
Estrenos / San Sebastián 2025: crítica de «27 noches», de Daniel Hendler (Netflix)
Basada en un caso real, esta comedia dramática cuenta la historia de una mecenas excéntrica a la que sus hijas intentan declarar insana. Con Marilú Marini. En competición en San Sebastián. Estrena Netflix el 17 de octubre.
Quién tiene el control de qué es lo que corresponde hacer a una u otra edad de la vida? ¿Quién sabe, a ciencia cierta, cuáles son los comportamientos correctos y los equivocados, los adecuados y los reprobables? La historia que se cuenta en 27 NOCHES se basa en un caso real –el de la artista plástica Natalia Kohen, recogido en el libro de no ficción de Natalia Zito–, pero podría sucederle a muchas personas. Quizás no de este modo tan peculiar, pero sí en su lógica y en las tensiones que despierta. Y la pregunta vuelve a ser la misma: ¿quién determina cómo debe vivirse la vejez?
Martha Hoffman (una extraordinaria Marilú Marini) es una mujer del arte, una mecenas, una viuda adinerada que ha decidido financiar con su plata los proyectos artísticos de colegas más jóvenes. Algunos podrán pensar que muchos de estos artistas –cuyo trabajo puede o no ser relevante– la están «usando», aprovechándose de una anciana de más de 80 años que, como dice un abogado, «puede que no tenga todos los patitos en fila» y les esté regalando buena parte de sus bienes. De hecho, sus dos hijas (encarnadas por Carla Peterson y Paula Grinszpan), que temen por esos bienes y quizás también por su salud mental, intentan declararla insana, víctima de una demencia frontotemporal. Y la película empieza con las dos y un equipo de enfermeros yendo a buscarla, por la fuerza de ser necesario, a su casa. Y logran internarla.

27 NOCHES irá y volverá en el tiempo entre esa internación y lo que sucede después, cuando la mujer logra salir de ese hospital psiquiátrico y recibe en su casa la visita de un perito llamado Casares (Daniel Hendler), que tiene que determinar si la mujer está o no, técnicamente, «demente». Y la relación entre ambos, que se desarrollará inicialmente a modo de entrevistas en el lujoso living de la casa de Martha, será el núcleo principal del film. Martha es una mujer extrovertida, sin desparpajos, que habla de sexualidad (las esculturas que hay en su casa son bastante elocuentes al respecto), que ha vivido en Europa de un modo «libertino» y tiene algunas curiosas obsesiones personales. Casares es todo lo contrario: un burócrata algo abúlico, sin demasiadas pasiones, tímido, que vive con su padre y no parece tener vida social.
El planteo está servido para una de esas relaciones entre dos personajes muy distintos cuyas vidas se modifican tras ese encuentro. Y si bien eso es, en términos generales, lo que sucede, lo que Hendler logra construir aquí, en su faceta como realizador, es una comedia dramática que habla de un modo ameno de temas relevantes no solo ligados a la llamada «tercera edad» sino acerca del rol y el uso del dinero en una sociedad. A las hijas de Hoffman y a los abogados que las representan les interesa más que nada que su madre no «malgaste» su herencia en un montón de artistas de dudoso talento (en ese grupo aparecen Humberto Tortonese, Julián Tello, Jimena Anganuzzi y muchos otros) y la inteligencia de la película pasa por presentar como opción a una mujer que quizás sí esté haciendo eso, pero no por demencia o insanía sino por una consciente decisión de que es así como quiere vivir su vida hasta el último de sus días.
27 NOCHES utiliza al personaje de Hendler en contraposición al de Marini. No es que el tipo esté pendiente del dinero, sino que parece ser alguien que perdió su pulsión vital, su interés por algo que no sea sus muchas veces tediosos casos laborales. En el juzgado conoce a una colega (Julieta Zylberberg) que le cae bien aunque no sabe cómo manejarse con ella. Y las curiosas lecciones de Martha podrían ayudarlo a salir de ese atolladero emocional en el que está metido. A la vez, a modo de intrigantes flashbacks, la película se ocupará de los incómodos días de Martha en el internado.

La película es decididamente old fashioned, una comedia dramática «de amplio espectro», que puede divertir y emocionar a un público mayor al que habitualmente las comedias del Nuevo Cine Argentino no les habla. Pero Hendler –como se puede ver en sus otras películas, incluyendo la actual UN CABO SUELTO— trabaja en un territorio particular, que toma algunos elementos de la comedia seca y moderna pero sabe combinarlos con tradiciones más clásicas y de más sencilla identificación. Así, 27 NOCHES mezclará canciones melódicas brasileñas con temas de Pixies, tendrá un par de situaciones de comedia absurda y otras en las que apuntará de manera muy sensible a la emoción. Y no tengo dudas que buena parte del público soltará unos cuantos lagrimones al verla.
Más allá del trabajo extraordinario de un elenco lleno de caras conocidas y de un guión que encuentra casi siempre la manera de escapar a los lugares comunes de este subgénero, es la actuación de Marilú Marini la que lleva a la película a otra dimensión, tanto humorística como emocional. Martha puede parecer una mujer frívola, vanidosa y hasta un poquito «chapita», pero la gran actriz argentina encuentra siempre la manera de transmitir todo lo que le pasa a su personaje sin caer jamás en el golpe bajo o la tentación a sobreactuar las situaciones más emotivas. La cámara se deposita un rato en su rostro, la deja hablar, observa cómo sus ojos son atravesados por alguna lágrima y uno sabe que detrás de esa mujer extravagante y en apariencia caprichosa hay una mujer que, simplemente, quiere vivir los que quizás sean sus últimos años de vida como se le de la gana. Hay una expresión más brusca que esa para cerrar, pero se las dejo a ustedes…