Estrenos online: crítica de «Django & Django», de Luca Rea (Netflix)

Estrenos online: crítica de «Django & Django», de Luca Rea (Netflix)

Este documental se centra en los spaghetti westerns de Sergio Corbucci apoyándose fundamentalmente en una entrevista a Quentin Tarantino, quien analiza la obra del realizador italiano. Estreno de Netflix.

Uno puede ser fan o no de Quentin Tarantino, pueden gustarle mucho, poco o nada sus películas, pero lo que es innegable es su carácter de cinéfilo obsesivo, que no solo es conocedor de los detalles biográficos de sus cineastas favoritos sino que tiene una gran capacidad de análisis de los films y de las carreras de los directores que ama. Además, otro punto a favor de QT es su poder e influencia. ¿Imaginan a Netflix adquiriendo un documental sobre Sergio Corbucci si no fuera porque el principal entrevistado y analista es el propio Tarantino? DJANGO & DJANGO no es otra cosa que una larga entrevista casi a modo de masterclass en la que el director de HABIA UNA VEZ EN HOLLYWOOD y, sí, DJANGO SIN CADENAS, habla sobre Corbucci y analiza las películas de quien fuera, según palabras de QT, «el segundo mejor director de spaghetti westerns de la historia después del otro Sergio». Se refiere, claro, a Leone.

El documental es muy simple y hasta se lo podría definir como bastante básico. Pero esa simpleza le permite ir a fondo (es una manera de decir ya que estoy seguro que QT podría hablar cinco horas seguidas sobre el tema sin siquiera tomar agua) con su tema, que es analizar la obra de Corbucci, más que nada sus westerns, género al que se dedicó en profundidad en la década del ’60 y principios del ’70 cuando lo abandonó –para entonces el western había perdido potencia comercial– para hacer muy exitosas comedias. Si la película sirve para que espectadores casuales de Netflix quieran explorar algunos de esos clásicos westerns (que, dicho sea de paso, no están en Netflix ni en ninguna otra de las grandes plataformas de streaming, pero los pueden encontrar «por ahí»), bien vale la pena su existencia y difusión.

El film, que se vio fuera de competencia en el pasado Festival de Venecia, es una producción italiana y cuenta, además de la entrevista a Tarantino, con dos otros testimonios, ambos importantes: el realizador Ruggero Deodato, asistente de dirección de Corbucci en 13 de sus películas y Franco Nero, actor de muchos clásicos spaghetti westerns, entre los que se cuentan varios films fundamentales de Corbucci como DJANGO (1966), EL PISTOLERO PROFESIONAL también conocido como EL MERCENARIO (1968) y COMPAÑEROS! (1970), entre otros. Mientras Deodato y Nero cuentan anécdotas de las baratas producciones de esas películas en la época de esplendor del género, Tarantino se dedica a diseccionar la obra de Corbucci.

Al observar y analizar películas como MINNESOTA CLAY (1964), NAVAJO JOE (1965), THE HELLBENDERS (1966), EL GRAN SILENCIO (1968), LOS ESPECIALISTAS (1969), SONNY & JED (1972) y otras del realizador italiano Tarantino encuentra temáticas comunes (la lucha contra el fascismo) y recursos visuales y estéticos que Corbucci utilizaba y lo que diferenciaban no solo del western tradicional sino aún de los de su colega y amigo Leone. Excesivos, hiperviolentos –cualquiera puede morir en sus películas, aún «los héroes»–, con protagonistas que más que antihéroes podrían ser villanos en cualquier otra película, con fuerte influencia de los comics y con historias negrísimas en las que nadie queda bien parado –a diferencia de los western clásicos, en estos films nunca hay una comunidad noble de pioneros a la que proteger–, los films del Oeste de Corbucci son merecidos clásicos y no solo del spaghetti sino del western en general.

Imágenes de esas películas que refuerzan las ideas de Quentin, algunas entrevistas de época a Corbucci –cuyo look hace recordar un poco a James Gandolfini/Tony Soprano–, mucho y muy rico material del detrás de cámara en los sets de filmación y explicaciones de cómo la obra del italiano fue importante a la hora de pensar su DJANGO SIN CADENAS completan esta clase maestra que el alumno da respecto a uno de sus ídolos. En términos cinematográficos, el documental en sí es decididamente casual, menor, casi que podría ser un material suplementario de esos que solían venir en las cajas de DVDs o Blu-Rays. De hecho, y siguiendo esa línea, no estaría mal que Netflix subiera alguno de los títulos de Corbucci a su plataforma para acompañarlo.

Como siempre, Tarantino encuentra un par de ocasiones para dar rienda suelta a su imaginación. Al principio, y como si estuviéramos en una de sus películas, el hombre amplía la historia de HABIA UNA VEZ EN HOLLYWOOD para contar algo que ese film no muestra: el paso por el cine italiano de Rick Dalton y, específicamente, cómo pudo haber sido su relación con Corbucci, quien lo dirigió –en la ficción– en NEBRASKA JIM, algo que en el documental se muestra mediante animación. Y, para el final, QT no podrá evitar imaginar toda una historia para completar una parte de la trama que el italiano eligió no desarrollar en uno de sus propios films. Y, al escucharlo, uno se da cuenta del talento pero también de la manera de entender el cine de Tarantino.