
Estrenos online: crítica de «Juegos de seducción», de Gonzalo Tobal (Prime Video)
En este thriller mexicano, un estafador que seduce a mujeres y se queda con su dinero se mete en un asunto más complicado que lo usual cuando conoce a la esposa de un poderoso empresario. Con Diego Boneta y Martha Higareda. En Prime Video.
Entre la globalización de las producciones para streaming y la falta de apoyo al cine en la Argentina, aparecen en el mercado films como JUEGOS DE SEDUCCION, de Gonzalo Tobal: una película mexicana realizada por un director argentino. Una versión moderna y actualizada de los códigos del film noir, la película marca el regreso al cine después de siete años –en los que dirigió episodios de series– del realizador de VILLEGAS y ACUSADA, una película con algunos puntos de contacto con este nuevo thriller lleno de trucos y engaños.
Aquí, la estrella mexicana Diego Boneta –coproductor del film– encarna a un sofisticado con man, un estafador, un tramposo, un hombre que se dedica a engañar a mujeres y quedarse con su dinero de una manera refinada. Elegante y seductor, Sebastián cambia de nombre, trabajo, personalidad y hasta nacionalidad ante cada nueva conquista, quedándose con el dinero de mujeres jóvenes y mayores, pero sin robarles sino logrando que se lo den por su propia voluntad. Pese a esa actividad, el film lo muestra como un tipo amable, cálido, que trabaja con su mejor amigo (Maclo, quien le arregla los casos, encarnado por Alejandro Speitzer) y adora a su hermana menor, embarazada.
Pero cuando está punto de dejar todo para irse a vivir a Argentina, el hombre –que en la eficiente voz en off del inicio habla con la seguridad de un maestro en el arte de entender y manipular a las personas– se topa con una situación repentina que lo lleva a quedarse en México. Su auto es chocado por una mujer llamada Carolina (Martha Higareda), deprimida y preocupada, a la que ayuda en su mala situación, iniciando con ella un romance bastante tórrido que le permite conocer detalles de su vida. La mujer está casada con un emprendedor millonario y en apariencia bastante corrupto (Alberto Guerra), por lo que Sebastián decide aprovechar la situación y quedarse con el dinero del hombre.

Cualquiera que haya visto dos o tres películas de cine negro advertirá que esto seguramente no es tan simple como parece y que Carolina puede no decir toda su verdad ni ser tal cual se presenta. Es así que, entre el romance a escondidas, los planes de Sebastián y Maclo para quedarse con el dinero del marido de Carolina y los probables secretos que la mujer pueda estar guardando se va desarrollando esta película presentada como un thriller erótico (de hecho, la canción de Soda Stereo que se escucha no es la que da título al film sino, en una escena de sexo, esta otra) aunque responde más que nada a las características de un relato de suspenso y engaños más o menos clásico.
Un juego de quién engaña a quién (y para qué), JUEGOS DE SEDUCCION funciona bastante bien dentro de sus códigos –el film tiene una estética modernista y fría que lo vuelve un relato más internacional que mexicano, fácilmente adaptable a otros lugares–, ya que el espectador nunca sabe cuándo, cómo y de dónde vendrán las esperables sorpresas. Quizás sea curioso que un personaje en el fondo tan detestable como Sebastián sea presentado casi como el héroe del relato, pero el guión logra buscarle la vuelta (un tanto forzada) para presentarlo como tal.
Pese a su efectiva construcción, su resolución (o resoluciones) son un tanto enredadas y bruscas, un poco confusas y apresuradas, bajándole el precio a un relato que parecía jugar en un territorio un poco más sutil y complejo. De todos modos, se trata de un producto para plataformas hecho con cuidado y cierta elegancia, que puede funcionar en un mercado global en el que las nacionalidades son un poco lo de menos. Uno preferiría que un talento como el de Tobal pueda ser aprovechado para producciones locales más ricas y originales, pero la realidad del mercado internacional (y de la crisis audiovisual local) ha llevado a que hoy muchos realizadores argentinos circulen por el mundo dejando evidencias de su profesionalismo en productos un tanto más impersonales.
Emeğinize sağlık, bilgilendirmeler için teşekkür ederim.