Estrenos: crítica de «Capital humano», de Marc Meyers (TNT)

Estrenos: crítica de «Capital humano», de Marc Meyers (TNT)

Adaptación de la novela de Stephen Amidon que ya fue llevada al cine en 2014 por el italiano Paolo Virzi, el film cuenta tres historias conectadas con un violento accidente de tránsito. Con Liev Schreiber, Marisa Tomei, Peter Sarsgaard y Maya Hawke. Por TNT, a partir del lunes 21 de diciembre a las 22.

En un giro curioso, la novela de Stephen Amidon THE HUMAN CAPITAL que fue primero llevada al cine en Italia por Paolo Virzí en 2014 (ver crítica acá) «regresa» a los Estados Unidos en esta nueva adaptación que trae la acción a su país de origen. La película de Meyers (MY FRIEND DAHMER) se anuncia como una adaptación, a la vez, de la novela y del film de Virzí lo cual seguramente complica un poco más las cosas. Pero la trama, con algunas modificaciones menores, sigue siendo bastante parecida. Se trata de una mirada panorámica, a través de tres historias relacionadas entre sí, a un caso en el que se mezclan el dinero, el poder y el crimen.

Como sucedía también en la película italiana, Meyers reunió a un gran elenco para encabezar cada una de las partes de la historia que va y vuelve haciendo eje en una noche en la que, accidentalmente, un auto se llevó por delante a un ciclista en medio de una oscura ruta y siguió de largo sin detenerse, algo que se ve en la escena que abre el film. Las preguntas que la película se hace son dos: ¿quién estaba detrás del volante? y ¿cómo se llegó a esa instancia?

La película está menos preocupada en el crimen en sí que en lo que eso significa y en la trama de poder y dinero que hay por detrás. CAPITAL HUMANO –juego de dobles sentidos entre la fría expresión tecnocrática y las reales consecuencias que el dinero tiene en la vida y la muerte de personas físicas reales– arma de a poco un rompecabezas que intenta desnudar choques de clase y generacionales en el seno de tres (o hasta cuatro) familias.

Drew (Liev Schreiber) es un agente de bienes raíces, un apostador «recuperado» que tiene una hija adolescente algo rebelde llamada Shannon (Maya Hawke) que está de novia con Jamie (Fred Hechinger), el hijo de un millonario y bastante pedante inversionista llamado Quint (Peter Sarsgaard). Un día, cuando Drew deja a su hija en la casa de su novio, el hombre no tiene mejor idea que pedirle a Quint (a quien no conocía en persona) participar en alguna de sus inversiones. Los 500 mil dólares que el hombre le pide como piso para ser parte de uno de estos fondos es mucho más dinero de lo que él tiene. Y debe endeudarse para conseguirlos, poniendo en riesgo su estabilidad económica (está casado en segundas nupcias y su mujer le acaba de anunciar que está embarazada de mellizos) y, fundamentalmente, emocional.

Cuando la situación financiera se complique y la historia atraviese la fatídica noche del accidente, el guión –escrito por el también realizador Oren Moverman– volverá atrás en el tiempo para contar la perspectiva de Carrie (Marisa Tomei), la atribulada esposa de Quint, una ex actriz depresiva que no puede con su vida y que ve que su sueño de comprar un viejo teatro y refaccionarlo no parece llegar a buen puerto pero que, a la vez, le depara un inesperado encuentro personal.

La misma estructura se repetirá con el regreso en el tiempo pero esta vez para contar lo sucedido desde el lugar de Shannon, cuya relación con Jamie no es tan clara como se cree y que se enreda también en una aventura con Ian (Alex Wolff), un chico que posee un historial problemático. Entre historia e historia lo que el espectador debería además prestar atención es en ver a través de que manos va pasando el auto al que vimos chocar al ciclista en la primera escena y que no sabemos quién manejaba.

Meyers usa, de todos modos, el accidente como McGuffin hitchcokiano y como metáfora acerca del control y de cómo eso puede desaparecer en un instante. Si bien la historia ya fue llevada al cine otra vez, en esta ocasión se la siente un poco apurada, como resumiendo en breves pincelazos historias y personajes que ameritaban un tiempo más de desarrollo. El film de Virzi duraba 13 minutos más que éste y quizás eso termine jugándole en contra a esta versión. Uno podría imaginarla tranquilamente narrada en un formato miniserie que quizás permitiría a los personajes «respirar» un poco mejor y que no se definieran solamente a partir de un par de pinceladas, como sucede en algunos casos.

Para cubrir esas dificultades de un guión que no sabe muy bien si apostar más al drama personal que al misterio de tipo policial, CAPITAL HUMANO cuenta con un extraordinario elenco que mejora en todo momento el material. Schreiber es puro nervio y ansiedad en el rol más complicado de todos, un hombre que parece tener buenas intenciones pero se va metiendo en asuntos que le quedan demasiado grandes. Tomei, por su parte, ofrece uno de los personajes más oscuros de su carrera en el papel de esta mujer desencantada con su vida. Hawke –cuyo rostro es igual al de su madre Uma Thurman– también intenta agregarle una cuota extra de complejidad a su personaje un tanto más simplista de adolescente complicada.

Se trata de una película correcta, menor, que no está del todo a la altura de las expectativas que genera la adaptación y, más que nada, el elenco. La versión italiana no era una obra maestra pero encontraba una mejor manera de unir las distintas piezas dramáticas y narrativas de este rompecabezas. Si vieron aquella, esta versión no aporta demasiado nuevo. Si no lo hicieron, CAPITAL HUMANO cumple con el cometido de llevar adelante prolijamente una complicada historia acerca de cómo la búsqueda de dinero, de reconocimiento y de status social puede corromper a cualquiera. Y que vuelve a probar, finalmente, que los que pagan el precio siempre son los que menos tienen.


TNT Original estrena CAPITAL HUMANO el lunes 21 de diciembre, a las 22.00 horas, por TNT.