Festival de Mar del Plata: Panorama Argentino y Latinoamericano (10 críticas)

Festival de Mar del Plata: Panorama Argentino y Latinoamericano (10 críticas)

por - cine, Críticas, Festivales
11 Nov, 2016 07:13 | Sin comentarios

En este post aparecerán las críticas de las películas de las secciones Panorama Argentino y Latinoamericano del Festival de Mar del Plata, entre las que se cuentan las nuevas obras de Claudia Sainte-Luce (foto), Juan Villegas, Ariel Escalante, Vera Czemerinski, Juan Pablo Zaramella, Nicolás Zukerfeld/Malena Solarz, Adriano Salgado y Juan Andrés Arango, entre otras que iré actualizando a medida que se acerque y avance el festival.

PANORAMA ARGENTINO

2001: MIENTRAS KUBRICK ESTABA EN EL ESPACIO, de Gabriel Nicoli

2001Pocos días antes del estallido social que acabó con el gobierno de De la Rúa, un grupo de jóvenes se debate qué hacer con sus vidas, cada uno con sus respectivos problemas. La protagonista (Malena Villa), su amigo (Vicente Correa) y un amigo de éste (Alan Daicz) parecen preocupados por sus propios asuntos hasta que les empieza a caer la ficha de que la situación es insostenible. A modo de resguardo personal eligen irse al interior de la provincia en un auto rosado (de la abuela de uno de ellos) a dejarla a la chica en su pueblo y, ellos, a competir en un bizarro torneo de aviones de papel.

El filme se centra en las relaciones entre los tres, sus encuentros con familiares, parejas o desconocidos (allí aparecen Jazmin Stuart, Bárbara Lombardo y Esteban Lamothe, Iair Said), pero mientras el país se desintegra la relación entre ellos empeora cada vez más, especialmente por la tozudez de uno de ellos, que tapa un problema personal volviéndose agresivo con los otros. El otro, cinéfilo, es el que aporta el paralelo que da con el título del filme.

Muy bien actuada por el trío protagónico, la película tiene un muy buen arranque (especialmente por el siempre intenso Daicz), planteando las relaciones entre los protagonistas y las decisiones que se ven obligados a tomar frente a la situación. En su segunda mitad el guión pierde un poco de fuerza y recurre a situaciones un tanto forzadas, pero aquí y allá resuenan escenas (como esa visita a un pueblo que parece destrozado por un terremoto) de gran potencia visual. Pese a sus problemas, se trata de una auspiciosa opera prima de un director que tiene talento para la dirección de actores y para crear algunas escenas visualmente inquietantes. Eso sí, el título es bastante flojo y poco tiene que ver con lo que se cuenta.

 

ADAN BUENOSAYRES, LA PELICULA, de Juan Villegas

adan-buenosayres-655El título puede ser engañoso: no es, estrictamente, la adaptación al cine de la novela de Leopoldo Marechal, pero en otro sentido sí lo es. No sólo porque tiene algunas escenas en las que dos actores (Julian Tello y Pablo Sigal) interpretan algunas escenas de la novela sino porque, en su investigación documental sobre la figura de Marechal y sobre las particularidades de la novela en sí, de algún modo Villegas arma algo que podría llamarse adaptación.

La película cuenta con algunas escenas de la novela ficcionalizadas pero el centro está en las entrevistas informales que Villegas tiene con personas como el cineasta Manuel Antín, que quiso adaptarla en los años ’70, y con el escritor Pedro Mairal, entre otros. Ambos contando las peculiaridades de la novela, su lugar curioso dentro de la literatura argentina (a mitad de camino entre lo vanguardista y lo popular) y su fuerte relación con zonas geográficas específicas de la ciudad.

De duración televisiva (48 minutos, fue hecha para ese tipo de emisión), su breve metraje le permite ir directamente a los puntos centrales que toca la novela. Por un lado, el lugar de la obra en el canon literario argentino y, por el otro, lo que el libro narra en sí, en especial la relación entre Samuel y Adán, cuyos diálogos están tomados del guión de Antín. Villegas reconstruye esa historia de un par de amigos que deambulan por las noches de Villa Crespo y Saavedra y la trae de los años ’20 al presente. Y nada parece ser muy distinto.

 

CARTA 12, PRAGA, de Vera Czemerinski

carta12El cortometraje CARTA 12, PRAGA forma parte de un proyecto de largo alcance que intenta redescubrir para el espectador la magia romántica y casi anacrónica de la correspondencia de viajes. A lo largo de distintas ciudades, recorridos y de las respectivas misivas enviadas por la protagonista hacia el Río de la Plata, el proyecto plantea una serie de descentramientos sutiles respecto a la clásica “postal de viaje”.

