
Series: reseña de «Incontrolables» («Wayward»), de Mae Martin (Netflix)
En Tall Pines, nada es lo que parece. Tras un intento de escape de una academia para «adolescentes problemáticos», dos alumnas deciden aliarse con un policía recién llegado al pueblo. Juntos, terminarán desenterrando los secretos más oscuros y profundos que allí yacen. Con Mae Martin, Toni Colette y Sarah Gadon. Disponible en Netflix.
Un thriller sobre una misteriosa institución dedicada a ayudar o curar a adolescentes problemáticos o descarriados, INCONTROLABLES juega con la tensión, la intriga y el misterio acerca de qué es lo que verdaderamente sucede en es misterioso lugar ubicado en Tall Pines, Virginia, y liderado por la enigmática Evelyn Wade (Toni Colette). Pero Evelyn, si bien es el personaje más característico y extravagante de la serie, no es la protagonista de la historia. Es, si se quiere poner así, su villano.
La serie creada y protagonizada por el comediante trans canadiense Mae Martin (creador de la muy buena FEEL GOOD) no se caracteriza por su humor sino que va directo al grano del género. Martin encarna a Alex Dempsey, un policía que llega en el año 2003 con su esposa embarazada, Laura (Sarah Gadon), a trabajar al pueblo de Tall Pines, del que Laura es oriunda y en el que pasó su juventud. Uno de esos pueblos donde, dicen, nunca pasa nada. Pero uno de entrada sabe que no es realmente así. Pueblo chico, dicen, ya saben…

En paralelo a esa trama, en Canadá se nos cuenta la historia de dos amigas adolescentes consideradas problemáticas en su escuela secundaria. La familia de Abbie (Sydney Topliffe), que de problemática tiene muy poco, la envía a la fuerza a esta curiosa y cara institución llamada Tall Pines Academy, donde Evelyn y su equipo supuestamente lograr «curar» a esos adolescentes rebeldes y/o difíciles. Su amiga, la más típicamente rebelde Leila (Alyvia Alyn Lind), al enterarse de que «capturaron» a Abbie, decide fugarse de Canadá e ir a rescatar a su amiga a ese lugar. Pero al llegar es atrapada también y gracias a ambas vemos las rarísimas costumbres de ese lugar.
Es así que, mientras Alex empieza a sospechar que algunas cosas raras se manejan en esa institución, sale a la luz que su pareja Laura fue a esa escuela siendo adolescente. De hecho, cuando Alex conoce a Evelyn queda en evidencia que la mujer todavía parece tener cierto «poder» sobre Laura. Pero, ¿qué es lo que realmente se hace en la institución? ¿Qué secretos se esconden ahí y por qué algunos tratan de huir sin lograr sobrevivir a esos intentos de escape? ¿Y qué secretos esconde Laura?

De eso va WAYWARD, una bastante tradicional trama policial ligera, con extrañas instituciones que tienen prácticas misteriosas, personajes un tanto bizarros, costumbres igualmente raras y un pasado que, al irse revelando, va dejando más o menos en claro como todo se une con todo. Sin salir de esa zona jamás –la serie nunca es densa como para tomársela realmente en serio ni tampoco es cómica como para verla en plan parodia–, lo que sostiene la intriga es entender cómo las personas involucradas en esa institución se conectan entre sí, qué es lo que realmente se hace allí y porqué es tan poderosa e influyente en la ciudad.
Si bien Colette no es la protagonista, su actuación y presencia es la que comanda el asunto. Martin, que viene de la comedia y el stand up, tiene una presencia que se siente un tanto más liviana, casi menos comprometida que el resto del elenco, un habitual problema de la gente del mundo stand up cuando pasa a hacer drama y tiene que «actuar». Más allá de desajustes internos, una duración excesiva y una trama que pega tres vueltas sobre sí misma, INCONTROLABLES funcionará con un público más interesado en series enigmáticas juveniles tipo STRANGER THINGS que los que buscan un drama policial serio sobre el tema de las adolescencias complicadas. De hecho, si buscan algo así, Netflix tiene ya una serie sobre eso. Ya saben cuál es.