Estrenos online: crítica de «Llevo tu nombre grabado», de Kuang-Hui Liu (Netflix)
Esta exitosa y premiada película taiwanesa que acaba de estrenar Netflix cuenta una historia de amor entre dos compañeros de escuela secundaria en los años ’80.
Un éxito comercial en Taiwán con algunas nominaciones y premios en diversos festivales y ceremonias, LLEVO TU NOMBRE GRABADO se ha convertido en la película LGBT más taquillera de la historia en su país y arriba a Netflix apenas unos meses después de su estreno. Un poco burdamente considerada la LLAMAME POR TU NOMBRE asiática –seguramente más por centrarse en una historia de amor homosexual y por las similitudes entre los títulos que por lo específico de su historia–, se trata de la historia del amor prohibido entre dos adolescentes de escuela secundaria a fines de los ’80, en la época en la que en Taiwán recién se levantaba la Ley Marcial con la que el país había «convivido» durante décadas.
La película, de hecho, ofrece a los espectadores rápidamente esa información que será muy relevante para entender el contexto y cómo influye en las actitudes de los protagonistas, ya que su levantamiento es anunciado a los alumnos en clase. Pero si bien el grueso de la historia transcurre ya levantada esa restrictiva ley –que impedía, entre otras cosas, formar partidos políticos, el derecho de reunión, la libertad de expresión y de prensa–, los hábitos y comportamientos de la gente no cambiaron de un día para otro. Y menos en un colegio, cuyas autoridades seguían trabajando y tratando a los alumnos casi igual que lo hacían antes.
A-Han (Edward Chen) es un chico que estudia en los últimos años de una secundaria especializada en artes liberales. Toca la trompeta en la banda del colegio y es uno de los chicos populares allí. Es una escuela solo para hombres –las chicas entrarían luego, gracias a la ley, pero de una manera muy particular–, a la que llega un nuevo alumno que se hace llamar Birdy (Tseng Jing-Hau) ya que es un fan de la película (y el personaje) de Alan Parker, de 1984. Birdy es gay y, si bien no lo manifiesta abiertamente (algo imposible de hacer en la época sin sufrir consecuencias), lo tiene bastante claro. Para A-Han se parece más a una revelación, ya que se siente atraído por Birdy de una manera inesperada y, a la vez, pretende seguir actuando como si nada pasara.
Ni siquiera le es del todo cómodo tenerlo como amigo ya que andar con él lo convierte en objeto de burlas entre su banda de amigos, que tiene a Birdy en la mira para todo tipo de bullying y agresiones de todo tipo. De a poco, sin embargo, y pese a esas limitaciones –a las que se suman las institucionales y las familiares, aún más represivas y hasta violentas–, A-Han se irá animando a acercarse más a su nuevo amigo, primero de una manera pudorosa y luego no tanto. Lo que claramente hará más complicadas las vidas de ambos.
A esta historia de amor en tiempos difíciles se le suman dos elementos relevantes. Por un lado, cuando dejen entrar chicas al colegio se producirá una serie de cambios en las actitudes de los estudiantes y los docentes. Y, por otro, los chicos tienen como única figura positiva un bastante progresista cura franco-canadiense (Fabio Julien Victor Grangeon) con el que pueden confesar y hablar íntimamente de ciertas cuestiones con las que el religioso también lidia.
LLEVO TU NOMBRE GRABADO arranca como una película que parece tener en miras algo más que una complicada historia de amor entre hombres. Y si bien ése es el eje más relevante a la hora de explicar los comportamientos que los llevan a vivir la relación de una forma tan tortuosa, de a poco el contexto va quedando un tanto de lado para volverse algo más parecido a un convencional drama romántico de pareja, con algunos toques en su última media hora que bordean el forzado sentimentalismo.
La película de entrada parece tener un tono más festivalero –similar al de otros relatos históricos de Taiwán (o China)– pero, de a poco, eso va desapareciendo para dar paso a un modelo de relato más cercano al de películas más comerciales donde las pasiones y los malos entendidos tienen más peso en la trama que el contexto social, familiar o político. Pero más allá de un desenlace que no está a la altura de lo anterior, LLEVO TU NOMBRE GRABADO tiene el valor de ser una historia que saca a la luz, de un modo comercialmente accesible y romántico, un complicado pasado con el que ese país recién ahora está empezando a lidiar.