Festival de Venecia 2022: crítica de «A Man», de Kei Ishikawa (Orizzonti)

Festival de Venecia 2022: crítica de «A Man», de Kei Ishikawa (Orizzonti)

por - cine, Críticas, Festivales
02 Sep, 2022 10:33 | Sin comentarios

Al morirse su marido una mujer descubre que el hombre no era quien decía ser y contrata a un abogado para que descubra su pasado y el misterio de su verdadera identidad. Este drama japonés está en la competencia de la sección Orizzonti del Festival de Venecia.

Una drama revestido de una capa de intriga y misterio, A MAN tiene como tema central la identidad, todo aquello que define –y también limita– a una persona desde su origen social, familiar, cultural o étnico. Es una película con varios protagonistas cuya trama va pasando de uno a otro de una manera que en principio parece innecesariamente complicada pero luego revela tener una lógica implacable. Es que, más allá de sus diferencias, todos están atravesados por el mismo tema.

En principio parece que la protagonista será Rie (Sakura Ando, de SHOPLIFTERSSOMOS UNA FAMILIA, de Hirokauzu Kore-eda), una mujer recientemente divorciada y con un hijo que trabaja en una librería en un pequeño pueblo japonés. Allí conoce a Daisuke (Masataka Kubota, de FIRST LOVE, de Takashi Miike), un joven muy tímido que le compra libros para pintar y trabaja en la construcción. Se conocen, él la escucha contarle sus problemas, rápidamente se casan y la película los retoma tiempo después, con otra hija que han tenido juntos.

Pero la desgracia vuelve a golpear a Rie (que ya había perdido un hijo de su anterior matrimonio) ya que, en un aparente accidente, Daisuke muere al caérsele un árbol encima. Y si uno duda cómo continuará la historia de allí en más (esto sucede en los primeros veinte minutos de un film que supera las dos horas) rápidamente se encontrará la solución al problema. En el entierro, aparece el hermano de Daisuke –con el que ninguno de ellos tenía relación– y al ver la foto del fallecido le dice a Rie que ése no es su hermano y que no tiene idea quién es.

Allí empieza, en cierto modo, otra película. Y el protagonista será Kido (Satoshi Tsumabuki), un abogado que Rie contrata para que la ayude a descubrir la verdad acerca del hombre con el que se casó. Si no era Daisuke, ¿quién era y por qué tomó el nombre de otra persona? ¿Y quién era el verdadero Daisuke? El objetivo formal tiene que ver con un planteo legal –si su matrimonio fue «real» o no y si le corresponde cobrar algún tipo de dinero o que sus hijos tengan su apellido–, pero en realidad es más una búsqueda para resolver un misterio existencial que la angustia.

Para Kido esa búsqueda –que lo llevará, cual detective, a investigar distintas posibilidades y meterse en ámbitos carcelarios y pesados– tendrá fuertes repercusiones personales ya que él se descubre conectado con el pasado de este hombre, en especial en lo que se refiere al intento de forjarse nuevas identidades alejadas de las que se traen de nacimiento. Las circunstancias de cada uno son muy distintas –el abogado, casado y con una hija, parece tener una vida «exitosa»–, pero Kido rápidamente conecta con la historia de este falso Daisuke y empieza a cuestionarse a sí mismo y su propia vida.

Más allá de algunos flashbacks un tanto innecesarios que alargan la película y amenazan con hacer girar otra vez el protagonismo de la trama hacia otro personaje, A MAN nunca pierde de vista ni su misterio central ni cómo eso repercute en los personajes. ¿Qué significa un nombre? ¿Puede una persona «ser otra» al llamarse o actuar de otra manera o sigue siendo la misma? ¿Qué define la identidad de alguien? ¿Su historia o lo que es capaz de hacer con ella? En una cultura como la japonesa en la cual el origen –familiar, nacional, social– marca muchas veces más de lo deseable el futuro de una persona, son preguntas que pueden cambiar radicalmente la vida de alguien.

Ishikawa (TRACES OF SIN, LISTEN TO THE UNIVERSE) narra de un modo sutil, pausado, pero siempre con pulso dramático firme, esta historia con ribetes detectivescos –basada en la novela homónima de Keiichirō Hirano– acerca de lo que la gente muestra y oculta, lo que somos y cómo nos presentamos ante el mundo. Finalmente, y más allá de las intrigas concretas, A MAN se pregunta también si llegamos alguna vez a conocer realmente a las personas que tenemos cerca. La respuesta nos sorprendería…