Estrenos online: crítica de «El extraño», de Thomas M. Wright (Netflix)

Estrenos online: crítica de «El extraño», de Thomas M. Wright (Netflix)

Un policía infiltrado en una banda criminal trata de capturar a un supuesto asesino en este enigmático y denso thriller australiano basado en un hecho real y protagonizado por Joel Edgerton. Pasó por Cannes y estrena Netflix.

Los policiales australianos tienen fama de duros, oscuros y violentos. THE STRANGER puede no ser violento en términos estrictos pero es tan denso y tan negro todo lo que sucede –y la manera en lo que se lo muestra– que la sensación es aún peor, casi la de estar viendo una película de terror. Estrenada en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes, se exhibe mundialmente desde el 19 de octubre a través de Netflix.

Como pasó el año pasado con NITRAM, este thriller de ese país se basa en un caso real y conocido en Australia. Pero lo mejor es acercarse sin saber mucho acerca de cómo se manejó y que sucedió ya que el film tiene muchas sorpresas y extraños recorridos narrativos. Al ser un caso real está limitado narrativamente por los hechos que sucedieron, pero aún así se trata de un caso poderoso y retorcido que la película presenta de la forma más turbulenta posible. 

Cuando la película empieza (bah, cuando se descifran cosas en medio de la oscuridad) nos topamos con el barbado y pelilargo Henry (Sean Harris), un hombre de aspecto un tanto abandonado que se sube a un micro en algún paraje de la zona Oeste de ese país. Ahí entabla conversación con un tal Paul (Steve Mouzakis) y, siguiendo las reglas del clásico policial, pronto este lo está invitando a ser parte de un grupo criminal que parece operar con pasaportes falsos.

Pero Paul debe dejar el grupo y el taciturno Henry empieza a ser «entrenado» por Mark (Joel Edgerton), también con barba de meses y una cabellera que no conoce el concepto de shampoo. A los pocos minutos de conocerlo la película nos sorprende informándonos que Mark es en realidad un policía de civil, aparentemente infiltrado, tratando de resolver un caso. Sí, lo está «entrenando» a Henry, pero ¿para qué?

La película de Wright develará casi todos sus secretos rápidamente pero no los diré acá. ¿Está Mark persiguiendo a Henry por el supuesto asesinato de un niño que sucedió ocho años atrás? ¿Está persiguiendo a todo el grupo criminal en el que lo han metido? ¿O el grupo en cuestión ni siquiera existe y es todo una gran farsa armada para atrapar al tipo? Otra duda se suma a la trama, ya que en paralelo vemos a otros dos policías investigando el mismo caso. ¿Eso está sucediendo al mismo tiempo o en otro momento? ¿Y si es así, cuándo?

La película hará eje es esa dupla de tipos duros y silenciosos que conforman Henry y Mark. El primero es un enigma absoluto: no se sabe si es tímido, perverso o un poco tonto. Y el propio Mark, que tiene un hijo pequeño, no sabe bien cómo tratarlo. De todas maneras, algunos extraños comportamientos del tipo empiezan a causarle pesadillas con las que Wright juega de manera perturbadora. El realizador va mostrando un juego de pinzas que no se ve usualmente en el policial estadounidense, acaso porque el método utilizado aquí no es del todo legal del otro lado del océano. Y eso acá se volverá un problema más adelante, ya que las palabras y las evidencias son cosas distintas.

Lo más fuerte de EL EXTRAÑO pasa por ver cómo Mark va perdiendo de a poco la seguridad con la que inicia el recorrido ante la convivencia con el supuesto asesino. El no sabe (y los espectadores, salvo los que conocen el caso, tampoco) si el tipo es el criminal que buscan o no, pero el día a día de sus pasos en el mundo del crimen junto a él lo van ahogando de una manera que Wright trata de reflejar también desde la puesta en escena.

Decía que las limitaciones del caso real pueden ser un problema ya que un guión de ficción podría aventurarse e ir más lejos aún con las idas y vueltas del asombroso operativo, dándole a Henry algo más de poder en el juego de trampas y traiciones. Pero como todo film sobre infiltrados, THE STRANGER juega todo el tiempo con el miedo del espectador a que el secreto se descubra. La diferencia de esta enigmática y densa película es que el espectador no tiene del todo claro cuál de todos los secretos es el que, finalmente, se descubrirá.