Estrenos online: crítica de «Corre», de  Aneesh Chaganty (Netflix)

Estrenos online: crítica de «Corre», de Aneesh Chaganty (Netflix)

Entre el suspenso y el terror, esta película se centra en la complicada relación entre una madre sobreprotectora y su hija discapacitada. Con Sarah Paulson y Kiera Allen.

Cuando se estrenó, a fines del año pasado, en la plataforma de streaming Hulu, CORRE se convirtió en la película más exitosa en la historia de ese servicio. Es muy probable que, en su debut en Netflix, suceda algo similar: se trata del tipo de thriller psicológico mezclado con relato de horror que funciona muy bien como aterrador pasatiempo casero. El elemento fundamental para su éxito tiene que ver con uno muy particular, central a su trama. Y el otro es que, más allá de su finalmente algo improbable serie de acontecimientos, su núcleo central es más realista de lo que uno supondría.

De hecho, hace poco más de un año y medio, también en Hulu, se estrenó la miniserie THE ACT, protagonizada por Patricia Arquette, cuyo eje central es bastante similar al de CORRE. Solo que allí se basaba en un caso real de lo que se conoce como Síndrome de Münchhausen por poder. Aquí, la dominante y temible madre en cuestión es interpretada por Sarah Paulson (AMERICAN HORROR STORY, RATCHED), que de a poco fue volviéndose una especialista en este tipo de personajes tenebrosos. Ella es Diane, quien acaba de ser madre de una bebé que nació muy pequeña, prematura, y con muchos problemas de salud que la película comunica mediante un cartel de entrada y de manera contundente: parálisis, diabetes, asma. arritmia y hemocromatosis.

Tras un salto en el tiempo de 17 años nos topamos con Chloe (Kiera Allen), la bebé que ahora es una adolescente que parece convivir bastante bien con sus diversos problemas de salud. Anda en silla de ruedas, toma una gran cantidad de pastillas, usa su inhalador y cremas para la piel, pero es una chica activa y simpática que ha sido educada en su casa (el homeschooling, bastante usado en Estados Unidos) y está esperando respuestas para ser admitida en diversas universidades. Y en una reunión con otros padres que educan a sus hijos en su propio hogar, Diane dice estar feliz que su hija pueda irse a un college. «Al fin podré hacer lo que quiero con mi tiempo y con mi vida», asegura.

Pero de entrada es obvio que no habría que creerle demasiado. Diane le está encima a su hija –especialmente en su dieta de pastillas– y todo parece indicar que vive pendiente de ella. Acaso demasiado. Siempre se anticipa para recibir el correo y controla todo lo que hace. Un día Chloe descubre un frasco de píldoras en el bolso de su madre que están a nombre de Diane pero que se las da a ella. Y decide investigar qué son. Ese será el inicio de una serie de descubrimientos que la harán darse cuenta de que las cosas son bastante más complicadas de lo que parecen y que su madre quizás esté yendo demasiado lejos con esto del «cuidado» y la «protección».

El problema principal para Chloe está en sus dificultades para movilizarse por su cuenta ya que, además de sus problemas físicos, la madre le limita y mucho sus posibilidades de conexión con el exterior. Y buena parte de la película está centrada en los esforzados intentos de la chica (la actriz usa silla de ruedas en la vida real) por conseguir información sobre lo que le da su madre y, una vez enterada, tratar de hacer algo al respecto. Correr, como parece pedirle el título del film, no entra dentro de las posibilidades de la chica. Así que tendrá que ingeniárselas para ver cómo zafar de esa problemática madre que la tiene casi como una prisionera.

De a poco CORRE va demostrando estar más interesada en desarrollar la mecánica del relato de suspenso y el terror que el de la complejidad psicológica. Pero lo cierto es que una vez planteado el conflicto y entendiendo la bizarra lógica de los actos de Diane, el realizador de SEARCHING puede dedicarse a lo que probablemente más le interese hacer: plantear problemas específicos para que Chloe tenga que resolver dentro de sus limitaciones físicas y las que le impone su madre. Eso implica que una larga escena de suspenso pueda involucrar nada más que abrir una puerta. Pero Chaganty sabe construir y narrar muy bien ese tipo de situaciones. En algún momento, es cierto, la plausibilidad del relato se irá por las nubes y la película entrará de lleno en un terreno de thriller puro. Pero aún en esos momentos menos creíbles, funciona razonablemente bien.

Paulson se luce en un rol que de a poco va revelando ecos del de Kathy Bates en MISERY (Stephen King, de hecho, tuiteó que CORRE le había encantado), pasando de la atención dedicada y aparentemente cariñosa a la monstruosidad más absoluta. Pero la acción principal pasa por Allen, cuyo angustiado rostro suele ocupar la pantalla mientras trata de manejarse en situaciones más que complicadas, ya que además de no poder caminar se ahoga cada vez que intenta algún acto de arrojo o de riesgo. Acaso RUN no sea otra cosa que una buena fórmula, pero está lo suficientemente bien ejecutada como para darle a los espectadores de Netflix un entretenimiento un poco más creativo e intenso que el que usualmente ofrece la plataforma en sus novedades.



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