
Estrenos online: crítica de «Mi año en Oxford» («My Oxford Year»), de Iain Morris (Netflix)
Una chica estadounidense se va a estudiar a una universidad en Gran Bretaña y se enamora de su profesor de Literatura en este film romántico protagonizado por Sofía Carson. Disponible en Netflix.
Un combo de tres películas distintas –o tres tipos de películas distintas–, MY OXFORD YEAR incorpora en un solo relato una comedia romántica clásica entre personas de clases sociales diferentes, una historia de una expatriada estadounidense viviendo en Europa y un drama con enfermedades severas. El plan parece ser: probemos todos los modelos de moda en las plataformas y veamos cuál funciona. Adaptada de la novela homónima de Julia Whelan, la película deja en evidencia que el que mucho abarca poco aprieta y ninguna de las subtramas alcanza para darle vida a este subproducto de la industria juvenil de Netflix.
Protagonizada por Sofía Carson (PURPLE HEARTS, THE DESCENDANTS), este combo de EMILY EN PARIS, TOO MUCH, EL TIEMPO QUE ESTES y varias otras intenta ser una sumatoria de esas exitosas tendencias en el mundo del streaming con una historia que arranca de la forma más ligera posible. La actriz de ascendencia colombiana (en la película es de familia argentino-cubana y su madre es interpretada por Romina Cocca) encarna a Anna de la Vega, una chica estadounidense que tiene todo planeado en su vida: ir a estudiar un año a Oxford (su pasión es la literatura) y, al volver, entrar a trabajar al banco de inversión Goldman Sachs, donde en apariencia tiene un puesto asegurado.

Al llegar a Oxford se fascina con el mundo universitario y pronto se topa con Jamie (el inglés Corey Mylchreest, de QUEEN CHARLOTTE), un hombre con el que atraviesa un enredo propio de comedia, con las esperables fricciones y malos entendidos. Para su sorpresa, el primer día de clases se da cuenta que el tal Jamie es su profesor de Literatura y que tendrá que lidiar con él. Es obvio de entrada que se gustan y que es cuestión de tiempo –minutos, digamos– para que algo pase entre ellos, sin que nadie se plantee lo apropiado que pueda ser esa relación entre docente y alumna. Pero como Carson parece tener la misma edad que él (si bien parece más joven de lo que en realidad es, cuesta un poco imaginársela como una alumna universitaria), todos lo pasamos por alto.
Jamie tiene fama de mujeriego pero la relación, de todos modos, avanza. Ninguno se la plantea como algo serio porque Anna tiene pensado estar solo un año ahí y volver para su prometido trabajo, uno que parece tener poco que ver con sus gustos y su personalidad. Y Jamie guarda también sus secretos. Y así avanza MI AÑO EN OXFORD hasta que se revelan algunas cuestiones personales importantes que alteran el curso de los acontecimientos. Allí la historia encarará por otros lados, incluyendo el drama familiar –como todo británico que se precie, Jamie no tiene una buena relación con su padre y prefiere no hablar del tema–, los recorridos turísticos por diversos lugares bonitos de Europa y una nueva serie de enredos y confusiones que ponen en peligro su relación.
No hay mucho más que eso acá. Un par de actores carismáticos en plan comedia juvenil, unos secundarios un tanto excéntricos para aportar algunos momentos humorísticos, algunos chistes sobre los choques culturales y confusiones idiomáticas, muchos cambios de vestuarios, muchas locaciones fotogénicas y listo, ya está, se acabó el asunto. Dirigida de un modo tan competente como anodino por el británico Iain Morris –con más experiencia como guionista y productor que como director–, MY OXFORD YEAR marca todos los casilleros necesarios para funcionar con el público juvenil y se queda corto en casi todos.