TV: «Baskets» (Temporada 1)
Algunas series logran mantenerse al margen de toda moda o tendencia. BASKETS es una de esas series. Si bien no es enteramente única ni original –su universo de referencias es incontable, tanto en cine como en televisión–, este extraño producto surgido del combo Zack Galifianakis, Louis CK y Jonathan Krisel (uno de los creadores de […]
Algunas series logran mantenerse al margen de toda moda o tendencia. BASKETS es una de esas series. Si bien no es enteramente única ni original –su universo de referencias es incontable, tanto en cine como en televisión–, este extraño producto surgido del combo Zack Galifianakis, Louis CK y Jonathan Krisel (uno de los creadores de PORTLANDIA) tiene más en común con cierta comedia independiente del cine americano que con la mayoría de sus series.
Si bien es cierto que en los últimos años las comedias televisivas atraviesan una etapa en la que integran cada vez más contenidos dramáticos a sus zonas cómicas (el reciente concepto «traumedy», comedia traumática, les viene perfecto), BASKETS prefiere apostar por una rara combinación entre el absurdo puro y duro, el drama intimista y la comedia más clásica. Sus cambios de tono son inesperados, sus situaciones pueden responder a la lógica de la comedia física y disparatada, pero a la vez sostiene una suerte de realismo psicológico (y, sí, dramático) que la mantiene, digamos, con «los pies sobre la Tierrra».
No es que lo necesite, imperiosamente. BASKETS podría funcionar perfectamente en esa vena ridícula todo el tiempo, como lo hace en varios episodios y situaciones (el viaje en auto a territorio indio, por ejemplo), pero prefiere combinarse con una lectura claramente más dramática, si bien jugada siempre en el límite. Ese «dramatismo», si se quiere (algunos lo considerarán patetismo y es discutible si busca ese efecto o no), surge a partir de la expresión continuamente deprimida de Chip Baskets (Galifianakis), un hombre tímido, frustrao y un tanto solitario que estudió en Francia para ser clown y que decidió volver a su chato pueblo natal de Bakersfield, California, con una esposa francesa a la que solo le importaba su Green Card (interpretada por Sabina Sciubba, la cantante de Brazilian Girls) y que lo dejó apenas la consiguió.
En Bakersfield, Chip trabaja como clown en un rodeo (un trabajo no solo peligroso sino muy mal pago), intenta ayudar a su obesa y extravagante madre (interpretada por el comediante Louie Anderson, en una actuación que bien podría robarle un Emmy a Jeffrey «Transparent» Tambor), desarrolla una curiosa amistad con Martha (Martha Kelly, cuya buscada y efectiva inexpresividad es uno de los mayores logros de la serie), quien trabaja en una aseguradora, y soporta a Dale (Galifianakis), su intolerable hermano mellizo, opuesto en todo sentido a Chip. El combo familiar lo completan, en cierto modo, otros dos mellizos adoptados que giran como DJs por todo el mundo y casi nunca aparecen por casa.
La serie se centra en las consistentes penurias de Chip, muchas de ellas autoprovocadas. Un tipo de buen corazón pero a la vez torpe, irritable e irritante, perdidamente enamorado de una mujer que obviamente lo desprecia, es un personaje que Galifianakis saca con los justo de caer en el patetismo. Especialmente en los últimos episodios, en los que sus ojos parecen siempre a punto de empezar a lagrimear, uno no puede evitar sentir cada vez mayor compasión por la complicada vida del tipo, a quien nada nunca parece salirle bien.
BASKETS no es perfecta ni mucho menos. El personaje del hermano, Dale, está puesto para generar risas fáciles y ahí Zack da rienda suelta a su lado cómico más exhuberante. Y, por momentos, hay una suerte de crueldad cool que resulta innecesaria, como si la serie quisiera ganarse credenciales de producto hipster que le den una identidad en el mercado. Pero como sucede con LOUIE hay algo humano, demasiado humano, en las circunstancias que atraviesan los protagonistas, que no permiten del todo al espectador tomar distancia irónica sobre sus penurias y amarguras. Con el correr de los episodios, el personaje de la madre es fundamental para que la serie alcance momentos que podrían definirse como «emocionales». Así, entre comillas.
Decía que no hay muchas series como BASKETS en el panorama contemporáneo (o, al menos, no me topé con ninguna) y las referencias más evidentes son para mí el cine de Todd Solondz o Rick Alverson. De hecho, ENTERTAINMENT!, la última película de Alverson sobre un decadente cómico en la misma ciudad de Bakersfield, puede ser vista como una versión extrema de la serie, tomando más que nada su lado patético/depresivo y dejando de lado su costado más físico, absurdo y de humor más directo.
Lo cierto es que la amplitud de registros de BASKETS hace que sea casi siempre despareja y que a una secuencia excelente la siga otra bastante incongruente y hasta floja. Pero esa es la naturaleza de la propuesta y lo que la distingue de otras comedias que parecen tener todas sus tuercas ajustadas en pos de un tono, un objetivo y de un público. Sí, BASKETS puede ser también una traumedy, pero su «trauma» resuena en una zona mucho más profunda y extraña que la de la mayoría de las otras comedias que pueden entrar dentro de ese curioso paraguas genérico. No trata sobre treintañeros de clase media con conflictos románticos (no hay Snapchat, ni Instagram, ni Tinder y casi ni celulares). Tampoco versa sobre millennials con dificultades para encontrar un lugar en que hagan buenos cupcakes (no, tampoco hay «yelpers» por acá). Trata sobre un cuarentón depresivo, sin dinero, sin trabajo, sin pareja y con una familia maltrecha a quien nada nunca parece salirle bien. Seguramente nadie se identificará del todo con él –no es tampoco eso lo que busca la serie–, pero su existencial angustia resuena cuando uno menos se lo espera.
Al fin alguien que le da algo de prensa a esta serie! Es como decís vos Peacock, no es perfecta (tampoco lo es Horace and Pete, el otro producto de Louis CK) pero son series necesarias y bienvenidas. Lo de Louie Anderson es increíble, a años luz de la afectada actuación de Jeffrey Tambor en Transparent. Baskets es una serie chiquita pero de un corazón enorme. Recomendada!
Mal no estaría que te respondieran, Dante. Lo mínimo ante tan laudatorias palabras.