TV: «You’re the Worst» y «Master of None»

TV: «You’re the Worst» y «Master of None»

por - Críticas
22 Dic, 2015 06:39 | comentarios

La consagración de los dramas televisivos como el nuevo reservorio cultural de la clase media que busca “entretenimiento con contenido” no sólo va en camino a transformarse en una fórmula tan previsible como el de una película que busca ganar Oscars, sino que dejó de lado otro de los pilares de la televisión norteamericana: las […]

master of none2La consagración de los dramas televisivos como el nuevo reservorio cultural de la clase media que busca “entretenimiento con contenido” no sólo va en camino a transformarse en una fórmula tan previsible como el de una película que busca ganar Oscars, sino que dejó de lado otro de los pilares de la televisión norteamericana: las comedias. Es cierto, debido a la larga tradición de las sitcoms con risas grabadas, a la comedia le tomó más tiempo convencer a ese nuevo público de que había cambiado también, que ahora era igualmente apta para el público que se toma la televisión en serio. Pero ya es hora de asumir que todo cambió. Y para bien.

Si, estaba “Seinfeld” y “Curb Your Enthusiasm”. Y luego “Arrested Development”, “The Office”, “Community”, “Parks and Recreation” y algunas otras más. Pero recién en esta década otro tipo de comedia está haciendo pie de una manera cada vez más fuerte. Comedias de cable –básico o premium– que son de algún modo la versión indie de las comedias mainstream, de igual modo que sucede en Hollywood con las películas. Los éxitos cómicos de los últimos años pueden seguir siendo “Modern Family”, “How I Met Your Mother”, “The Big Bang Theory” y «Two and a Half Men» –todos de TV abierta– pero el cambio, como sucedió con los dramas, pasa por otro lado.

master-of-noneTal vez la primera comedia en abrir las compuertas a la libertad creativa absoluta haya sido “Louie”, que a esta altura puede considerarse tan importante en esta incipiente Edad de Oro de la comedia como “Breaking Bad” lo fue en los dramas y policiales, aunque la que ocupa el lugar de “Los Soprano” es “Curb Your Enthusiasm” ya que fue la que instaló del todo algo que su predecesora “Seinfeld” traía de los ‘90: la idea de que los personajes que nos hacen reír no tienen que ser necesariamente agradables, simpáticos o queribles. Estas comedias nos trataban de conectar con seres extravagantes, miserables, jodidos, difíciles. La televisión norteamericana tiene este tipo de personajes hace décadas (googleen “Archie Bunker”), pero nunca con la cantidad y calidad misantrópica y combustible de los protagonistas de esta época. El reaccionario protagonista de “All in the Family”, después de todo, era querible. Larry David no lo es. Uno se identifica, a su pesar, con sus miserias y pueriles obsesiones.

Así, mientras en su sector dramático las series se van formateando y consolidando como un producto prestigioso con la mirada bien puesta en una un tanto tramposa idea de “calidad”, las comedias por ahora circulan por todo el frente de ataque, sin posiciones definidas ni roles claros. Las hay más ácidas, más naturalistas, más tiernas, más grotescas, más complejas y más dramáticas. Y son, formalmente, muy distintas entre sí más allá de una ya establecida preferencia por una duración de media hora. El tema es que, en el marco de esa media hora (21 a 28 minutos), cualquier cosa puede suceder.

you are the worsSon varias las muy buenas comedias que van por sus primeras o segundas temporadas. Ya escribí en otros posts sobre algunas que vi últimamente: “Silicon Valley”, “Transparent”, “Broad City” o “Mozart in the Jungle”, mientras que algunas que no vi (como “Veep”, “BoJack Horseman”, “Inside Amy Schumer” o “UNReal”, e entre otras) han recibido muy buenas críticas también en los últimos años. En esta ocasión quería hablar de dos que me impactaron particularmente en estos meses: “You’re the Worst” y, en especial, “Master of None”.

La primera es una suerte de curiosa amalgama entre varias tradiciones (aquí hay algunos SPOILERS si no la vieron). Por un lado, intenta ser una comedia un tanto hipster sobre una pareja que vive en California (ella es una manager de un grupo de rap norteamericana y él un escritor inglés) que se conocen, empiezan una relación convencidos que no quieren estar en una relación y terminan mudándose juntos. Pero en varios momentos –y a partir de los personajes secundarios– se vuelve una comedia hecha y derecha, por momentos bastante gruesa y hasta un tanto obvia. Esa es la primera temporada.

youre-the-worst-season-2-kether-donohue-aya-cashLa segunda arranca de manera similar (están juntos pero siguen queriendo tener “onda” por lo que se emborrachan todas las noches y más) y también los personajes secundarios juegan en una versión más excesiva los mismos problemas de la pareja central: separaciones, matrimonios que se llevan pésimo, embarazos conflictivos y así. Todo contado al borde del absurdo. Pero a mitad de temporada entra a jugar un elemento inesperado: Gretchen, la protagonista femenina, entra un estado de depresión profunda. No hablo de algo pasajero sino de un tema clínico y crónico. Y la serie, sin perder su gusto por el absurdo y el delirio (a veces logrado, a veces no) suma esa problemática a sus episodios, por momentos hasta con sentido cómico pero finalmente dándole un peso dramático y emocional inesperado.

