Estrenos: crítica de «Invitación de boda», de Annemarie Jacir

Estrenos: crítica de «Invitación de boda», de Annemarie Jacir

por - cine, Críticas, Estrenos, Festivales
04 Jul, 2018 10:33 | 1 comentario

Ganadora a mejor película del Festival de Mar del Plata, este drama familiar se centra en la complicada relación entre un padre y su hijo de origen palestino que recorren la ciudad de Nazaret, en Israel, visitando amigos y enfrentándose a partir de sus distintos puntos de vista políticos.

En Nazaret, una ciudad dividida entre los árabes (cristianos y musulmanes) que viven en ella y los judíos que viven en los montes que la rodean (Nazaret Ilit), un padre y su hijo de origen palestino tienen que cumplir una tarea tradicional: repartir invitaciones para el casamiento de la hija del primero y hermana del segundo.

El hijo vive en Italia y ha regresado especialmente para la boda. Se ha ido a estudiar Arquitectura pero también se fue porque no soportaba vivir allí con las restricciones políticas del lugar. El padre, en cambio, es un maestro, casi un pilar de la comunidad, alguien que ha tratado siempre de adaptarse a la situación por más complicada que fuera. A lo largo de un día en el que visitan a familiares y amigos para entregar esas invitaciones, esas diferencias (y otras, ligadas a la complicada historia familiar) irán surgiendo y distanciándolos.

Esta coproducción internacional de Jacir funciona como un relato tradicional en el que dos personas viajando en auto van relacionándose y enfrentándose en el transcurso del recorrido. Una suerte de road movie que va de casa en casa por Nazaret –pero complicándose cuando el hijo no quiere subir a las alturas a invitar a un amigo judío del padre, a quién él considera un espía– y en donde cada encuentro con un local va revelando detalles de la historia personal y sociopolítica del lugar.

Pero más allá de eso, y pese a su formato en exceso convencional, lo que termina quedando en primer plano en INVITACION DE BODA (el título original es WAJIB) son las diferencias generacionales entre padre e hijo respecto no solo a su mirada de ver el mundo (al hijo se lo podría considerar más progresista y al padre, conservador) sino a la posibilidad, o no, de entender el punto de vista del otro. Algo que no es muy usual por allí y por aquí tampoco…