San Sebastián 2025: crítica de «The Fence» («Le Cri des Gardes»), de Claire Denis (Competición oficial)

San Sebastián 2025: crítica de «The Fence» («Le Cri des Gardes»), de Claire Denis (Competición oficial)

por - cine, Críticas, Festivales
21 Sep, 2025 01:52 | Sin comentarios

La realizadora francesa adapta la obra «Black Battles with Dogs» de Bernard-Marie Koltès y la transforma en un duelo desértico entre un capataz (Matt Dillon) y un hombre local (Isaach de Bankolé) que exige el cuerpo de su hermano fallecido en misteriosas circunstancias.

Claire Denis ha hecho muchas películas en el norte de Africa de CHOCOLAT a esta parte, pero ninguna como THE FENCE. Y no lo digo en un buen sentido. El problema de la película de la realizadora de HIGH LIFE y BEAU TRAVAIL es que no logra quebrar la sensación de que se trata de una obra de teatro filmada, una pieza que –en otro espacio y con una duración más acotada– podría haber tenido cierto impacto, pero una que cinematográficamente no hace más que repetirse y repetirse hasta generar cierto hartazgo o fastidio. Las ideas están, los conflictos que la película plantea son claros, pero la forma utilizada para trabajarlos raras veces funciona.

El problema principal del film se puede resumir en la escena a la que vuelve una y otra vez y que le da su nombre (en inglés al menos): una cerca. De un lado, un tal Horn (Matt Dillon) y del otro un hombre local llamado Alboury (Isaach de Bankolé, veterano colaborador de la directora), que una y otra vez le reclama que le entregue el cadaver de su hermano fallecido, a lo que Horn se niega. Durante media película se ven distintas versiones de esto: Horn intentando negociar –con dinero o amenazas– frente a un hombre con firmes principios que no acepta ninguna propuesta. Y los modos de esos diálogos no se modifican. A tal punto se vuelve circular todo que uno tiene la impresión de estar viendo algún tipo de obra experimental o que alguien está pasando el mismo rollo de película varias veces.

Pero para llegar a eso sí suceden algunas cosas antes. La «cerca» en cuestión separa un sitio en el que se está construyendo algún tipo de emprendimiento en el desierto africano. Allí, Horn espera por la llegada, esa misma noche, de su novia inglesa, Leonie (Mia McKenna-Bruce). El que la va a recoger a la ciudad es Cal (Tom Blyth), un joven intenso que también trabaja en la fábrica y que puede estar involucrado en la desaparición o asesinato de un hombre, el mismo que luego Alboury irá a buscar. En el viaje entre los dos jóvenes hay una cierta tensión sexual e intriga que promete una película un tanto más intensa en ese aspecto, pero luego eso queda en segundo (o tercer) plano ya que Denis pone el foco literal en esa lucha simbólica entre el capataz de la empresa y el hombre local que, con dignidad y firmeza, pide por lo que le corresponde.

Adaptada de la obra de Bernard-Marie Koltès Black Battles with Dogs (los perros y otros animales tienen una presencia lateral pero importante en la historia), escrita en 1979 y centrada esencialmente en los conflictos de poder en este tipo de emprendimientos colonialistas en el Tercer Mundo, THE FENCE logra intrigar más cuando se centra en la mecánica entre Horn, Leonie y Cal, un triángulo que nunca llega a explorarse del todo pero que deja muchas puertas intrigantes abiertas. ¿Qué sucedió realmente con el hombre que murió? ¿Fue un accidente de trabajo, un asesinato o algo más complicado? La película dará a entender que allí pasó algo raro pero lo explorará más a fondo recién sobre el final. Para entonces, es difícil que al espectador le importe demasiado. Y lo que sucede de allí en adelante –que son las escenas más claramente dramáticas de la historia– aún menos.

Hay asuntos del pasado que se exploran y se dejan de lado rápidamente, una cena que se espera y nunca arranca, actuaciones que no cuajan muy bien entre sí y algunas escenas un tanto caprichosas que sacuden de tanto en tanto el conflicto. Pero raramente lo hacen avanzar, ya no dramáticamente sino al menos en cuanto a complejizar los temas de debate. Claire Denis es una extraordinaria directora que, tengo la impresión, no está atravesando de las mejores etapas de su carrera. De hecho, aún contando con la fotografía de Eric Gautier, esta es una de las películas visualmente más chatas de todo su cine, habitualmente lleno de matices en ese sentido. Y al no poder aportar mucho tampoco por ese lado, THE FENCE termina convirtiéndose en una discusión eterna entre dos personas (dos mundos, dos visiones de las cosas) que jamás se podrán poner de acuerdo.