Estrenos online: crítica de «El baile», de Ryan Murphy (Netflix)
Esta adaptación del musical de Broadway, dirigido por el creador de «Glee» y «Ratched» se favorece de una trama simple pero efectiva y de un elenco integrado por Meryl Streep, Nicole Kidman, James Corden y Kerry Washington.
Tras leer una sola crítica positiva de ELEANOR!, el musical sobre ¿Eleanor Roosevelt? que acaban de estrenar en Broadway, las estrellas del show deciden que es hora de celebrar y arman una extravagante fiesta en el mítico Sardi’s. Ellos son Dee Dee Allen (Meryl Streep) y Barry Glickman (James Corden), dos narcisistas y egocéntricos actores que viven por ese tipo de validación. Pero la celebración es un tanto apresurada. Un rato después empiezan a llegar otras críticas y es más que evidente que a nadie más le gustó el musical en cuestión. Al instante todo el mundo se fue de la fiesta y poco después el musical en sí se levantó. Oh, el poder de la crítica, ¡qué épocas aquellas!
Desesperados por ser vistos de otra manera por la elite cultural neoyorquina (las críticas destrozan más que nada el egocentrismo de ambos), Dee Dee y Barry necesitan «adoptar» una causa, algo que es más usual de lo que parece en estrellas que necesitan ser vistas por el público como solidarias, preocupadas por la realidad, comprometidas. Angie Dickinson (sí, se llama así el personaje que encarna Nicole Kidman, como la actriz), una figurante en el mundo de Broadway, lee en redes sociales acerca de la existencia de Emma Nolan (Jo Ellen Pellman), una chica lesbiana que, en un pequeño pueblo de Indiana, quiso llevar a su novia a la fiesta de fin de curso (el famoso Prom tan caro a las películas sobre adolescentes) pero cuyo pedido fue rechazado por la asamblea de padres y docentes. Para no impedírselo directamente, decidieron cancelar por completo el evento, generando un pequeño caos en el pueblo que repercute directamente en la vida de Emma.
En EL BAILE, el mundo de estas estrellas entre creídas y decadentes de Broadway se mezclará con los habitantes de un conservador pueblo chico del medioeste del país para generar una entusiasta y bienintencionada comedia musical que, gracias a algunas buenas canciones, a la inspirada performance de algunos de sus actores y a su mensaje integrador e inclusivo logra superar ciertas trivialidades y funcionar bastante bien. Basada en la homónima comedia musical de Broadway y dirigida por el inagotable Ryan Murphy (que parece ser capaz de hacer cuatro series y películas a la vez), es una comedia musical simple y no particularmente sutil, pero muy efectiva y emotiva dentro de sus posibilidades.
La reina de EL BAILE es, sin dudas, Streep, quien parece divertirse mucho interpretando a esta insoportable diva que lo único que quiere de este paseo por el «mundo real» es rescatar su reputación y huir lo más rápido posible. Corden, en tanto, se esfuerza un tanto más (sin lograrlo del todo) para crear a un personaje cuya fragilidad emocional y familiar se va revelando con el correr de los minutos. Para Kidman es un curioso rol secundario, sin demasiados matices, más allá de una canción en la que luce más sus piernas que su voz, mientras que el que verdaderamente está ahí en su zona de confort es Andrew Rannells (THE BOOK OF MORMON, GIRLS), la cuarta «pata» de la troupe, otro actor de Broadway que estudió en Juilliard pero que trabaja de barman.
La comedia musical, de todos modos, pone el eje igual o más tiempo en los personajes de la escuela y del pueblo chico, toda una especialidad del creador de GLEE. Pellman se luce encarnando a la adolescente decidida a hacerse valer que encuentra en las celebridades un apoyo inesperado. Y la que tiene un peso importante en el relato es Alyssa (Ariana DeBose), una de las chicas populares del colegio que es la pareja de Emma, algo que debe mantener en secreto, además de por sus pares en la escuela, porque la principal opositora a que la «prom night» sea inclusiva es su propia madre, Mrs. Greene (Kerry Washington). Y el único que se opone a que «las fuerzas conservadoras» se salgan con lo suyo es el director del colegio, Hawkins (Keegan-Michael Key), pero no tiene mucho quorum entre los locales.
Con un ritmo más clipeado y apresurado que lo necesario en las escenas musicales, pero con una muy cuidada fotografía de Matthew Libatique (habitual director de fotografía de Darren Aronofsky) y coreografías de Casey Nicholaw, director de la puesta en Broadway, EL BAILE se beneficia además de unos diálogos y letras de canciones ácidas y efectivas, especialmente las que comentan irónicamente sobre la capacidad real de solidaridad de este tipo de divas del show business que, como dice la frase, «no dan puntada sin hilo».
Y, más allá de algunas subtramas que no funcionan del todo bien (la relación entre Dee Dee y Hawkins, por ejemplo) y una cierta caída en el ritmo promediando el relato, al final Murphy duplica el esfuerzo (y los colores y las luces y los vestuarios y las coreografías), exprime el lagrimal de los espectadores y llega a una conclusión justa con la bienintencionada fantasía progresista que propone. Quizás no sea más que un «make a wish» propio de un género que funciona en base a finales felices, pero de todos modos logra generar el entusiasmo que este tipo de producciones necesita. Y si, de paso, consigue cambiar las ideas de algún que otro espectador, bienvenido sea…
Comedia musical machista, donde quieren hacer ver como es ser lesbiana en un pueblo retrograda, pero todo es machista y clasista que ni los «actores de Hollyood» que se suponen que tienen una mente mas abierta siguen con comentarios machistas, letras de canciones donde solo dejan ver que aun no se informan bien de la comunidad LGBT y según dicen que lo aprueban pero siguen con pensamientos homofobicos y machistas todo el transcurso de la película.
Desperdicio total de mi tiempo.
Un burro que habla
No me gustó nada.
No pude terminar de verla.