Estrenos: crítica de «Aterrados», de Demián Rugna

Estrenos: crítica de «Aterrados», de Demián Rugna

por - cine, Críticas, Estrenos
30 Abr, 2018 10:05 | Sin comentarios

La película de terror nacional que se estrena este jueves en más de 70 salas es uno de los mejores títulos de este género entre los hechos en los últimos años en la Argentina. Una historia que mezcla lo fantástico con lo sobrenatural, protagonizada por Maxi Ghione, Norberto Gonzalo, Elvira Onetto, Demian Salomón y Agustin Rittano.

De lo mejor que se ha hecho en el cine de género argentino reciente, la película de Rugna funciona muy bien como thriller fantástico y como película de suspenso y terror sobre extraños fenómenos sobrenaturales. Todo empieza cuando un hombre comienza a sentir ruidos extraños que en apariencia vienen de la casa del vecino para finalmente darse cuenta que esos golpes en la pared están siendo causados por su mujer quien, poseída por algún tipo de ente, rebota entre las paredes de la bañera, como si a Janet Leigh en PSICOSIS la sacudieran por los aires en lugar de acuchillarla. Y termina muriendo.

A su marido la acusan de matarla ya que, evidentemente, su justificación es bastante poco creíble para la policía, pero no habría película de no existir un grupo de especialistas (dos hombres y una mujer) que sospechan que algo raro está pasando en la zona. Lo interrogan acerca de sus últimas semanas y la película, en buena parte de su metraje, se dedicará mediante un raro uso del flashback, a poner al espectador en esa situación fantástica. Esta suerte de versión seria y local de GHOSTBUSTERS tendrá que lidiar con apariciones, niños muertos que no mueren del todo y siguen de algún modo “activos” y otros fenómenos inexplicables y paranormales que irán dejando más muertos en el camino, incluyendo a policías y a miembros del grupo investigador.

La película de Rugna funciona por su trama concisa y, dentro de los parámetros del género, coherente. Los efectos especiales también funcionan muy bien y es especialmente destacable su fotografía, que ayuda mucho a crear el clima necesario para que se produzca aquello que se da en llamar la “suspensión de la incredulidad”, hecho necesario para que películas con este tipo de planteamiento funcionen. Eso, además de buenas actuaciones (otra habitual debilidad del género en su variante local, que aquí está resuelta con los muy buenos trabajos de Maxi Ghione, Agustin Rittano y Elvira Onetto, entre otros) hacen que ATERRADOS se ubique entre lo más logrado del cine de horror nacional.