Berlinale 2021: crítica de «Per Lucio», de Pietro Marcello (Special)

Berlinale 2021: crítica de «Per Lucio», de Pietro Marcello (Special)

En este retrato personal del famoso cantautor italiano Lucio Dalla, el director de «Martin Eden» recupera la etapa más politizada de su carrera a través de imágenes de archivo de la época.

Documentales como PER LUCIO ponen en discusión, si se quiere, las diferencias entre el cine y la televisión. Realizado por un director como Marcello, esta película sobre Lucio Dalla no sigue jamás los parámetros habituales del documental biográfico sobre músicos que se ha popularizado en los últimos años, más que nada a partir de los canales de cable y plataformas de streaming. Usando material fílmico, sin jamás ceñirse a una biografía en un sentido estricto y entrevistando solo a dos personas del círculo íntimo del cantautor italiano, el realizador de MARTIN EDEN presenta un acercamiento temático y personal a la figura del autor de «Futura«.

Su manager Tobia y su amigo de la infancia Stefano Bonaga son los únicos que dan testimonio. Y seguramente los más capacitados para hacerlo. Pero no lo hacen en un sentido narrativo ni intentan detallar los pasos de su carrera. Sus participaciones (Bonaga habla siempre con Tobia y frente a un plato de tagliatelli) son más bien humanas, personales, tratan de hablar del hombre, de sus ideas, su música y su curiosa personalidad. Son las presentaciones y entrevistas en programas de televisión los que van, sin ningún tipo de rigor cronológico o biográfico en el sentido convencional, dando detalles sobre las distintas etapas de su carrera.

El eje principal, más allá de recordar sus inicios como músico de jazz, la relación con su madre y sus cambios musicales, tiene que ver con el costado más político de Dalla, en especial notorio en la etapa que tuvo al poeta Roberto Roversi como letrista, en el que sus canciones mostraron su lado más combativo, cercano a campesinos y obreros, y crítico del establishment industrial italiano. Nacido en Bologna –como Roversi–, Dalla siempre hizo eje en las experiencias y sufrimientos de la gente de su ciudad.

El pasado italiano está «conjurado» por Marcello mediante archivos de noticieros y programas televisivos –las carreras de la mítica «Mille Miglia» son particularmente fascinantes e ilustran canciones de su álbum «Automobile«–, pero también con material de ficción o de las propias películas del realizador (found footage, más que nada) que toman algunos momentos de la historia italiana desde la posguerra hasta la caída del Muro de Berlín.

Un personaje elusivo y cambiante, Dalla tenía algunas zonas de su vida personal que la película no analiza, si bien se trata de cosas son disputadas al día de hoy en Italia. Por un lado, Dalla era gay pero nunca lo hizo público (hasta su muerte, en 2012, su pareja era públicamente un «colaborador y amigo») y, por otro, en los últimos años de su vida se manifestó como seguidor del Opus Dei y anti-abortista. Una curiosa serie de posibles contradicciones en las que Marcello no explora, quizás por elegir respetar la vida personal del músico.

Eso, que seguramente será debatido entre los fans de Dalla, puede pasar tranquilamente de largo para los demás, especialmente los no italianos o los que no conocíamos demasiado de la vida personal del cantautor de «Caruso» y «Anna e Marco«. Marcello preferirá poner la mirada en las primeras dos décadas de su carrera (de mediados de los ’60 a mediados de los ’80) en las que sus canciones capturaron a la perfección el espíritu de la época. PER LUCIO es una combinación más que ideal entre un cantante/personaje de esos que ya no existen y un realizador que sigue creyendo que hacer cine biográfico es mucho más que ponerle imágenes y sonidos a la página de Wikipedia.