Las historias que se cuentan en ellas no son necesariamente amables ni mucho menos turísticas, sino que por el contrario ponen en juego, discretamente, las zonas oscuras de la historia europea, repasando eventos trágicos que muchas veces parecen chocar con la placidez de los universos que observamos. Y esa placidez visual es también tramposa ya que bien podría ser vista como la “calma de los cementerios”: son bellas ciudades que también son fantasmales, con un vacío que funciona como reflexión sobre un continente que fue (y sigue siendo) víctima de constantes conflictos políticos, étnicos y raciales.

carta-12-praga-1-b-900x480Su personaje principal, Isabella, es también un acertijo. Su escritura y dicción un tanto demodé para esta época la pone en una zona literaria que se adivina nostálgica y casi turística, pero los textos que escribe esconden una profunda perturbación por lo aprendido y vivido en cada uno de los lugares que recorre, perturbación que pareciera esconder (o disimular) con su tono reposado y amable hacia Manuela, la receptora de las cartas.

“Austerlitz”, novela de Sebald que se construye como un recorrido por la historia más trágica de Europa de los últimos siglos — persecuciones, desarraigos, éxodos, crímenes– reflexiona sobre esa combinación entre historia personal y social, entre lo que existe en los lugares a los que viajamos y lo que ponemos de nuestras experiencias al estar en ellos. “La relación entre espacio y tiempo, tal como se experimenta al viajar — escribe– , tiene algo de ilusionista e ilusoria, por lo que, cada vez que volvemos del extranjero, nunca estamos seguros si hemos estado fuera realmente”. Acaso de eso se trate este recorrido de (auto) descubrimiento de Isabella: una serie de cartas escritas por alguien que le cuenta un viaje que nunca hizo a alguien que nunca existió.

 

EL INVIERNO LLEGA DESPUES DEL OTOÑO, de Nicolás Zukerfeld y Malena Solarz

el inviernoEl comienzo da a entender –o permite suponer– que estamos por ver una mezcla de película a la manera de las de la nouvelle vague con un toque Hong Sangsoo acerca de relaciones complicadas y encuentros y desencuentros en bares. Y a lo largo del filme tal vez el primer concepto pese más que el segundo, ya que tras el punto de partida (el encuentro o cruce de una pareja recién separada) la película se subdivide para contar las vivencias durante el otoño de él (Pablo) y las del invierno de ella (Mariana).

No tengo en claro si los dos realizadores dirigieron la película juntos o cada uno se ocupó de una de las etapas (digamos, él la de Pablo y ella la de Mariana, o viceversa) pero lo cierto es que la película tiene una continuidad temática, estética y narrativa muy sólida, que no invita a pensar en esas diferencias. El “otoño” de Pablo, que se dedica a las desgrabaciones, pasa entre conferencias, trabajo y encuentros con amigos del área literaria/cinematográfica/artística (hay varios cameos de figuras del medio) mientras que el “invierno” de Mariana, con nuevo novio, propone situaciones similares: cocinar, participar de extra en una película, visitar a una amiga, cenar con otra pareja. Solarz y Zukerfeld siguen a cada uno por su lado en un derrotero de sus experiencias post-separación, sin un nudo dramático importante que las organice más que vivenciar, de manera cercana pero no invasiva, sus experiencias.

Si bien esa ausencia de conflicto puede resultar un tanto complicada de aceptar para cierta parte del público, lo que permite es acercarse directamente a las experiencias de cada uno de ellos de la manera más franca posible (la cámara de Fernando Lockett ayuda a generar la sensación de una “distancia justa”). Con dos muy buenas y naturales actuaciones de Marina Califano y Guillermo Masse, se trata de una película que refleja de modo honesto –sin subrayados dramáticos pero tampoco con distancia clínica, entomológica– la experiencia de dos treintañeros porteños reconstruyendo sus vidas en tiempo presente.

 

LAS LINDAS, de Melisa Liebenthal

las lindasDe reciente participación en el Festival de Rotterdam, LAS LINDAS es un documental que parte de una premisa no demasiado común en el cine argentino, especialmente dentro de ese género: es un filme acerca de un grupo de amigas y su relación con la belleza, con sus cuerpos, con sus historias ligadas a la percepción que los demás tienen de ellas. Una suerte de simpático registro sociológico de una clase media (o media alta) en el que varias amigas de toda la vida van contando sus historias, historias en la cual la idea de la belleza es central.

