
Columnas: cinco sagas que definieron el terror moderno
El cine de terror siempre ha sabido evolucionar, adaptándose a los miedos más profundos de cada generación. Sin embargo, algunas sagas han logrado ir más allá, creando universos y personajes que han dejado una huella imborrable. Aquí, cinco de las más importantes.
El cine de terror siempre ha sabido evolucionar, adaptándose a los miedos más profundos de cada generación. Sin embargo, algunas sagas han logrado ir más allá, creando universos y personajes que han dejado una huella imborrable en la cultura popular.
Hay franquicias que no solo nos regalaron sustos memorables, sino que también redefinieron el género y demostraron que el miedo puede ser un negocio épico y un vehículo para la exploración de nuestras peores pesadillas.
Sucede que, durante décadas, el terror se basó en fórmulas y clichés predecibles. Pero, a partir de los años 70, una nueva ola de directores y guionistas comenzó a subvertir las expectativas, creando villanos icónicos que se empatizaban con el público o se negaban a morir y, de esta forma, establecieron las nuevas reglas narrativas que hoy en día son la base del género.
Este nuevo concepto inundó el rubro con sagas que, no solo crearon sus propios universos, sino que inspiraron a incontables creadores y prepararon el terreno para que el terror fuera tomado en serio como un género narrativo y comercial.
Un claro ejemplo de esta propuesta híbrida entre varios géneros es la película de Resident Evil: La venganza, que es única por fusionar el terror de supervivencia con una acción de alto octanaje y basada en una serie de videojuegos, logrando una fórmula exitosa que supo llevarla a la cima.
En este recorrido, exploraremos cómo estas cinco sagas se convirtieron en auténticos pilares del cine de terror. Desde el terror puro y visceral del slasher hasta las narrativas psicológicas y el miedo en el espacio, y analizaremos cómo cada una de ellas se atrevió a innovar y a expandir los límites de lo que creíamos posible en la pantalla grande.

Iconos del slasher y lo sobrenatural
Las películas de terror encontraron su forma más pura y escalofriante a través del slasher y lo sobrenatural, dando vida a villanos que se convirtieron en íconos culturales. Estas sagas no solo crearon películas, sino que forjaron un legado de miedo que continúa resonando en el cine.
- –Halloween (1978): Con la introducción de Michael Myers, esta saga no solo popularizó el género slasher, sino que nos dio a un asesino imparable, un mal puro y sin motivación que acecha desde las sombras. Su estilo minimalista, la tensión que crea su banda sonora y su figura imponente lo convirtieron en un arquetipo del terror y sentaron las bases para innumerables películas. Dirigida por John Carpenter en 1978, esta cinta de bajo presupuesto revolucionó el género de terror al despojarlo de la fantasía y los monstruos clásicos para presentar un miedo mucho más aterrador.
- –Pesadilla en la calle Elm (1984): Freddy Krueger cambió las reglas del juego al llevar el miedo al plano de los sueños, un lugar donde nadie está a salvo. Esta franquicia mezcló el terror con la fantasía y el humor negro, permitiendo a su villano torturar a sus víctimas de maneras creativas e imposibles. La premisa original de un asesino que ataca en los sueños lo consolidó como uno de los personajes más reconocibles e innovadores del cine.

La tensión del terror psicológico y el gótico
El terror no siempre se manifiesta en un monstruo visible. A menudo, el miedo más profundo es el que se instala en la mente, a través de la tensión psicológica o de un ambiente gótico y opresivo. Estas sagas dominaron el arte de la atmósfera y el suspenso para generar un terror más duradero.
- –El juego del miedo (2004): Con su primer largometraje, esta saga revolucionó el terror al crear una narrativa compleja y un enfoque en el suspenso psicológico. En lugar de sustos repentinos, la tensión se construye a través de acertijos macabros y trampas mortales ideadas por el asesino Jigsaw. Dirigida por James Wan y escrita por Leigh Whannell, esta cinta de 2004, de bajo presupuesto, se convirtió en un fenómeno mundial y dio inicio a una de las sagas de terror más rentables de la historia haciendo que el público se vea forzado a cuestionar la moralidad de los personajes, mientras se adentra en un laberinto de angustia que es tan mental como físico.
- –El conjuro (2013): La película estrenada en 2013, no solo revitalizó el género de terror de casas embrujadas, sino que estableció un nuevo estándar para el horror sobrenatural en el cine. Dirigida por James Wan, esta cinta, basada en los casos de los demonólogos Ed y Lorraine Warren, demostró que el terror más efectivo no necesita gore o violencia excesiva, sino una atmósfera opresiva y un suspenso que se construye lentamente. La trama se centra en una familia que se muda a una casa de campo en Rhode Island, solo para descubrir que es acechada por una entidad maligna. Wan utiliza de forma magistral la dirección de fotografía, el diseño de sonido y una edición precisa para generar miedo a través de la sugerencia y no de la explicitud.
Lo que distingue a El Conjuro es su enfoque en los personajes y la credibilidad de la historia. Al presentarnos a los Warren como investigadores reales y a la familia como víctimas genuinas, la película crea un vínculo emocional que hace que el miedo sea más personal e intenso. Su éxito no solo dio lugar a una de las sagas más rentables del género, sino que también demostró que el terror clásico, bien ejecutado, puede resonar con una audiencia moderna, reviviendo un estilo que se había perdido en la industria.

El miedo en el espacio y más allá
El terror no está confinado a los cementerios o las casas embrujadas. A veces, el miedo más profundo nace del aislamiento y de lo desconocido, como lo demostraron las sagas que se atrevieron a llevar el género al vasto e inhóspito espacio.
- –Alien (1979): Esta no es solo una película de terror; es una obra maestra de la ciencia ficción y una clase magistral de cómo generar miedo a través de la atmósfera, la tensión y lo desconocido. Dirigida por Ridley Scott en 1979, esta película de bajo presupuesto redefinió el género al fusionar el terror de supervivencia con un escenario de ciencia ficción, creando una experiencia única que ha influenciado a generaciones de cineastas.
La película nos sumerge en la nave espacial Nostromo, donde una tripulación de trabajadores, se enfrenta a una forma de vida extraterrestre que no pueden comprender. La hace tan aterradora su habilidad para construir el miedo de manera lenta y metódica a través de la claustrofobia de los pasillos de la nave, el sonido de las alarmas y el temor de lo que acecha en las sombras. El monstruo, el icónico Xenomorfo, apenas se muestra en la primera mitad de la película.
Más allá de su terror visceral, la película es una exploración del miedo a lo desconocido y al aislamiento en el espacio. Alien es un hito cultural que nos enseñó que el mayor miedo no viene de un monstruo, sino de la incertidumbre de no saber qué hay en la oscuridad.