Festivales: «Como me da la gana 2», de Ignacio Agüero

Festivales: «Como me da la gana 2», de Ignacio Agüero

por - Críticas, Festivales
27 Jul, 2016 08:11 | Sin comentarios

«¿Qué es lo cinematográfico de tu película?» es la pregunta que Ignacio «Nacho» Agüero le hace a cada uno de los directores que entrevista en COMO ME DA LA GANA 2, el filme que acaba de presentar en FIDMarseille y que ganó allí el premio principal. La pregunta no tiene fácil respuesta. La mayoría de […]

como me da la gana 3«¿Qué es lo cinematográfico de tu película?» es la pregunta que Ignacio «Nacho» Agüero le hace a cada uno de los directores que entrevista en COMO ME DA LA GANA 2, el filme que acaba de presentar en FIDMarseille y que ganó allí el premio principal. La pregunta no tiene fácil respuesta. La mayoría de los realizadores entrevistados dudan a la hora de responderla, no saben bien qué decir u optan por irse «por las ramas» sin enfrentar directamente la cuestión. Pero Agüero no busca en el filme desnudar ninguna farsa sino que la suya es una pregunta tan genuina que ni siquiera él sabe responder. Ni en general ni respecto a su propia película. De hecho, COMO ME DA LA GANA 2 podría ser leída en su totalidad como el intento también suyo de responder esa pregunta.

La original COMO ME DA LA GANA se hizo entre 1984 y 1985. Es una película de cerca de media hora (que se puede encontrar en YouTube) en la que el entonces más joven documentalista encaraba a cineastas de entonces en medio de sus rodajes preguntándoles sobre sus proyectos. Lo que más le preocupaba entonces parecía ser quién iba a ver sus películas. Y los directores no parecían tampoco tener mucha idea. O no les preocupaba. El «¿para quién hacen sus películas?» de entonces era tan inasible como lo es ahora. Pero ahora la pregunta es otra, aunque aquella sigue siendo relevante.

como me da la gana 2El nuevo documental del realizador de EL OTRO DIA no es estrictamente una secuela de aquel. Su mayor extensión (cerca de 90 minutos) le permite hacer esas entrevistas en rodaje pero, a la vez, expandir hacia otros territorios: la memoria cinematográfica personal y familiar, el mundo que lo rodea y su propio cine. Agüero vuelve también sobre imágenes e historias de otros filmes suyos de entonces como NO OLVIDAR y CIEN NIÑOS ESPERANDO UN TREN, actualizando la situación del taller de cine para chicos de Alicia Vega, que sigue funcionando hoy. Es que esa película –aún más que COMO ME DA LA GANA— era ya de entrada una reflexión sobre el poder de las imágenes, de lo cinematográfico, para acercarse al mundo.

Si alguna respuesta ensaya Agüero aquí es que lo cinematográfico es algo inasible que se va procesando en el acto de hacer. Su película desnuda su propio rodaje, con discusiones entre él y su editora acerca del rumbo narrativo al punto de que, a modo casi de broma, la película literalmente vuelve a comenzar tres veces, con títulos y todo. Es como si Agüero narrara por asociación libre: empieza hablando de cine en un rodaje con Pablo Larraín, y eso le dispara una idea que lo lleva a filmaciones familiares y luego a un viaje a Rusia y así, hasta darse cuenta que, literalmente, perdió «el hilo». Y si bien vuelve a empezar, lo que parece decir la estudiada puesta es exactamente lo contrario: lo cinematográfico es ese dejarse llevar, ese libre discurrir, esa capacidad que tienen las imágenes para llevarnos por la historia personal y la Historia de un país a través de los lugares, las personas y las conexiones que podemos hacer con todo eso.

ThisIsTheWayILikeIt150Reconocido y respetado en todos lados pero especialmente en Chile, Agüero no tiene inconvenientes en meterse casi de prepo en algunos de los rodajes más importantes que se hicieron en Chile en 2015 y encarar a los realizadores con dos o tres preguntas sin preámbulo alguno. Siempre hay una pregunta sencilla, digamos, que todos contestan con preparación de años de «presentaciones de proyectos» por el mundo. Y luego viene el golpe de gracia: «¿por qué estas contando esta historia cinematográficamente?». Ahí se complica, claro. ¿Por qué lo hago es cine y no otra cosa?

La lista de entrevistados es larga y empieza por Larraín filmando NERUDA, sigue con Marialy Rivas haciendo PRINCESITA, se detiene un poco más en el rodaje de EL VIENTO SABE QUE VUELVO A CASA, de José Luis Torres Leiva (por motivos que explicaré luego) y sigue con Christopher Murray haciendo EL CRISTO CIEGO, Alicia Scherson y Cristian Jiménez adaptando a Alejandro Zambra en VIDA DE FAMILIA y Niles Attallah haciendo REY, una nueva versión de la misma historia que aquí contó Carlos Sorín en LA PELICULA DEL REY. Y si bien la película no es, como la anterior, un documental sobre el estado de la industria cinematográfica en Chile, la cantidad de realizadores y proyectos, su tamaño y circulación por el mundo, dejan en claro, que el tema está ahí sin mencionarse. Hoy el cine en Chile no es, como entonces, un grupo de locos sueltos intentando hacer algo en medio del final de una dictadura como la de Pinochet sino una pequeña pero vital industria. Por eso la pregunta de Agüero vale doblemente. Ya no es industrial sino teórica, casi baziniana. No es «para quién hacer cine» sino «qué es el cine» para quienes lo hacen.

comomedaCOMO ME DA LA GANA 2 tendrá otros momentos de reflexión, remembranza y observación similares a lo que Agüero hacía en EL OTRO DIA (las escenas con un par de niños mirando películas tiene una conmovedora resonancia a lo Kiarostami) y, como dije antes, flashbacks a otras películas e historias del realizador, que siempre pone el cine en el centro de sus preocupaciones. En el filme de Torres Leiva, Agüero actúa también y es por eso que se detiene más allí, ofreciendo imágenes que bien podrían ser un making of de esa película. Pero es cierto que allí encuentra también lo más parecido a un alma gemela que tiene en el cine de su país, alguien que también entiende que hacer cine es un estado de búsqueda y exploración constantes. Ambas películas juegan con esa idea de la libertad de narrar, de contar tratando de que el ojo y el oído lleven la narración hacia donde quieren, hacia algo que es imposible de preconcebir del todo previamente. Acaso Agüero tampoco sepa del todo articular qué es lo «cinematográfico» pero su película –sus películas– son una exploración constante y consistente para aprehender eso tan elusivo y misterioso como mágico.