La película funciona también como un diario personal de la realizadora, a la que vemos poco en pantalla (y bastante mas en fotos viejas y videos), y que siempre se ha sentido fuera –por su look, su voz “masculina”– de este “selecto” grupo de chicas que parecen tocadas por esa varita mágica. Descontracturada y libre, con los altibajos propios (narrativos y audiovisuales) de una película filmada casi a la manera de un diario personal, LAS LINDAS se asemeja un poco a 35 Y SOLTERA, otro documental personal/femenino que ponía el eje en un lugar parecido. Pero aquí, más que las relaciones románticas (los varones son realmente secundarios en esta historia), lo que prima es el choque entre la mirada personal (la perspectiva de género, digamos) frente a la cultural y social, heredada por los padres, la familia y el sistema educativo.

 

ONION, de Juan Pablo Zaramella

onionEl experimentado y talentoso especialista en animación realiza aquí un corto –casi un mediometraje– en el que combina su ya clásico  trabajo de animación stop motion con otros tipos de animación y con actuación en vivo para contar la historia de Jessica (Paloma Contreras), una chica que va por primera vez a una clase de «Yoga Zodíaco» y allí tiene una suerte de trip en el cual Zaramella pude dar rienda suelta a su imaginación visual tanto en la animación pura y dura como mezclando elementos animados en los propios actores.

Ese trip sensorial de Jessica –y audiovisual para los espectadores– es lo mejor y más intenso de este mediometraje que no es tan logrado en la parte actoral (Zaramella hace a los intérpretes actuar de un modo excesivo y caricaturesco, casi como si fueran personajes de animación y los resultados no son los mismos) pero que muestra el lado más, si se quiere, psicodélico y surrealista de la animación del realizador, especialmente en la segunda mitad de sus 22 minutos. Más allá de sus problemas en lo referente a la parte no animada del filme, ONION vale la pena verse por su delirante acceso al cerebro de Jessica. O al de Zaramella, ¿quién sabe?

 

ROMANTICO ITALIANO, de Adriano Salgado

romantico italianoDel director de la muy original LA UTILIDAD DE UN REVISTERO llega otro filme de carácter inusual y cercano a lo experimental –aunque menos narrativo que aquel– en el que el realizador, tras filmar una entrevista para un programa de televisión con la actriz Camila Toker, decide seguirla por la ciudad ya que ella se llevó puesto el micrófono inalámbrico y él debe recuperarlo. La película tiene la estructura de un documental, aunque en buena parte parece ser “falso”: su persecución de Toker por el centro y la playa marplatense está más planificada de lo que parece. Lo que no lo está tanto, uno imagina, son los encuentros de Salgado y su cámara con gente a lo largo de la ciudad, a muchos de las cuales ve y cruza mientras la recorre buscando a Toker o esperando a que salga de un cine.

Así, la película se apoya en su persecución espía a la actriz a la que escuchamos hablando de cine, de fiestas y romances por teléfono o con gente que se encuentra, pero a la que vemos de lejos por una cámara que, por momentos, se asemeja un tanto incómodamente a un stalker. Estoy seguro que la película no es documental en ningún sentido, ya que si lo fuera la persecución espía –más auditiva que visual– traspasaría ciertos límites éticos. Fuera de eso, Salgado filma a la gente en el centro de Mar del Plata y sus lugares más canónicos, encontrando algunas imágenes sorprendentes y llamativas junto a otras que forman parte del “acervo visual” del centro de esa ciudad. Al final, con la canción que da título a la película, el director encuentra su mejor plano (acaso uno de los mejores de todo el festival), uno que permite al espectador salir de la sala contento, bailarín, romántico y un poco italiano también….

 

PANORAMA DE CINE LATINOAMERICANO

EL SONIDO DE LAS COSAS, de Ariel Escalante

elsonidodelascosasEsta opera prima costarricense se centra en la vida de Claudia, una enfermera que se dedica todo el tiempo a su trabajo y casi no tiene vida social. Algo la perturba emocionalmente al punto de no permitirle accionar fuera de ese universo: la muerte de su prima, con la que vivía en un departamento. Incapaz o imposibilitada de procesar el hecho, va por la vida disimulando su angustia. En el cuarto que su prima dejó se muda otro chico amable y simpático pero que lo irrita y con quien no puede conectar. Un poco mejor se lleva con un viejo amigo que reaparece en su vida y que ha superado un cáncer, lo que acaso le ayude a conectar desde algo que tienen en común: una convivencia con el dolor y el sufrimiento.

