
Estrenos online: crítica de «Stiller & Meara: Nothing Is Lost», de Ben Stiller (Apple TV)
El actor y director cuenta la historia de sus padres, los íconos de la comedia Jerry Stiller y Anne Meara, explorando su influencia tanto en la cultura popular como en el hogar, donde la frontera entre la creatividad, la familia, la vida y el arte a menudo se difumina. Desde el 24 de octubre por Apple TV.
El riesgo de hacer una película como NOTHING IS LOST es alto. Este documental de Ben Stiller centrado en sus padres, la dupla cómica conocida como Stiller & Meara, podría fácilmente quedar como un ejercicio de terapia familiar hecho por un nepo baby criado en una familia de artistas, un hombre que reflexiona y recuerda esa historia y analiza cómo afectó, para bien o para mal, su vida. Y si bien eso está presente y hasta se puede decir que recorre todo el film, hay algo en la manera cálida, transparente y luminosa en la que Stiller crea esta obra autobiográfica que la hace superar el desafío, le permite surfear con elegancia casi todos los potenciales problemas del subgénero.
Una de las razones pasa por la manera de encarar la historia que cuenta, más emotiva y analítica que shockeante o traumática, manteniendo un tono que a esta altura se puede decir que es «un don familiar». La otra, por el increíble material de archivo que tiene. De hecho, el título del documental viene de la obsesión de los padres de Ben (o «Benji», como le decían de niño) de grabar, filmar, anotar, acopiar y guardar todo lo que hicieron a lo largo de su vida. Y como la película se organiza, a partir de la muerte de ambos, con Ben y su hermana Amy vaciando la casa familiar para venderla, esa «limpieza» funciona como recorrido, como desempolvar un archivo lleno de maravillosas, raras y divertidas historias.

Jerry Stiller y Anne Meara conformaron una dupla cómica que se hizo muy popular en los años ’60, más que nada a partir de sus constantes apariciones en The Ed Sullivan Show, el programa más visto de la TV estadounidense de esa época. Tan es así que en su primera presentación allí compartieron emisión con los Rolling Stones. El judío, ella católica, de orígenes y personalidades bastante diferentes, Jerry y Anne lograron instalarse en los corazones de buena parte del público de esa época. Ella, naturalmente muy talentosa. El, con más esfuerzo y dedicación. Ella, interesada en hacer cosas más serias. El, prefiriendo la popularidad a costa de todo. Con esas diferencias y similitudes construyeron una serie de rutinas que terminaron teniendo mucho de autobiográficas.
Todo esto sucedía mientras Amy y Ben eran pequeños y a veces acompañaban a sus padres a programas de TV y sets de filmación. Y toda esa popularidad implicaba que no siempre pudieran ocuparse de sus hijos como lo hubieran deseado. Todo ese combo, obviamente, toca muy de cerca a Ben, que tiene similares conflictos: una fama que lo aleja de su familia, una mezcla de los deseos de sus padres en lo que respecta a su carrera artística (por momentos quiere hacer cosas más serias y densas, en otros prefiere comedias más populares), una problemática relación de pareja y, más que cualquier otra cosa, una profunda admiración por sus padres, quienes con sus defectos y problemas, sacaron adelante a esa familia de artistas.
STILLER & MEARA: NOTHING IS LOST es un recorrido por la historia de la comedia, un emotivo homenaje familiar, una serie de reflexiones sobre la relación entre el trabajo y «la vida», y un documental bastante relajado y deconstruido que, salvo por algunos momentos un tanto fuera de registro (las escenas en las que Ben habla directo a cámara, por ejemplo), sabe ser elegante, encantador y melancólico en parejas dosis. Del desafío del «ombliguismo» es muy difícil salir, pero da la impresión que el Stiller director –un complemento más de ese artista todoterreno que es y que no todos valoran lo suficiente– entiende cómo hacer para evitar los excesos. Supongo que pasa por el amor y el afecto que trasciende hasta la historia que se cuenta. Quizás allí esté el secreto de esta noble y querible película.