Esta serie de Netflix es una parodia de los documentales tipo «Making a Murderer», utilizando ese registro de manera humorística para investigar el caso de un alumno que es expulsado de una escuela secundaria por dibujar penes en los autos de todos los profesores. A partir de un chiste en apariencia bastante básico la serie consigue hacer un retrato muy realista, creíble y divertido de la vida adolescente.