Con muy buenos intérpretes y eficientemente narrada, la película intenta ir mostrando cómo Claudia va procesando su duelo en una sociedad –y una generación– que parece casi forzar a sus miembros a «estar bien» y ser positivos todo el tiempo, lo cual la hace sentir casi una descastada en su apatía y depresión. Ese triángulo de relaciones y los pequeños pasos que va dando Claudia para salir del duelo están muy bien manejados por Escalante (no confundir con el mexicano Amat) durante gran parte del tiempo, salvo hacia el final donde no parece encontrar el modo justo o adecuado de encaminar o cerrar la historia. Más allá de ese problema, es una promisoria y auspiciosa opera prima de un cine que se ve y se conoce muy poco.

 

LA CAJA VACIA, de Claudia Sainte-Luce

caja-vacia-08La nueva película de la realizadora de LOS INSOLITOS PECES GATO se centra en un tema muy personal: la relación con su padre. Protagonizada por la propia realizadora y el actor Jimmy Jean-Louis, la película narra el reencuentro de padre e hija después de mucho tiempo sin verse. El, que es haitiano de origen, ha sufrido un accidente y tiene una enfermedad que lo lleva a perder continuamente la noción de la realidad. Esa demencia se hace presente en la película de una manera directa ya que muchas veces las escenas van y vienen en el tiempo mientras el preente se mezcla con sus recuerdos, paranoia y alucinaciones.

Ella es la que tiene que cuidarlo ahora, situación que no le agrada para nada por diversos motivos: el hombre siempre ha sido bastante indomable y exigente, la relación entre ambos es tirante y le impide a ella continuar con su vida normal. En esos pequeños momentos libres aparece la posibilidad de una incipiente relación con un joven argentino recien llegado a México (Pablo Sigal), pero su padre es demandante, problemático y no puede estar solo, lo que apremia cada vez más a la protagonista.

emptybox_01Sainte-Luce filma buena parte de las escenas del padre o entre padre e hija en la casa de ella y casi a oscuras, tomando casi como modelo al cine de Pedro Costa con Ventura, a quien el personaje del padre un poco se parece. El mundo interior de este complicado hombre es fascinante pero también demasiado entrecortado y fragmentario, lo que lleva al espectador a meterse en ese incómodo universo de recuerdos y confusiones en tiempo presente sin nunca poder hacer del todo pie. Un poco más livianas y necesarias para quitar el tono opresivo al relato son las escenas de ella fuera de su casa, especialmente las que mantiene con Sigal, quien funciona como una pequeña luz posible al final del relato.

Intima y personal, por momentos oscura y agobiante y por otros un tanto más amable y hasta graciosa, LA CAJA VACIA es un filme en primera persona que narra los difíciles intentos de una hija que, tras una historia familiar complicada, trata de recomponer parte de una gastada relación con su padre, al final de la vida de él. Y esa cercanía con la historia real se siente en cada plano de la película.

 

 

X 500, de Juan Andrés Arango

x-500Esta ambiciosa coproducción del director colombiano de la celebrada LA PLAYA DC (Un Certain Regard, Cannes 2012) narra tres historias paralelas acerca de jóvenes desplazados que viven peligrosas y difíciles situaciones en Colombia, México y Canadá. La primera historia es sobre un joven que llega a Buenaventura y se une a una pandilla para hacer dinero y comprar un bote pesquero en una area de alta tensión social. La segunda es sobre un muchacho de origen indígena que va desde la zona rural de Michoacán a la Ciudad de México, primero se hace punk y luego, por la fuerza, se termina conectando con un grupo peligroso para sobrevivir allí. La tercera transcurre en Montreal y se centra en una chica filipina recién llegada a la que le pasa lo mismo: fuera de su mundo conocido se siente perdida y se conecta con un grupo de adolescentes latinos.

Con algunos momentos violentos e intensos, estos tres dramas (que no se interconectan de manera narrativa pero si temáticamente) ponen en primer plano las experiencias de las personas que, por distintos motivos, se ven forzadas a desplazarse: sus problemas de adaptación, las complicaciones en las que se meten por su necesidad de «pertenecer» a algún grupo y no sentirse totalmente marginados. Presentada en los festivales de Toronto y San Sebastián, X 500 es una película fuerte, dura y directa sobre una generación que busca encontrar un lugar en el mundo intentando no traicionar sus deseos ni sus principios.