Lula– por tratar de conquistar como sea a una parte de esos votantes.

Con un tono «apocalíptico» en su acepción más clásica, la película de Petra Costa no retrata un hecho del pasado sino una situación en constante movimiento. Son muchos los países en el mundo que han visto cómo la religión –no solo la evangélica, sino también la cristiana, el fundamentalismo islámico en los países árabes, la ortodoxia judía en Israel y muchas otras– han alterado por completo y en algunos casos hasta destruido las normas de convivencia democrática tradicionales en función de una «verdad revelada» por profetas o libros sagrados. Y en el caso de la Iglesia Evangélica –o al menos una parte importante de ella– no se trata de un fenómeno aislado o de una curiosidad que involucra tan solo a un par de países, sino un coordinado movimiento internacional que continúa en plena expansión y que no parece tener límites.