Series: reseña de «El ensayo – Episodios 1/2», de Nathan Fielder (HBO Max)

Series: reseña de «El ensayo – Episodios 1/2», de Nathan Fielder (HBO Max)

Esta sorprendente y enigmática serie documental que toma elementos de la comedia y del «reality show» se centra en un hombre que intenta ayudar a otros a superar sus miedos ensayando con ellos las situaciones que los angustian. Por HBO Max.

Los que hayan visto NATHAN FOR YOU –mezcla de documental, comedia y reality show que tuvo cuatro temporadas entre 2013 y 2017 por Comedy Central– sabrán más o menos qué esperar al encontrarse con EL ENSAYO, la nueva serie que aparenta tener una similar búsqueda y que el comediante canadiense acaba de estrenar en HBO. En aquel show, Nathan Fielder se ofrecía para ayudar a comerciantes a mejorar las ventas de sus negocios con ideas y propuestas arriesgadas, absurdas o directamente delirantes en las que él siempre participaba. Cada episodio resumía varias de esas experiencias, la mayoría de las cuales terminaban mal, algunas muy mal.

El estilo cómico de Fielder bien puede definirse como seco, eso que los estadounidenses llaman «deadpan», un humor que bien puede remontarse a Buster Keaton y que Nathan practica con una maestría que, en su neurótica precisión, solo podría definirse como autobiográfica. Su «personaje» público es un joven tímido, incómodo socialmente –casi fóbico– que intenta conectar con los demás con el aparente objetivo de ayudarlos, aunque es evidente que lo que quiere es no estar solo, hacer amigos, conocer gente a partir de extravagantes planes y sistemas. Lo suyo parece ser un modo de querer intervenir la realidad para moldearla a la medida de sus miedos.

En EL ENSAYO este esquema cobra niveles estratosféricos. Lo que allí eran bromas y planes absurdos que podían durar unos días o quizás una semana, aquí se transforma en un reality show en el que la realidad en sí es creada por él y su equipo. Usando las comparaciones más obvias, uno podría decir que la nueva propuesta de Fielder es una combinación entre SYNECDOCHE, NEW YORK, de Charlie Kaufman (bah, de casi cualquier cosa escrita por Kaufman), THE TRUMAN SHOW, la serie argentina LOS SIMULADORES y una parodia surrealista de los reality shows. Es, a la vez, el sueño (o la pesadilla) de todos aquellos que sufren algún tipo de ansiedad o miedo ante el caos y el descontrol de eso que llamamos «la vida».

La propuesta de Fielder implica darle la posibilidad a personas de «ensayar» esas cosas que les dan miedo afrontar. El programa convoca a voluntarios, les pregunta por situaciones que temen o que les dan angustia o ansiedad, y les ofrecen ensayar esas situaciones de la manera más completa y exhaustiva posible para poder afrontarlas una vez que estén bien preparados. A toda aquella persona ansiosa que planifica o repite decenas de veces en su cabeza algo que tiene que hacer y que le produce nervios paralizantes, el programa les ofrece entrenarlos para estar preparados ante cualquier eventualidad y, de algún modo, controlar el mundo que los rodea y las potenciales respuestas de los demás.

El primer episodio plantea las reglas del juego y tiene a su primer «contendiente». Fielder –que tiene aquí también un rol central– intenta ayudar a un tal Kor Skeet, un solitario neoyorquino obsesionado por los juegos competitivos de trivia, a enfrentar a una vieja amiga a la que teme confesarle que le mintió respecto a sus estudios y que en realidad no tiene la maestría que dijo tener. Para afrontar esa situación que lo angustia, el show le arma una compleja serie de ensayos con actores y hasta escenarios creados para la ocasión (una casa entera, un bar entero), con Fielder manejando un chart de posibilidades con el que trata de cubrir todas las distintas y cambiantes alternativas que pueden ir modificando esa temida confesión.

La propuesta de tratar de controlar la realidad para poder afrontarla sin miedos lo incluye, claro, al propio Fielder, quien parece siempre ser el que más necesita este tipo de estructuras contenedoras de cualquier tipo de sorpresa o modificación de los planes. La diferencia, acaso, es que él controla el juego, puede usarlo a su antojo y, además, ya tiene experiencia en atravesar incómodas situaciones, lo que transforma a toda su obra en una suerte de extravagante terapia pública en la que, con la excusa de ayudar a otros, se desafía a atravesar miedos propios.

Pero EL ENSAYO toma otras características en el segundo episodio. Cuando todos imaginamos que el esquema será el de un caso cerrado como el de la primera semana, Fielder tiene otra idea en la cabeza o, quizás, la situación que se creó aquí lo obligó a modificar sus planes originales. Allí, el hombre se propone ayudar a Angela, una mujer que quiere tener hijos pero que tiene lógicos miedos al respecto. Es así que el programa le propone «ensayar» esa maternidad, hacer la prueba de ser madre antes de enfrentarse a the real thing. ¿Cómo? Lo mejor será que lo vean ya que la propuesta es tan rebuscada, compleja y filosóficamente abrumadora (incluye la construcción de una «casa ideal» y una larga serie de bebés reales y falsos para que ella críe, entre otras cosas) que es mejor ir descubriéndola de a poco, ya que el episodio apenas plantea una situación que, queda muy claro al verla, seguirá desarrollándose con el correr de la temporada.

El humor que se deriva de muchas situaciones –el programa utiliza mucho las cámaras ocultas, se presenta como documental y parece serlo– es por lo general un poco incómodo (el llamado «cringe«), pero raramente toma las características de la «vergüenza ajena» o la crueldad ante los sujetos de estas historias. Si bien es un límite muy personal, da la sensación que lo que prima en THE REHEARSAL es la empatía de Fielder ante los miedos y ansiedades de sus «clientes», algo que no siempre sucedía en la serie anterior. Al ser más existenciales esas angustias –en NATHAN FOR YOU los personajes no estaban necesariamente angustiados sino que querían ganar más dinero o simplemente aparecer en televisión–, la conexión entre el conductor y sus protagonistas es más humana y parece existir menos espacio para la burla.

Habrá que ver hacia donde lleva esta propuesta a lo largo de sus seis episodios que se estrenan los viernes por la noche en HBO Max, pero en lo visto hasta ahora se puede apreciar, además de las extravagantes soluciones prácticas que propone Fielder para este «juego de la vida», un espacio en donde el humor más absurdo convive con momentos humanos, emotivos y sinceros. En medio de todo eso, EL ENSAYO no puede evitar hacerse y hacernos preguntas existenciales acerca de cómo lidiamos con la imposibilidad de controlar todo lo que puede suceder en nuestras vidas, incluyendo a esa indescifrable incógnita que son las otras personas.

En HOW TO WITH JOHN WILSON, una serie que Fielder produce y que ya lleva dos temporadas también por HBO, un igualmente tímido y socialmente incómodo conductor recorre varias ciudades mientras se va cruzando con extravagantes personajes que, a su manera, lo ayudan a encontrar respuestas a preguntas que parecen sencillas pero que se abren a incontables posibilidades. THE REHEARSAL intenta lo mismo pero desde la vía opuesta: en lugar de arriesgarse a ir por donde lo lleva la corriente, aquí el protagonista intenta controlarla, moldearla a su modo. Y todo parece indicar que es un camino que lo llevará hacia alguna extraña pero reveladora forma de fracaso.