Estrenos online: crítica de «Cangrejo negro», de Adam Berg (Netflix)
Noomi Rapace protagoniza este film bélico de ciencia ficción acerca de un grupo de soldados que tiene una peligrosa misión que cumplir recorriendo un archipiélago congelado en skates.
Guerras bacteriológicas, aniquilación mundial, calentamiento global. Tres de los temas que toca esta mezcla de relato de ciencia ficción, película bélica y algo así como ice road movie hoy forman parte más de los noticieros que del universo del cine fantástico o futurista. En este film sueco protagonizado por Noomi Rapace se combinan distintos géneros para armar una oscura, amarga y medianamente entretenida película de acción para los tiempos que corren.
Rapace encarna a Caroline Edh, una mujer a la que vemos al principio del film quedar en medio de un ataque brutal de un militarizado grupo. Ella está en un auto escondiéndose con su hija adolescente cuando los soldados se acercan peligrosamente. Pero ahí la película corta y nos reencontramos con Edh, cinco años después, sin su hija y con visibles cambios en su actitud, atuendo y con cicatrices. No solo eso sino que ella es ahora parte de algún tipo de organización militar.
En una película que nunca aclara quienes luchan contra quienes pero en la que es evidente que el destino parece ser la suerte del mundo entero, a Edh la quieren hacer parte de una peligrosa misión que podría hacerle ganar la guerra a los suyos. La dama y un grupo de colegas deben atravesar una enorme trozo de agua congelado nada menos que en skates para atacar con un arma no descripta, tomando a los rivales por sorpresa.
¿Por qué esta misión tan aparentemente absurda? Como explica el comandante, por ese archipiélago los barcos no pueden pasar por los hielos, pero tampoco los autos o camiones porque se hundirían. Nada mejor, entonces, que unos tipos en skate. Podrán morir en la recorrida (ahogados o atacados), pero cinematográficamente lucirán muy bien patinando hacia su incierto destino.
Edh no querrá saber nada al principio pero la convencerán al decirle que, si logra cumplir con la misión, podrá reunirse con su hija. Y es así que ella decide ir a la aventura y la película, a su vez, ofrece algunos flashbacks en los que se cuenta algo más de la relación entre ambas. El otro potencial problema de la misión es saber si todos sus integrantes juegan para el mismo equipo, porque da la impresión de que algunos tienen otras ideas y planes.
La película es un tanto larga y, si bien es entretenida, nunca llega a ser lo apasionante que parece por su premisa y su primera media hora, llena de intrigas y oscuridad generalizada. De ahí en adelante hay buenos momentos específicos (uno de ellos bastante «tarantinesco») y otros un tanto más rutinarios y anodinos. De todos modos, CANGREJO NEGRO avanza con cierta eficiencia y convicción. La trama puede parecer un tanto absurda, pero el mundo también lo es. Y nadie asegura que la próxima guerra no se dirima con tipos armados patinando sobre hielo. Han pasado cosas más raras.