San Sebastián 2025: crítica de «Weightless» («Vægtløs»), de Emilie Thalund (New Directors)

San Sebastián 2025: crítica de «Weightless» («Vægtløs»), de Emilie Thalund (New Directors)

por - cine, Críticas, Festivales
22 Sep, 2025 11:30 | Sin comentarios

Ambientada en un campamento de bienestar danés, la película de Emilie Thalund retrata el despertar de una adolescente enfrentando la fragilidad de la adolescencia y la responsabilidad adulta.

La canción que se escucha sobre el final de WEIGHTLESS habla del «despertar sexual». Y en películas de hace algunas décadas, la historia que se cuenta aquí bien podría considerarse dentro de esa gama. Ya no. El tipo de relación que muestra este film danés, queda claro, es bastante más problemático que eso. De todos modos, la originalidad del film de Emilie Thalund es que no se queda en los conceptos más simples y políticamente correctos sino que trata de ir más en profundidad dentro de un espectro que se presenta más complicado de lo que parece. O de la manera en la que una película más sencilla lo mostraría.

Lea (Marie Helweg Augustsen) tiene 15 años y es enviada por su familia a pasar un verano en un «campamento de bienestar». Allí van muchos adolescentes por distintas circunstancias, pero una buena cantidad lo hace para bajar de peso, mejorar hábitos alimenticios y sanitarios. Lea –o su familia– tiene intenciones de bajar varios kilos y hacia allí la chica va, metiéndose en una rutina cotidiana de ejercicios físicos y dietas bastante estrictas. Como compañera de cuarto tiene a Sasha (Ella Paaske), una chica más activa socialmente que está allí por otro tipo de problemas, a la que le gusta salir y verse con chicos. Lea, más tímida y quizás acomplejada, se incomoda en ese mundo y en esas rutinas. Y más se complica todo cuando termina siendo víctima de bullying.

Con quien se siente más cómoda es con Rune, uno de los instructores del campamento, un treintañero simpático y amable que trata muy bien a los chicos y parece ser muy sensible con Lea. Para ella, poder hablar con él, sentirse bien tratada y escuchada es un descubrimiento. Y de a poco empieza a acercarse más. Rune (Joachim Fjelstrup), en lugar de tomar distancia o poner freno a la situación, se acerca a ella, la escucha, la contiene. Pero en un momento la cercanía se volverá más y más problemática, y allí suceden cosas que no deberían suceder.

Thalund es inteligente en la manera en la que plantea esa relación. No se trata –o no parece tratarse– de un grooming evidente ni de una situación planeada por un docente perverso para hacer algo con las alumnas que le atraen. Pero en un momento el adulto debería poner límites o marcar distancias y aquí eso no pasa. De hecho, más bien sucede lo contrario. Y de allí en adelante la relación tampoco gira 180 grados, ya que lo que cualquier espectador considerará un abuso, para esa chica de 15 años en pleno despertar sexual es algo más complicado de comprender.

WEIGHTLESS se inserta de una manera muy ingeniosa y, hoy por hoy, bastante audaz en el tema que toca. Si bien deja en claro que la responsabilidad de lo que sucede es del adulto (encima, docente), le da también un rol importante a Lea, ya que reconoce en ella ese deseo, esa atracción y esa necesidad de sentirse mirada, entendida y hasta acariciada. Es claro quien debe poner paños fríos allí, pero como eso no sucede –o no sucede del todo–, las cosas se vuelven más turbias y complicadas.

Con mucha sensibilidad para retratar a sus personajes –aún a los que uno consideraría monstruosos– y un buen ojo para la puesta en escena, la opera prima de Thalund cuenta una complicada historia de despertar sexual y de cómo esa confusión adolescente se choca con comportamientos adultos. A la vez, y de un modo indirecto, pone el ojo en la fragilidad de la protagonista ligada a su propia imagen física y a cómo eso determina, en parte al menos, su comportamiento. Cuando Lea le cuenta a Sasha que tiene «onda» con Rune, la chica la mira sin poder creer que eso sea cierto. Y ese fugaz comentario no hace más que acrecentar su fragilidad y su deseo de estar con aquel que sí parece contenerla. No hay tantas películas que sepan narrar ese espacio complicado y confuso de la adolescencia. Esta lo hace muy bien.