Aniversarios: los 40 años de «Atlantic City», de Louis Malle
El clásico film protagonizado por Susan Sarandon y Burt Lancaster se centró en la ciudad del juego de la costa este de los Estados Unidos para contar una historia de apuestas y suspenso.
A lo largo de las últimas décadas, la industria cinematográfica ha reforzado enormemente la imagen de Las Vegas en la mente de los amantes del séptimo arte, gracias a numerosas películas ambientadas o rodadas en esta ciudad del estado de Nevada. De esta manera, ha adquirido una reputación impresionante, asentándose también como un referente dentro de la industria turística de Estados Unidos. Algo que, llamativamente, no ha sucedido con Atlantic City.
Por un lado, vale la pena destacar que este fenómeno no es actual, sino que se produce desde hace varios años de la mano de clásicos como ONE FROM THE HEART, dirigido por el icónico Francis Ford Coppola. Además, este fenómeno también se ha trasladado a las series de televisión, que atraviesan por una auténtica época dorada gracias al impulso que están teniendo las plataformas de streaming.
De hecho, uno de los casos más recientes que podemos destacar es el de GLOW, una serie supo captar la esencia de Las Vegas en su tercera y última temporada. Así, se vuelve a demostrar una vez más que estamos ante un lugar mítico que no pasa de moda para los guiones, contando con muchas ventajas competitivas que todavía tienen validez en nuestros días.
Eso sí, no podemos pasar por alto que los enfoques y las perspectivas cambian, debido a que la industria audiovisual se ha transformado enormemente a lo largo de estos últimos años. Por supuesto, los principales causantes de todo esto son tanto internet como las nuevas tecnologías, que han ayudado al impulso de compañías como Netflix y sus catálogos de producción propia.
Sin embargo, este proceso no ha tratado por igual a Atlantic City, otra de las principales ciudades estadounidenses que destaca por el sector del ocio y el entretenimiento. De este modo, aunque estamos ante una de las ciudades mejor valoradas por empresas como TripAdvisor, le está costando mucho igualar los datos de Las Vegas en cuanto a turismo, ingresos o contratos de la industria audiovisual.
Eso sí, debemos destacar que Estados Unidos es una de las grandes potencias mundiales en todos los sectores, por lo que en lo referente a la industria turística no se queda atrás. Además, su decidida apuesta por combinar los viajes con el sector del ocio y el entretenimiento les ha dado un gran resultado, por lo que el gigante norteamericano podrá adaptarse con rapidez y no quiere quedarse rezagado.
Por consiguiente, es imprescindible que regiones como Atlantic City apuesten sin reparos por la diversificación, ya que los modelos de negocio están cambiando hacia las plataformas digitales y esto afecta directamente a sus míticos casinos. Aun así, la ciudad sigue siendo un referente para el eGaming, debido a que su nombre se mantiene como uno los tipos de blackjack disponibles en plataformas como Betway, junto a la modalidad clásica que cuenta con unas reglas similares.
Por lo tanto, podemos observar una clara transformación del modelo de negocio, que nos permite evocar las sensaciones de los casinos tradicionales a través de los teléfonos móviles. Gracias a ello, las compañías generan una muy buena relación con el usuario que es muy difícil de establecer fuera del ámbito digital, algo que se traduce en un crecimiento sostenido en el tiempo.
ATLANTIC CITY, de Louis Malle, protagonizada por una muy joven Susan Sarandon, fue una de las películas que intentaron instalar a esa ciudad como polo de atracción para el juego en el imaginario cinematográfico. Burt Lancaster interpreta allí a Lou, un gángster de poca monta que trabaja precisamente en Atlantic City. Allí conoce a Sally (Sarandon), que está aprendiendo el trabajo de croupier y cuyo sueño es trabajar en la mesa de blackjack. Pero todo se complica cuando aparece el marido de Sally, que tiene otros negocios e intereses, y termina involucrando a Lou y a Sally en asuntos peligrosos. Pese a su trama policíaca, la película del realizador francés (en la que también actúa Michel Piccoli) se transformó en un clásico más por su costado dramático y humanista que por su historia detectivesca.
Si bien el film, de 1980, fue un éxito crítico y comercial, le ha resultado muy difícil a la ciudad de New Jersey –más allá de sus apariciones en episodios de LOS SOPRANOS— reemplazar en el imaginario internacional a la ciudad del estado de Nevada, considerada la capital del juego occidental. No hay ninguna duda de que, más allá de las limitaciones ligadas a la pandemia, Las Vegas atraviesa hoy por un momento distinto a Atlantic City, algo que en parte se debe a una larga tradición que se remonta a la década del ’50. A partir de ese momento, la ciudad se transformó por completo, debido a que las principales figuras mediáticas del momento viajaban constantemente a la ciudad de Nevada para disfrutar de su encanto.
Gracias a la fama conseguida, con el paso de los años Las Vegas fue ganando reconocimiento a nivel internacional, algo que le permitió incluso superar los 43 millones de visitantes a lo largo de 2019. Así, no hay ninguna duda de que la influencia del cine ha sido fundamental en todo este proceso, convirtiendo Las Vegas en uno de los escenarios más aclamados tanto por el viajero como por el espectador. Pese a este clásico cinematográfico que transcurre allí, Atlantic City nunca logró igualarla en mitología o glamour.
Hay espectadores que recuerdan la película por la escena del mirón Lancaster y de los limones de Sarandon.