Estrenos online: crítica de «El viaje», de Tommy Wirkola (Netflix)

Estrenos online: crítica de «El viaje», de Tommy Wirkola (Netflix)

por - cine, Críticas, Estrenos
16 Oct, 2021 09:59 | Sin comentarios

En esta violenta comedia negra un matrimonio en problemas se va de viaje a una cabaña con planes macabros solo para encontrarse allí con complicaciones inesperadas.

Violenta (muy violenta) y graciosa como un buen episodio de «El Correcaminos«, esta película noruega es una especie de MI POBRE ANGELITO para adultos o una versión en tono paródico de FUNNY GAMES, de Michael Haneke. Es la historia de una pareja que va a pasar unos días a una cabaña familiar de vacaciones que pronto se convierten en un «vale todo» de agresiones que pasan de lo verbal a, bueno… ¿ya dije que la película era muy violenta, no?

El tono de humor negro que pretende Wirkola (director de QUE LE PASO A LUNES?, también en Netflix) queda claro desde la primera escena en la que vemos a Lars (Aksel Hennie), un director de telenovelas, trabajando en una muy ridícula escena de engaño matrimonial con dos malos actores y diálogos bastante ridículos. Cualquiera que haya leído un guión en su vida sabrá que lo que pasa ahí anticipará buena parte del recorrido dramático que tendrá el film.

En el mismo set, Lars le anuncia a quien quiera oírlo que se irá unos días a una cabaña con su esposa con la que –deja entrever no muy sutilmente mientras flirtea con la actriz de su telenovela– no se lleva demasiado bien. Al llegar a su casa tras una importante compra de materiales de construcción en el supermercado, recoge a Lisa y salen en auto por las bellas rutas campestres de Noruega.

Lisa (la actriz sueca Noomi Rapace, recientemente vista en LAMB y famosa desde su rol en la versión original de LA CHICA DEL DRAGON TATUADO) tampoco parece muy feliz de estar con su marido y, mientras viajan en el auto, le deja bien en claro que piensa dedicarse a leer una obra de teatro durante las vacaciones. La chica es actriz y espera tener ahí una oportunidad que viene negándosele. Así como el marido abandonó sus sueños de ser cineasta para hacer la más mediocre TV, Lisa es conocida apenas por una mala publicidad y quiere cambiar esa historia.

Lo cierto es que la pareja no hace más que tirarse sus frustraciones por la cabeza todo el tiempo. Ella lo acusa de ser mal director, él le devuelve el «elogio» diciéndole que ella es una pésima actriz. Y si bien se ríen de todo, es claro que el hilo ahí se corta con un cuchillo. O, más bien, con una sierra. La energía negativa entre ambos es tan evidente que al llegar a la cabaña, y tras otra serie de micro (y no tan micro) agresiones, queda claro que hay planes un tanto más macabros dando vueltas por sus cabezas.

Y ahí nomás comienza esta «tarantinesca» versión de un episodio de LOS TRES CHIFLADOS. A lo largo del resto de esta intensa y por momentos muy graciosa película iremos viendo cómo la violencia matrimonial primero crece, luego se complica, para enredarse aún mas a partir de la aparición de inesperados personajes y situaciones. Es así que, en muy poco tiempo, la cabaña en ese idílico paisaje se va volviendo un infierno cada vez más sangriento y escatológico.

Algunos podrían definir a este subgénero como «comedia de rematrimonio» y si bien es cierto que ese es el espíritu que campea a lo largo de esta brutal película, el humor es tan negro y salvaje que por momentos cuesta verla como comedia sin entrar en la tensión que la propia situación va generando. Se trata de dos personajes bastante desagradables que comienzan queriendo dañar al otro de la peor manera posible y luego se dan cuenta que no les queda otra que ayudarse si pretenden sobrevivir.

Wikolda narra de manera muy efectiva una trama cuya primera parte tiene bastante de farsa teatral, de esas en las que cada tanto aparece un personaje que abre la puerta para sorpresa de los otros personajes y espectadores a la vez. Yendo y viniendo en el tiempo para reconfigurar la trama (al estilo PERROS DE LA CALLE, cuya estructura, convengamos, también tenía algo de teatral), esa primera parte es la más ingeniosa y entretenida de todas. Y la más claramente graciosa.

La segunda parte tendrá más de «sálvese quien pueda» y habrá algunos momentos de tensión y violencia tan brutales que para algunos será difícil seguir tomándola como una comedia. Pero ese tono pasado de rosca, casi de dibujo animado (los personajes resisten y sobreviven a brutales golpes como si fueran el Coyote), es el que permite que el sufrimiento y las agresiones se disfruten la mayor parte del tiempo.

EL VIAJE es la típica película que dependerá del «estómago» del espectador para aguantar ciertos momentos y escenas. Lo que para algunos puede ser muy divertido y zarpado, para otros puede ser desagradable y molesto, en especial una o dos escenas. La película es un poco todas esas cosas a la vez y la mejor forma de encararla, si se puede, es tomarla en plan farsa. Los temas que trata pueden ser horriblemente reales pero Wirkola nos guiña un ojo desde la primera escena como pidiendo que no nos tomemos demasiado en serio lo que estamos por ver. ¿O sí?