Streaming: crítica de «Evil Genius», de Barbara Schroeder y Trey Borzillieri (Netflix)

Streaming: crítica de «Evil Genius», de Barbara Schroeder y Trey Borzillieri (Netflix)

Esta serie documental sobre un tema policial, de los mismos productores de «Wild Wild Country», se centra en un caso de 2003 que se conoció en Estados Unidos como el del «pizza bomber» a partir de un complicado robo a un banco que terminó con el asaltante muerto de manera violenta. A partir de ese episodio la serie explora en la vida de un grupo de extraños, inteligentes y peligrosos personajes que pudieron, o no, haber estado por detrás de ese y de otros crímenes en la zona.

Esta serie documental basada en un extraño caso policial tiene algunas cosas en común con la reciente WILD WILD COUNTRY. Ambas tienen como productores ejecutivos a los hermanos Duplass. Ambas se centran en casos policiales sucedidos décadas atrás. Y en ambas, además, los hechos que suceden son tan absurdos y pasados de rosca que por momentos parece mentira que no se traten de ficciones.

Esta serie tiene apenas cuatro episodios de unos 45 minutos cada una y no llega al nivel de absurdo de aquel otro documental sobre la secta del gurú indio ni sus situaciones involucran tantos temas, pero de todos modos ofrece un caso que hay que ver para creer. Y una serie de personajes de antología, con los que los creadores de series tipo FARGO podrían hacer una o más temporadas.

En principio la serie puede definirse como la del «crimen del delivery de pizza», pero ese es apenas el disparador para un universo absurdo y a la vez terrible que se abrira en torno a eso. Conviene no adelantar demasiado los lugares hacia donde va yéndose la trama pero a modo de resumen muy básico se puede decir que un hombre con una bomba encadenada en el cuello intenta robar un banco y al escaparse es parado por la policía y, bueno, la bomba le explota en la cabeza. A este caso se le suma otro, en principio no relacionado, en el que se descubre el cadáver de un hombre en un freezer de una casa.

Pero acaso los dos crimenes, que sucedieron con pocos días de diferencia en Erie, Pennsylvania, tengan su relación. Hay varios personajes, de hecho, fundamentalmente dos, que los rondan a ambos. Por un lado está Marjorie Diehl-Armstrong, una mujer de unos 60 años, cuyo rostro deja en claro que no está del todo bien mentalmente. Y, por otro, William “Bill” Rothstein, un vecino de ella de similar edad y que disimula mejor el caos que es su vida. Ambos, aunque no lo parezcan, son personas extremadamente inteligentes pero a la vez mentalmente frágiles. En el caso de Marjorie, es una mujer bipolar que nunca parece haber sido tratada. El de él es una historia un poco más compleja de dependencias y frustraciones. Ambos vienen además de «familias acomodadas» y son algo así como las ovejas negras de esos grupos. Y el muerto del freezer puede ser un ¿ex? novio de ella.

EVIL GENIUS es uno de esos documentales que intentan descifrar, casi minuto a minuto, que es lo que sucedió, investigando y entrevistando a cada sospechoso, testigo, posible cómplice, investigador y periodista para tratar de descifrar que pasó en esas semanas de 2003, especialmente lo que respecta a ese curioso asalto en el que un hombre terminó con la cabeza destrozada por una bomba. Un hombre que, se sospecha, tal vez estaba involucrado en el delito y no fue simplemente una víctima de quien o quienes lo hayan organizado.

Perdida un poco en ese minuto a minuto y en las revelaciones que van haciendo girar la trama y lo modificando que el espectador supone que sucedió, la serie no explora tal vez lo suficiente las enfermedades psicológicas de los protagonistas ni la relación de mutua dependencia que pudo haberlos llevado a ser cómplices en uno o ambos actos, y quizás en otros más que sucedieron en el pasado. Es evidente que ambos tienen traumas familiares pesados que, si bien no los exculpan de lo que pueden o no haber hecho, permiten entender mejor su estado mental en ese y otros momentos de sus complicadas vidas.

Cabezas cortadas, cuerpos mutilados y congelados, prostitución, drogas y una sensación de decadencia generalizada no da para pensar que los protagonistas puedan ser los «Genios del Mal» que presenta el título. Pero acaso sí lo sean: sus estados mentales son tan particulares que lo que los convierte en criminales potencialmente brillantes pueden volverlos personas incapaces de lidiar con las cuestiones más básicas de la vida cotidiana.

La serie irá en busca, como es esperable, de algunas revelaciones finales que hagan girar la trama respecto a lo que se sabe hoy de un caso que, a diferencia del de Bhagwan, tuvo muchísima cobertura mediática en su momento, al punto que muchos avances en la investigación aparecen a partir de la llegada a Erie, varios años después de los hechos, de programas de televisión de esos dedicados a investigar célebres casos policiales. Lo que también deja en claro EVIL GENIUS es la pobre tarea detectivesca tanto de los policiales locales y estatales como los del FBI, cuyos investigadores funcionan como testigos fundamentales pero que a la vez admiten sin tapujos que un montón de pistas obvias se le pasaron por alto por distintos motivos.

Por último, una particularidad del filme es que su productor y codirector, Trey Borzillieri, es una persona que empezó a investigar este tema hace muchos años y desde entonces fue estableciendo una relación de confianza con Marjorie que le permitió acceder a algunos secretos de la extraña mujer. Pero no todos, porque si hay algo que la verdadera protagonista de la serie siempre supo hacer es manipular a sus interlocutores hasta hacerles creer lo que ella quiere que crean. Parece mentira pero es cierto: al ir terminando esta serie uno también, pese a todas las evidencias en contrario, se queda con muchas dudas. El caso puede estar resuelto pero acaso nunca sabremos lo que realmente pasó.