Estrenos online: crítica de «Verano del 69» («Summer of ’69»), de Jillian Bell (Disney+)

Estrenos online: crítica de «Verano del 69» («Summer of ’69»), de Jillian Bell (Disney+)

Una chica quiere conquistar a un compañero de escuela y contrata a una stripper para que la ayude a aprender cómo manejarse sexualmente. Con Sam Morelos y Chloe Fineman. En Disney+

Si los espectadores seleccionan VERANO DEL 69 en la plataforma de Disney+ esperando, en función del título, ver una historia que transcurre en el literal verano de 1969, se van a llevar una sorpresa. Seguramente, cuando el film comience en un tiempo muy parecido al presente, se queden esperando a que arranque el flashback. Pero no. No hay viajes al pasado acá. La lógica del título se develará un tanto después, cuando quede claro a qué 69 esta comedia adolescente se refiere.

Pícara y simpática, amable y ligera, la película de la actriz, guionista y comediante Bell cuenta la historia de Abby Flores (Sam Morelos), una chica de 17 años bastante solitaria y nerd que está enamorada de Max (Matt Cornett), un compañero de la escuela al que conoce desde que eran niños. Max, que siempre estuvo en pareja con otra chica del colegio, acaba de cortar. Y Abby se ilusiona con la posibilidad de que ese sea su momento, por más que Max tenga el aspecto de ser un chico popular y atractivo que se lleva todas las miradas y ella no crea estar en esa liga. Además, convengamos, tartamudea cada vez que se lo cruza y anota en un papel lo que le quiere decir.

La forma de acercarse a él parece cuando un amigo de Max al que siempre vemos disfrazado de la mascota del colegio le dice Abby que al chico le fascina la posición sexual que explica el título a la película. Y Abby se convence de que lo mejor que puede hacer es aprenderla y así conquistarlo. Solo que no tiene mucha idea cómo. En realidad, casi todo lo ligado a la seducción, sensualidad y sexo le es ajeno, por lo que va a un strip club, se fascina con Santa Monica (la comediante de SATURDAY NIGHT LIVE, Chloe Fineman), una stripper que tiene muy claro cómo usar su cuerpo para enloquecer a los hombres, y decide que la quiere de «profesora».

Es así que, trucos mediante y aprovechando que sus padres se van una semana dejándole la casa libre, la contrata para que le explique cómo es esto de «la 69». En realidad, lo que quiere es una suerte de curso acelerado de cómo hacer para estar más atractiva, sentirse segura de sí misma y así conquistar al chico en cuestión. Monica no quiere saber nada con la propuesta, pero como en el club nocturno en el que trabaja necesitan 20 mil dólares para pagar deudas y no tener que venderlo a un insoportable y baboso empresario (Charlie Day), le dice que le enseñará a ser sexy solo por esa enorme suma de dinero. La chica acepta y le da todos sus ahorros, que cubren solo una parte del insólito precio.

Y es así como empieza una suerte de curso que, en realidad, sirve más que nada para desarrollar la amistad entre esta adolescente solitaria y una treintañera un poco confundida e insegura con las decisiones que tomó en su vida. VERANO DEL 69 no es tan arriesgada como puede sonar el título –más allá de algunos juegos con maniquíes y objetos sexuales– porque en realidad su tema pasa por otro lado: superar las inseguridades, hacerse nuevos amigos, ayudarse entre sí y darse cuenta, en el fondo, que quizás eso sea más importante que conquistar al chico de los sueños.

VERANO DEL 69 promete y divierte con muy buenas escenas y líneas de diálogo entre ambas y con el elenco secundario, prueba de que por detrás de la propuesta hay gente como Bell, con experiencia como guionista (también de SNL) y mucho ingenio para crear situaciones graciosas e inesperadas. El problema de la película es que, tras construir dos muy buenos personajes y una bastante sólida relación entre ellas, elige cerrar el paquete con una montaña de clichés que, por más que sean esperables en un género tan codificado como este (es obvio que ella hará una fiesta en su casa sin permiso y será un caos), desvían la atención de una manera en exceso banal, que no está a la altura de lo que prometía la película.

Más allá de ese fallida media hora final, SUMMER OF 69 se disfruta como una comedia adolescente con cierto aire a las que se hacían en la época de AMERICAN PIE. Si bien las redes sociales, los celulares y los juegos en red son parte de la propuesta, Bell inteligentemente los deja en un segundo plano para jugar en un registro un tanto más retro, con homenajes a comedias clásicas hot como NEGOCIOS RIESGOSOS (sí, la de Tom Cruise bailando en calzoncillos y gafas de sol), autos descapotables y un aire que remeda al tipo de energía, personajes y humor pícaro del cine de los ’80, tipo PORKY’S. Eso sí, es mucho más inocente que cualquier película sobre sexo que se podía haber hecho en el año 1969, pero igualmente audaz para los tiempos que corren. Bueno, un poco nomás…