Estrenos online: crítica de «Eiffel», de Martin Bourboulon (Amazon Prime Video)

Estrenos online: crítica de «Eiffel», de Martin Bourboulon (Amazon Prime Video)

Este drama francés se centra en la vida del ingeniero Gustave Eiffel y en la construcción de la torre parisina que lleva su nombre. Con Romain Duris y Emma Mackey. Estreno de Amazon Prime Video.

Una biografía clásica, con todos los condimentos tradicionales que suelen traer estos films, EIFFEL cuenta la historia de Gustave Eiffel, el creador de la torre que lleva su nombre y que es ícono de la ciudad de Paris. Pero la historia del hoy célebre monumento es compleja y tuvo sus contratiempos. Algunos, económicos, estéticos y políticos. Otros, puramente personales. Y la película de Bourboulon se ocupa más de los últimos que de los primeros.

Encarnado por Romain Duris, la película arranca con el ingeniero civil ya condecorado en los Estados Unidos por haber integrado el equipo que hizo la Estatua de la Libertad, armando su estructura metálica interna. En su país natal, sin embargo, se lo cuestiona más ya que lo que el hombre hace no es del gusto de todo el mundo ya que su trabajo con metales con se lleva del todo bien con la estética parisina de fines del siglo XIX. Y la película irá contando el complicado proceso de aceptar y llevar adelante el encargo de hacer una torre para la Feria Mundial, una que supuestamente iba a sacarse luego de terminada.

Pero el guión elige darle a Eiffel un eje ficcional en forma de una musa. Según dicen los historiadores, el personaje de Adrienne Bourgès (Emma Mackey) fue un amor de juventud de Gustave, pero el hombre terminó casándose con otra mujer, con la que tuvo cinco hijos, y todo terminó ahí. Pero como su esposa murió joven, lo que «inventa» el film es un reencuentro entre ambos y, a partir de ahí, dedica buena parte de su metraje a contar su compleja historia de amor en el pasado y también en el presente del relato, durante la construcción de la torre.

Es así que la película irá al pasado a contar cómo fue su romance juvenil y porqué no llegó a concretarse en su momento, además de mostrar algunos avances en la carrera del entonces joven y promisorio ingeniero. A la vez, en el presente, el reencuentro prueba ser aún más complejo ya que la mujer ahora está casada y su influyente marido no solo sospecha de que entre ellos sucede algo sino que, si quiere, puede arruinarle la carrera a Eiffel. Hay además, en el medio, algunas fundamentales diferencias de clase social que dificultan su unión.

En términos biográficos, la idea de inventarle una historia de amor a Gustave Eiffel para darle fuerza dramática a la película es anticuada al máximo. Y si logra tolerarse en EIFFEL es porque tiene dos grandes y luminosos protagonistas, con el experimentado Duris siempre convincente y la franco-británica Mackey (SEX EDUCATION), claramente destinada a convertirse en una estrella en muy poco tiempo.

El resto entra en la tradición de la biografía más canónica y tradicional, con una elegante reconstrucción de época y algunos detalles específicos sobre los trabajos en la torre que deberían haber estado mejor desarrollados en lugar de utilizar conceptos hoy tan «arcaicos» como el de la musa del artista. Acaso lo mejor que aporta Bourboulon pase por lo ágil que es la película, con una cámara inquieta que se mueve constantemente y le da cierto ritmo y empuje a su convencional trama.

Los historiadores que han estudiado la vida de Gustave descreen que la estructura de la torre (con su forma de «A» mayúscula) tenga algo que ver con Adrienne, pero EIFFEL es una película que lo dará como una respuesta indudable, tan obvia como inapelable. Como decían en aquel western, «cuando la leyenda se convierte en verdad, impriman la leyenda».