Estrenos online: crítica de «Corazón loco», de Marcos Carnevale (Netflix)
Esta flojísima comedia coescrita y protagonizada por Adrián Suar trata sobre un bígamo que tiene dos esposas en diferentes ciudades y que trata de evitar que se descubra su mentira. Con Soledad Villamil y Gabriela Toscano.
Viendo “Corazón loco” no podía evitar pensar en esas bandas de rock consagradas que, promediando su carrera, intentan hacer un disco “actualizado”, con un sonido parecido “a lo que escuchan los pibes ahora”. En el 90 por ciento de los casos, se trata de álbumes malos, de fallidos intentos de modernizarse hechos por personas que, más allá de su mayor o menor talento, son de otra época y tienen poquísima idea de por dónde pasa el pulso contemporáneo. Quizás Adrián Suar haya pensado, en esa peculiar versión del feminismo que acompaña sus últimos esfuerzos cinematográficos, que esta podría ser su película “woke” , como califican en Estados Unidos a quienes se “despertaron”, comprendieron y militan causas ligadas a todo tipo de reclamos de género, raciales o de minorías. El problema es que, fundamentalmente, hizo todo lo contrario. Quizás, quién sabe, sin darse cuenta.
Esta película que lo reúne con Carnevale (quien ya lo dirigió en “El fútbol o yo”) busca, con la misma y banal claridad de charla alcoholizada de sobremesa de sus últimas películas, apostar por un tema “controvertido” y una situación fácilmente resumible a una frase de póster: “¿qué pasaría si un hombre tiene dos esposas y ninguna de ellas sabe de la existencia de la otra?” Una fantasía masculina que, desde su propia formulación, anula cualquier atisbo de apurado feminismo que luego quiera corregirla, la idea no tiene nada de nueva ni de original y seguramente debe haber sido usada y descartada por vieja ya en los años ’80, cuando jugar con una trama así no solía generar tanta urticaria. Acá el problema se duplica porque el guión intenta, mediante la voz en off, ponernos en la cabeza de su protagonista, un bígamo bastante pedante e idiota que la película trata de convencernos que, más allá de sus “deslices”, es un tipo de buen corazón, enamoradizo, quevacer…
Fernando (Suar, puro arqueo de ceja y pucherito ad hoc) es un médico traumatólogo que vive de lunes a jueves en Mar del Plata con su esposa Paula (Gabriela Toscano, que soporta una inexplicable broma con sus ojos vendados durante los 15 primeros minutos de la película) y sus dos hijas, y de ahí hasta el domingo se va a Buenos Aires donde tiene otra esposa, Vera (Soledad Villamil) y un niño más pequeño. El hombre nos cuenta que con una lleva casado 19 años y con la otra nueve, pero que las quiere a las dos y no puede pensar en dejar a una o a la a otra. Mediante una trama que ya estaba pasada de moda cuando se inventó el concepto de farsa varios siglos atrás, “Corazón loco” intenta convertirse en una comedia de enredos que sigue las desventuras del protagonista al que, ya sabemos de entrada, lo espera un brutal revés cuando las damas en cuestión se enteren y decidan vengarse de su sensible almita enamorada.
Con un guión que no parece haber superado su primera versión, la película le apila al protagonista una serie de contratiempos que no tiene ninguna justificación lógica ni dramática. Y peor aún es el plan de las chicas, cuya premisa debería haber sido abandonada por absurda aún dentro del absurdo. No hay mucho para rescatar de “Corazón loco” más allá de alguna salida posiblemente espontánea de las dos actrices, del brevísimo rol de Alan Sabbagh (que se esfuma inexplicablemente de la película, como si hubiera renunciado a seguir promediando el rodaje) y un imposible pero simpático cameo de Betiana Blum. La película no es realmente divertida, sus gags nunca funcionan, su idea de despliegue visual es poner un drone a hacer tomas aéreas de Mar del Plata y su guión, como dije antes, atrasa medio siglo… siendo generoso.
Es que por más que se intente, en los papeles, justificar la lógica de la trama como una especie de historia de empoderamiento femenino, no hay nada en la película en sí que sirva para convencernos de esa idea, especialmente si tomamos en cuenta la compasiva y hasta amable mirada que tiene con el siniestro protagonista. Dentro de los estándares actuales de buena parte de la producción de Netflix (la película se iba a estrenar en cines pero terminó recalando allí luego del cierre de las salas) hay que admitir que “Corazón loco” no desentona del todo y que seguramente encontrará su público allí. Quizás sea tiempo que la plataforma de streaming se vuelva un poco más exigente o creativa con las cosas que programa porque películas así la vuelven tan interesante de recorrer como una mesa de saldos de un Blockbuster de fines de los ’90.
Esta crítica fue publicada originalmente en La Agenda de Buenos Aires. Por acá.
Ahora todo tiene que pasar por el filtro del activismo contra las minorías y el no de qué del género… Insoportables. Y quiénes tienen parejas tóxicas (en la vida real casi todo el mundo por cierto) que se hagan cargo de una vez, que la culpa es de ellos/ellas/elles/ellxs porque cualquier persona razonable no lo permitiría. Y no me vengan con el «no lo sabía/me engañaron» porque no es cierto. Pero claro es más fácil culpar al otro y hacerse la victima. Digo, ya que vamos a hablar de cualquier cosa menos de cine y series…
No estoy para nada de acuerdo con el comentario de arriba expuesto! Es una comedia liviana pero muy divertida donde te ríes el principio al final! Algo que a todos los argentinos y a todo el mundo le está faltando con el tema de la pandemia! No necesitamos grandes argumentos ni grandes películas… Necesitamos reírnos más, pasar un momento agradable…
Me sorprende que no se halla mencionado desde que se promocionó la película que su temática y título fueron tomados de un canción que tiene varios años. Muy recomendable la versión de Diego el Cigala!!!
No soy cronista cinematográfico ni nada parecido, pero me parece que quien hace la crítica le da un poquito de más. De todos los bodrios de Netflix me parece que, aunque con un 4/5, aprueba satisfactoriamente. Me da a muy rebuscado y exagerado el informe.
Una película divertida, como pocas y con un gran despliegue fotógrafico so bretodo de la ciudad de Mar del Plata, algo distinto, con una temática conocida que nos puede gustar o no, pero no por eso, tenemos que matar al cartero.
A mí la película me hizo reír como hacía mucho no lo hacia. Dejemos un rato de lado el feminismo, que ya de por sí está cada día más susceptible, y aceptemos el humor, aprendamos a reirnos y a tomar las cosas como son, el humor es humor. Lo único que yo no me creo es el personaje del ciudadano empático con el género femenino que se calzan muchos hombres. Yo recomiendo la peli a quien quiera pasar un buen rato de entretenimiento.
Una historia q ya vimos en 100 días para enamorarse no? Por ahí me equivoco, en todo caso prefiero quedarme con la duda, no me banco a Suar haciendo de Suar.
En la telenovela Mi amor, mi amor (2012) se planteaba una situación similar. Juan Gil Navarro se debatía entre dos mujeres (y también terminaba enredadonse con todas las mentiras que decía para sostener las relaciones).
Su yo pensé lo mismo pero está película se estrenó antes de 100 días para enamorarse asiq creo que los mexicanos le copiaron
justo hoy, empecé a ver 100 días y noté lo mismo! muy poco original Suar con el guión, es una vil copia, las mismas situaciones!