Berlinale 2021: crítica de «Natural Light», de Dénes Nagy (Competencia)

Berlinale 2021: crítica de «Natural Light», de Dénes Nagy (Competencia)

Esta película húngara trata sobre las experiencias de un hombre que es capitán de un pelotón militar de su país que busca miembros de la resistencia soviética durante la Segunda Guerra Mundial.

Grave, severa, casi silenciosa, NATURAL LIGHT avanza por la ex Unión Soviética casi como el batallón de soldados húngaros que, aliados al Eje comandado por la Alemania nazi, patrullaban ese país a la caza de partisanos, miembros de la resistencia. Dolorosa y un tanto solemne, la película de Dénes Nagy narra los sucesos desde dentro de ese pelotón y, especialmente, a partir del punto de vista de István Semetka, uno de los miembros de ese grupo que patrulla la zona boscosa, un tanto impenetrable.

Su misión consiste en llegar a distintos poblados y tratar de encontrar partisanos ocultos. Los locales niegan estar ocultando gente pero las sospechas pese a todo permanecen. ¿Hasta dónde se puede llegar para sacar información? ¿Qué peligros pueden correr los soldados? ¿Serán estos pobladores tan «inocentes» como dicen ser? István habla poco, casi nada (hasta el final de la película es poquísimo lo que se lo escucha) pero observa todo con una expresión inalterable. Quizás esté tratando de que no se note su disgusto ante ciertos hechos. Quizás realmente no sienta nada.

Todo se trastoca cuando en una de sus misiones sí se encuentran, de sorpresa, con un enemigo que los ataca brutalmente. Y ahí, casi promediando la película, NATURAL LIGHT empieza a tomar un poco más el formato más clásico de film bélico ya que hasta entonces tenía más las características de un sombrío y oscuro relato de tipo observacional, más cercano al cine de Sharunas Bartas (por citar un realizador que hizo un film bélico con algunas características similares hace poco, como IN THE DUSK) que a «una película de guerra».

No es que de ahí en adelante Nagy pega un giro brusco y todo pasa a ser acción y aventuras. La película mantendrá el tono calmo y cauto pero ya los desafíos serán más tensos. István ya tendrá más responsabilidades y, a la vez, habrá que decidir qué decisiones tomar a partir de la escalada de violencia. Decisiones que no son sencillas y que ponen al protagonista en un claro conflicto personal.

Sombría y crepuscular, NATURAL LIGHT tiene la particularidad de contar con un protagonista inusual en este tipo de relatos, uno que funciona casi como un observador crítico más que un participante activo. Y si bien eso le hace un tanto más difícil al espectador «entrar» de manera más natural en el conflicto bélico en sí, lo pone más cerca de las sensaciones personales de un hombre que experimenta emociones encontradas respecto a lo que debe hacer.

Es, claramente, una película que se disfrutaría mucho más en una sala de cine (las circunstancias nos obligan a verla en formatos «caseros») ya que hay un trabajo impresionante y muy cautivador con la imagen de parte del director y de su DF, Tamás Dobos. Quizás la película pueda pecar un tanto de solemne –gran parte del cine húngaro reciente que pasó por festivales tiene ese mismo problema– pero si hay una circunstancia en la que se puede tolerar cierta solemnidad es en la Segunda Guerra Mundial. Acá nadie ríe, nadie hace bromas, pocos hablan y todos, de cualquiera de los lados de la batalla, atraviesan las peores experiencias de sus vidas. Experiencias que, sin dudas, les dejarán secuelas interminables.