Así, de golpe, este grupo de sujetos egoístas, pretenciosos, perdidos y sin demasiada organización en sus vidas (estoy hablando de gente de treintaypicio) se ven forzados por las circunstancias –especialmente Jimmy, su egocéntrico, petulante y frustrado novio inglés– a preocuparse por algo o alguien. Lo hacen todo o casi todo mal, obvio, pero de a poco una especie de posibilidad de redención asoma en el horizonte. De hecho, el “chiste” de la temporada tiene que ver con la frase de uno de los personajes secundarios, que dice que “amar es poner las necesidades del otro antes que las de uno”. La frase, de la que todos se burlan varias veces, termina –a partir de la situación de Gretchen– siendo bastante aplicable. Y así el show se las arregla para combinar momentos de comedia física y absurda con un costado emocional fuerte que te golpea cuando menos lo esperás.

master of noneLa otra gran comedia de este año que no teme mezclar sensibilidad y ternura a su costado más irónico y ácido es “Master of None”. Creada por Aziz Ansari (comediante de stand up y coprotagonista de “Parks & Recreation”) y lanzada por Netflix, sigue la tradición de “Seinfeld”, “Louie” y tantas otras comedias que se basan, libremente, en episodios de la vida real de comediantes acostumbrados a contar anécdotas de su vida y a hacer observaciones personales o sociales frente a un micrófono. Aquí lo que hace Ansari, como los otros, es ficcionalizar esas obsesiones armando una comedia en la cual se puedan dramatizar esos tópicos.

A diferencia de varios de sus colegas, a Aziz (Dev, en la ficción) podemos considerarlo como un tipo menos egocéntrico y con una serie de códigos que lo transforman en un prócer comparado a sus antecesores. Sí, es ácido. Sí, puede dejar colgada a una chica por irse con otra. Pero vive esas situaciones y comportamientos con dudas, culpas y muy divertidos temores. Su condición de primera generación de inmigrante nacido en Estados Unidos (sus verdaderos padres, de la India, actúan en algunos episodios) le permite, además, agregarle una perspectiva nueva a este tipo de series: la mirada de un outsider, que puede bromear sobre cuestiones étnicas pero que las lleva a flor de piel como una característica fundamental en su vida.

master3Pero lo que desarma de la serie, su verdadero secreto, es el nivel de humanidad y ternura que despierta (ojo, posibles SPOILERS), especialmente cuando comienza una relación con Rachel, una chica que enseguida le capta el humor y con la que, tras una serie de desencuentros, termina convirtiéndose en su pareja estable. Los episodios relacionados a sus primeras citas y los ligados a su convivencia tienen un humor si se quiere irreverente, pero lo que los distingue es que, en cierto modo, ellos terminan siendo casi personajes de comedia romántica del cine clásico, de esos que manejan con excelencia el diálogo veloz y punzante, pero que no temen abrirse a sus emociones cuando la ocasión lo pide. Y en esta temporada lo pide varias veces.

Tanto “You’re the Worst” como “Master of None” pueden sonar más conservadoras, finalmente, que otras series cuya acidez a costa de todo (la escuela Larry David, digamos) les hizo ganar el mantra de misantrópicas. Un poco como “Louie” aunque no tan experimentales ni creativas en cuestiones de forma y puesta en escena, son series cómicas que presentan personajes complejos y que se atreven a ir hasta el fondo de sus contradicciones y necesidades, por más extravagantes y bizarras que sean. Gretchen y Jimmy, Dev y Rachel, Louie y Pamela no son parejas ideales, pocas veces funcionan en armonía y, en muchos casos, seguramente no durarán demasiado. Pero las series que las contienen tienen el mérito de husmear en esas relaciones, abrazar sus contradicciones (sus buenos momentos, sus tropiezos, sus alegrías y decepciones) sin esconderlas en una capa de cinismo a prueba de todo que, por más gracioso que pueda ser, también es una excusa para nunca hacerse cargo de nada. Estas series y estos personajes, mal que les pese en muchos casos, se hacen cargo de lo difícil, maravilloso, complicado y hermoso que puede ser la vida contemporánea.